La Fundación Princesa de Asturias ha lamentado este lunes el fallecimiento de Ennio Morricone, que el mes pasado fue distinguido con el galardón de las Artes, y ha apuntado que hoy es un día para pensar y reflexionar sobre la genialidad del compositor y la trascendencia de su obra.
En un comunicado, la Fundación Princesa de Asturias ha recordado que, tras conocer su distinción, Morricone habló de lo que había significado la música en su vida y de la ilusión que sentía por viajar a Oviedo en octubre para recoger el premio y conocer a la familia real.
Según la directora de la institución, Teresa Sanjurjo, "hoy es, como para él fue ese momento, un día para la reflexión sobre su genio creador, sobre sus hermosas composiciones, sobre la grandeza de su entrega a la música".
Morricone afirmaba que había trabajado toda su vida intentando mejorar, no estar nunca parado, sin mirar hacia atrás, ha recordado Sanjurjo, para quien "hoy somos nosotros, todos los que lo admirábamos y respetábamos, quienes tenemos que detenernos a pensar y a reflexionar, como a él le gustaría, en la trascendencia de su obra, en su grandeza, en la genialidad de un hombre que vivió entregado a una pasión: la pasión por la música".
Morricone, quien hoy falleció a los 91 años en una clínica de Roma por las complicaciones de una caída sufrida en los últimos días, fue distinguido el pasado junio junto con el compositor estadounidense John Williams con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020.
El jurado quiso reconocer "el valor fundamental de la creación musical para el cine" con la distinción Morricone y Williams, dos de los compositores "más venerados en todo el mundo" que "han enriquecido con su talento cientos de películas".
"Mientras Morricone construyó su reputación poniendo música desde Europa al lejano oeste americano, Williams trasladó el espíritu de la tradición sinfónica vienesa a grandes éxitos de Hollywood", señalaba el acta sobre estos dos compositores, cuya "extensa y variadísima obra" tiene en común "su deslumbrante capacidad para traspasar géneros y fronteras".
Entre las más de 400 bandas sonoras firmadas por Morricone se encuentran sus creaciones para el padre del "Spaghetti western", Sergio Leone, en aquella "Trilogía del Dólar" protagonizada por Clint Eastwood: "A fistful o dollars" (1964), "For a few dollars more" (1965) o "The Good, the Bad and the Ugly" (1966).
Entre las creaciones de Morricone -ganador de un Óscar honorífico en 2006 y de otro en 2016 por "The Hateful Eight" de Quentin Tarantino- también destacan la que hizo para "Cinema Paradiso" (1988), de su amigo Giuseppe Tornatore, "La misión" (1986) o "Novecento" (1976), de Bernardo Bertolucci.
El jurado que concedió el premio añadía que tanto Morricone como Williams muestran "un dominio absoluto tanto de la composición como de la narrativa, aunando emoción, tensión y lirismo al servicio de las imágenes cinematográficas".
"Sus creaciones llegan incluso a transformarlas y trascenderlas, sosteniéndose por sí mismas como magníficas obras sinfónicas que se encuentran entre el repertorio habitual de las grandes orquestas", concluía el fallo de un premio cuya candidatura fue propuesta por el escritor Juan Barja de Quiroga Losada.
Tras conocer su distinción, Morricone confesaba en una entrevista con Efe sentirse conmovido -"este premio es tan absoluto que me conmueve", dijo- y prometía asistir a la ceremonia de entrega que los reyes presidirán el próximo 16 de octubre.
Tan sólo hay un precedente de un galardonado que haya fallecido antes de poder recoger el galardón, el de Claudio Sánchez Albornoz, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1984, que fue recogido por su hermana.
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