¿Te imaginas poder platicar con los realizadores de una película al final de una función? ¿y conocer más sobre sus experiencias en las filmaciones? Pues esto será posible a través de La Ruta del Talento, una iniciativa impulsada por Alfhaville Cinema que busca vincular a los cinéfilos con los creadores cinematográficos mexicanos, además de exhibir el “otro cine mexicano” y formar nuevos públicos en las salas independientes.
Su programación de este año incluye siete ciudades en el país, entre ellas Querétaro, que es la cuarta parada de este recorrido cinematográfico.
Ayer llegó a la ciudad con una retrospectiva del cineasta mexicano Julián Hernández, quien ha destacado en la industria por cintas como Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás (2003), ganadora del Premio Teddy de oro a Mejor película con temática gay en el Festival Internacional de Cine de Berlín, entre otros galardones.
Luego de proyectar la película Rencor tatuado (2018), hoy se presentará La diosa del asfalto en la Cineteca Rosalío Solano, al final de la cual se abrirá diálogo con el público.
La idea original, dice en entrevista el director de esta iniciativa, Alfonso López, era que el director asistiera a la presentación, pero por su agenda laboral, la conversación será encabezada por el productor de la cinta, Roberto Fiesco.
La función está programada a las 20:00 horas y la entrada es gratuita para todo el público.
La diosa del asfalto se estrenó en 2020, y presenta la historia de una mujer que regresa a su problemático barrio de México convertida en estrella del rock, sin saber que allí la esperan fantasmas del pasado y cuentas pendientes.
Está basada en hechos reales, por lo que retoma las vivencias de un grupo de mujeres conocidas como “Las castradoras de Santa Fe”, que en la década de los 80 le declaró la guerra a los violadores y abusadores.
Cineastas en la ruta para fortalecer la industria nacional
La Ruta del Talento es apoyado por el Programa de Fomento al Cine Mexicano (Focine) de Imcine, y en su segunda edición continuará su camino por otras tres ciudades en el país, hasta el 5 de noviembre.
De acuerdo con Alfonso López, uno de los propósitos principales de este proyecto, es generar un vínculo entre los directores cinematográficos mexicanos y el público nacional, por lo que este año han logrado reunir a cinéfilos con Sofía Gómez Córdoba, en Aguascalientes; Sergio Tovar Velarde, en Tehuacán (Puebla), y Everardo González, en Tepic (Nayarit).
“En Querétaro estaba programado Julián Hernández, pero por cuestiones laborales [no podrá presentarse] porque está grabando ahorita una serie (…); sin embargo, afortunadamente el productor de todos los largometrajes y cortometrajes de Julián, que es Roberto Fiesco, va a estar presente; así que en este caso vamos a tener el punto de vista y la información del productor”, agregó.
Sobre cómo eligen a las ciudades que participan en la ruta, el director explicó que consideran en el programa a las que son más receptivas al cine mexicano, y que cuenten además con recintos cinematográficos ya establecidos.
“Hay una planta de recintos cinematográficos, llámense cinetecas o sitios independientes, que de alguna forma también estamos apoyando desde este programa para que sigan vigentes y diversifiquen un tanto sus actividades. No todos los días, ni todas las semanas hay realizadores o críticos que visiten la ciudad y que puedan dialogar con el público”, asintió.
Acerca de la importancia de propiciar espacios de exhibición para el llamado “otro cine mexicano”, Alfonso López refirió que es indispensable hacerlo, porque cada vez hay menos espacios para las producciones nacionales en las carteleras, situación que se ha agravado después de la pandemia.
“Es evidente la abrumadora presencia del cine norteamericano en las carteleras de los cines comerciales, y la oferta que llega del cine mexicano está enfocada principalmente en la comedia o terror comercial. Esta situación incluso se ha agravado después del periodo pandémico porque hubo muchas producciones norteamericanas que se quedaron esperando a que se mejorara la situación para estrenar, y llevamos un buen periodo donde van unas tras otras ocupando prácticamente todas las pantallas disponibles en el país. Entendemos que la planta exhibidora, es decir los cines, fueron los más afectados en los periodos de suspensión y que ellos también están tratando de recuperar los recursos que se dejaron de percibir, pero definitivamente la presencia del cine mexicano sigue siendo muy reducida, por lo que programas como este buscan mantener viva la llama del cine mexicano y fomentarla directamente en las ciudades a través de estas presentaciones”, asintió.
Agregó que en el país existen alrededor de 40 espacios independientes de exhibición, que van desde Tijuana hasta México, “donde se puede ver este tipo de cine pero son apariciones efímeras, tampoco en estos recintos las películas se pueden quedar varias semanas”.