Han pasado 38 años desde el accidente que le cambió la vida a María Antonieta Osornio Ramírez, mujer sanjuanense que fue instructora de un grupo de paracaidismo en el Ejército Nacional.
Tony Osornio, como todos la conocen, actualmente vive en Galindo. Es terapeuta y ayuda a otras personas que como ella, tienen alguna discapacidad, a salir adelante y a ser independientes.
Nació en San Juan del Río el 10 de julio de 1954 y a la edad de 16 años se fue a la Ciudad de México. Conoció el paracaidismo a través de su ex esposo, pues él tenía una escuela y ella le ayudaba en todo. Durante 4 años fue campeona nacional de paracaidismo y obtuvo diversos trofeos y condecoraciones “él me dijo que lo hiciera. Siempre fui muy inquieta y temeraria, así que me animé. La primera vez que salté sentí una libertad y un éxtasis en el aire”.
Tuvieron dos hijos, Mariela y Paco, quienes siempre han sido su motivación. En 2001 escribió “Salto de amor por la vida” en donde escribió las experiencias que vivió a raíz de su accidente “el libro lo escribí en Demack, un concurso que pedía a las mujeres que se atrevieran a contar su historia, fue una tarea que me dejó mi terapeuta para la escuela humanista en la que estaba estudiando. Fui el primer lugar de 1,500 mujeres”.
En el libro, Tony cuenta la historia del accidente que le rompió las cervicales “los vientos estaban muy encontrados. Por no caer encima del Presidente y de la gente, frené de más y se apagó el equipo y a esa altura ya no me dio tiempo de abrir el paracaídas de reserva. Me fui hacia atrás y me rompí las cervicales. Estuve en el hospital militar durante tres años viendo el techo, entre la vida y la muerte. Yo creí que iba a salir caminando, pero no fue así. Me rehabilité y con el derrame de médula que tuve, es imposible mover lo que yo muevo actualmente”.
Su libro fue elegido por el Director Raúl P. Gámez y por su esposa, la actriz Lorena Enríquez para llevarlo a la pantalla grande, y la película fue estrenada el pasado 15 de septiembre.
“Cuando haces algo desde el corazón se nota, y eso es lo que hicieron con la historia. Creo que vale la pena ir a verla porque tiene un mensaje de enseñanza para toda la familia. Fue difícil ver la película, porque me vinieron recuerdos que ya tenía un poco dormidos. Emocionalmente ha sido fuerte, pero en esas estoy, dirigiendo, soltando, aceptando y siguiendo la vida, aceptando cada momento”.
SU TRABAJO EN FHADI
La Fundación Humanista de Ayuda a Discapacitados, IAP, es una Institución que fue creada por Tony Osornio, Martha y Carlos de Asfolio y Pilar Tagle. Ofrece a personas adultas en silla de ruedas un espacio de proceso psicoterapéutico, y que, desde una base de realidad y responsabilidad, puedan desarrollar su potencial motriz, creativo y productivo.
Se fundó en 1997 y desde entonces ha ayudado a miles de personas con discapacidad, a que salgan de su casa con una silla activa “de cada 100 personas con discapacidad, solo se comprometen 13 a cambiar su vida con dignidad, es decir prepararse y trabajar. Tengo personas que ya apoyan a su familia y a sus papás económicamente. Cuando tienes tu potencial, ahí está y lo desarrollas. Siempre hay posibilidades, cuando tienes la voluntad de querer hacer las cosas, la vida te presenta posibilidades”.
AYUDAR A LOS DEMÁS
María Antonieta Osornio Ramírez ahora tiene 68 años, sus hijos Mariela y Paco ya son adultos, y ahora se dedica a dar terapia a personas con discapacidad enfocada a los principios y los valores “la verdadera persona está dentro de ti, lo que piensas, lo que sientes y lo que haces. El cuerpo es un instrumento que hay que cultivarlo, darle alimentación, darle ejercicio, y esa es nuestra responsabilidad también, pero la verdadera persona está dentro de ti”.
Para Tony, la esperanza nunca muere y hay que buscar el sentido de la vida a cada momento “hay que ver lo que sí hay. Estamos muy dormidos y viendo solo quejas. No es imposible. Cuando nace la voluntad de lo que tenemos que hacer, hay que pedirlo, movernos, buscar, porque si vamos a victimizarnos y a perder tiempo en el sufrimiento, gastas mucha energía. Una vez que decides y buscas la manera hay posibilidades, no pierdas la esperanza porque hay posibilidades”.
Hasta el momento Tony siente que ha logrado todo lo que ha querido, pero le falta agradecer todas las bendiciones que la vida le ha dado “y a los sanjuanenses quiero decirles que los amo. Si tomamos conciencia y ponemos un granito podemos hacer un San Juan del Río mucho mejor, no solo quejarnos. Con voluntad y esfuerzo todo se puede, hay tanto que hacer, tener actitudes positivas, no tirar la basura y apoyar en lo que se pueda, no solo juzgar y criticar”.