El oscarizado cineasta mexicano Guillermo del Toro rehusó este martes en Cannes cerrar puertas a las plataformas de "streaming" para sus proyectos, porque su primer deber es "contar historias".
Del Toro, ganador de dos Óscar por "La forma del agua" (2018), compartió debate con otros grandes nombres del séptimo arte, como parte de la celebración del 75º aniversario del Festival de Cannes.
"Mi primer deber es contar historias", dijo el director mexicano, "ya sea usando el dinero de un miembro de la familia o de una caja de pensiones".
"Cada vez que cerramos la puerta a algo, perdemos", insistió.
En la charla participaron, entre otros, el italiano Paolo Sorrentino, el brasileño Kleber Mendonça o los franceses Claude Lelouch y Michel Hazanavicius.
El debate abordó especialmente el papel de las plataformas como Netflix, uno de los temas polémicos en Cannes, reticente a seleccionar filmes financiados por estos gigantes porque no se estrenan en las salas de cine.
Para Del Toro, el mundo sobrevivió durante la pandemia gracias a tres cosas: la comida, las medicinas y las historias.
Las historias son una necesidad de "primer orden", remató.
El director de 57 años ha preparado con Netflix una adaptación animada de Pinocho ambientada en la Italia fascista de Mussolini, un proyecto en el que pensaba desde hacía 15 años y que propuso en múltiples ocasiones y siempre le dijeron que no. Hasta que se zanjó en una reunión con Netflix, contó en Cannes.
Paolo Sorrentino también consideró que lo más importante es contar historias, pero quizás no mediante estas plataformas.
- "Sobredosis" de posibilidades -
El director italiano piensa que no volverá a trabajar con Netflix, después del éxito de "Fue la mano de Dios", con la que participó en la Mostra de Venecia el año pasado.
Un filme Netflix "no creo que sea algo que vuelva a hacer", declaró.
"He trabajado con varios soportes, he hecho filmes para el cine, la televisión, pero al final, lo que prefiero es hacer películas como las hacía al principio", añadió el autor de "La gran belleza", Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2013. "Sólo en la gran pantalla encontramos todo el poder de una historia", señaló.
Según él, en estos últimos años, los directores han tenido una especie de "sobredosis" de posibilidades, y han trabajado en muchos proyectos, muy rápido, pero no para hacer forzosamente buenos productos. Fue una "falsa oportunidad".
También señaló que pocas veces estas plataformas financian películas de jóvenes talentos, los que precisamente pueden traer nuevas formas de filmar.
El brasileño Kleber Mendonça, un asiduo del certamen en el que ha competido varias veces y el año pasado fue miembro del jurado, también defendió el cine en la gran pantalla.
Recordó que su generación creció con las salas de cine y que siempre se asegura que las películas que rueda sean distribuidas en el cine. Pero admitió que tras su paso por las salas,"los filmes pueden ser vistos de muchas maneras".