El colectivo queretano Jat’i, que desde hace más de diez años documenta a través de cortometrajes la vida y tradiciones de diversas comunidades indígenas de Amealco, obtuvo el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) a través de la convocatoria Estímulos para la formación audiovisual independiente EFAI 2022.
La organización contará con un apoyo de 90 mil pesos para realizar el taller Jat’i Cine Comunitario, dirigido a niños y jóvenes indígenas de la comunidad San Miguel Tlaxcaltepec, en el que aprenderán técnicas de cine y realización de cortometrajes para que sean ellos quienes tomen las cámaras y documenten sus vidas a través de distintas producciones audiovisuales.
Miguel Alfredo Rosales Vázquez, representante del colectivo Jat’i (que significa bordado o tejido en Hñähño), explica que la convocatoria para que los niños y jóvenes se inscriban al taller iniciará en agosto, y espera que antes de que termine el año los cortometrajes creados por los alumnos sean proyectados en la misma comunidad de San Miguel Tlaxcaltepec.
Se aspira a la realización de tres cortometrajes que pueden ser documental, ficción o animación, mismos que serán coordinados por Jat’i.
Miguel Rosales señaló que la primera etapa del taller será sin cámaras ni dispositivos digitales, pues buscará que los jóvenes reflexionen sobre su entorno, elijan el tema del que quieran hablar y posteriormente decidan qué técnica utilizar para hacerlo.
“Una primera parte del taller es sin cámaras, ya que reflexionaremos sobre la realidad y el entorno que nos habla, qué nos dice el cambio climático; vamos a hacer un recorrido, ver el río, hablaremos con los ancianos, que ellos nos cuenten. La idea es ser sensibles en tres categorías: agroecología, economía solidaria e interculturalidad”.
En una segunda parte del taller, los alumnos tomarán el equipo de video y realizarán sus propias producciones audiovisuales.
“Cuando ya pensemos en cómo está la cosa con la cultura y la ecología, buscaremos que el cortometraje que hagamos responda a eso: ¿para qué nos sirve un cortometraje de ficción o de animación si queremos decir algo sobre la violencia, la migración o la mujer? Quiero que ellos aprendan a escuchar su realidad, asumirla y responder a eso mediante un cortometraje. Ellos se meterán a fondo al cine como arte, producción, edición, sonido, todo”.
El objetivo principal es capacitar a niños y jóvenes indígenas a que desarrollen sus actividades creativas en el ámbito cinematográfico y que sus cortometrajes promuevan el valor de las culturas originarias en cruce con la agroecología, la interculturalidad o la economía solidaria.
Se busca la sensibilización de los participantes frente al valor de su propia cultura, con el cine como una herramienta de transformación.
Una vez finalizado dicho taller, el Colectivo Jat’i aspira a crear un colectivo de cineastas o de comunicadores indígenas en San Miguel Tlaxcaltepec, que sean creadores permanentes y se expresen a través de productos digitales y medios de comunicación, teniendo como centro la cultura Ñäñho (otomí).
Miguel Rosales detalla que esta no es la primera vez que integrantes de alguna comunidad indígena trabajan con él para realizar algún cortometraje, pues desde el año 2010 el Colectivo Jat’i se dedica a documentar el entorno de estas comunidades, y en dichas producciones los propios habitantes han participado de manera activa, no sólo al aparecer en cuadro, sino también en el área de grabación. Específicamente, Colectivo Jat’i realiza producciones en San Miguel Tlaxcaltepec desde hace cuatro años.
El Colectivo Jat’i tiene un antecedente de otros ocho años atrás, pues alrededor del año 2002 un grupo de personas, entre ellos Miguel, llegaron a la comunidad San Ildefonso Tultepec, Amealco, para iniciar un proyecto de desarrollo de la comunidad, como cooperativas de trabajo, universidades, centros culturales y demás estrategias.
Posteriormente se dieron cuenta de la importancia de documentar y difundir a través de material audiovisual, los diversos temas ocurridos en las comunidades, no sólo en el aspecto folclórico y turístico, sino también diversas problemáticas sociales, como la migración, el cambio climático, la pérdida de lenguas maternas, entre otros temas.