Pancho es un oficinista “aspiracionista” clasemediero que vive desesperado por acceder a un puesto mejor en su trabajo y así poder conceder todos los caprichos de su familia. Inesperadamente, un día recibe la noticia de que su abuelo, un viejo y rico minero, ha muerto y que él es uno de sus posibles herederos. Motivado por la avaricia decide regresar al remoto y ruinoso pueblo de “La Prosperidad” que abandonó veinte años atrás, para reencontrarse con su muy resentida familia, lo que despertará la envidia, el rencor y el odio guardado por años.
Esta historia se cuenta en ¡Que viva México!, la nueva película de Luis Estrada que se estrenará en las salas de cine mexicanas este 23 de marzo.
Como cada sexenio, el reconocido director mexicano de la saga política de films como La ley de Herodes (1999), Un mundo maravilloso (2006), El infierno (2010) y La dictadura perfecta (2014), sorprende al público con una nueva producción; esta vez lo hará con ¡Que viva México!, cuya temática central es, en palabras del propio cineasta, “La gran división social causada por el discurso de polarización de la 4T desde que llegó al poder”.
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Luis Estrada comparte cuáles fueron sus motivaciones con este nuevo filme, que cabe decir, continúa con el tono de sátira y comedia que tanto le ha funcionado en sus trabajos anteriores.
“Desde La ley de Herodes hasta ¡Qué viva México!, han reflejado claramente preocupaciones muy personales que nacen de la experiencia de vivir, padecer y disfrutar este país. Esta película retrata la vida cotidiana del mexicano inmerso en la corrupción, la desigualdad social y la violencia, al mismo tiempo, es una reflexión sobre la idiosincrasia del mexicano en un tono de comedia negra, de sátira política, todo ello a partir de un momento de polarización e intolerancia en la que estamos viviendo”.
Asimismo, el cineasta comentó que una de sus influencias en la realización del filme tiene que ver con el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de Diego Rivera, porque representa las diferentes caras y máscaras que adopta el mexicano.
La cinta es estelarizada por Damián Alcázar, Ana de la Reguera y Alfonso Herrera, quien ya había trabajado con el director en la película La dictadura perfecta.
El actor comentó que se siente muy agradecido con Luis Estrada por volverlo a tomar en cuenta para este gran proyecto y añadió que al terminar las grabaciones, fue para él un momento de reflexión sobre las situaciones políticas, económicas y sociales que tanto preocupan a los mexicanos.
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Tras casi diez años de no filmar, el galardonado director del Premio Ariel a la mejor película con La Ley de Herodes y a mejor dirección con El infierno, regresa con ¡Que viva México!, filme que reúne a un gran reparto y que según el director, es una de sus películas más ambiciosas.