En medio del desierto mexicano, el pueblo minero “La Esperanza” recibe la noticia de que su mina pronto cerrará, por lo que su única vía férrea será decomisada; para evitar que el pueblo caiga en la desgracia y en el olvido, los lugareños aferrados a su tierra habrán de unir fuerzas para construir un tren con sus propias manos.
Esta es la historia detrás de “Poderoso Victoria”, una película dirigida por Raúl Ramón, que además de ser un homenaje al ingenio mexicano, muestra la realidad de cientos de connacionales que, debido a la falta de oportunidades en sus contextos, se debaten entre la decisión de quedarse o migrar hacia otros lugares.
Contextualizada en 1936, la cinta se estrenó ayer como parte del 36º Festival Internacional de Cine en Guadalajara, y en ella participa un “Poderoso” reparto encabezado por Damián Alcázar, Gerardo Oñate, Edgar Vivar, Roberto Sosa, Joaquín Cosío, Eduardo España, Luis Felipe Tovar y Said Sandoval.
“Es un proyecto que tiene muchísimo corazón”, asevera Gerardo Oñate, quien en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO detalla que el guion recibió en 2011 el premio Alejandro Galindo del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y a partir de ahí comenzó a gestarse la considerada ópera prima de Raúl Ramón.
Una historia vigente
De acuerdo con el actor, la historia de este pueblo minero se asemeja a la de muchos otros en el país que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, se resistieron a desaparecer luego de que se acabara la extracción de minerales.
“Muchos pueblos mineros que pudieron haberse convertido en ciudades gigantes, que tenían muchísima afluencia de personas de todos los lugares del mundo, simplemente son ahora un montón de piedras. Lo que le pasa a `La Esperanza´ cuando le dicen: te vamos a quitar tu vía del tren porque tu mina ya no produce, es lo que le pasó a muchos pueblos al norte de México (…) como en el caso de Ojuela; una locación importante en Durango donde filmamos, que tenía Fabricas de Francia o Palacio de Hierro; tiendas importantes, boliche, baños, discotecas… y desapareció porque simplemente la mina se acabó.
“La realidad de `quedarse o irse´ es algo a lo que mucha gente en México y Latinoamérica se tiene que enfrentar (…) En ese sentido la historia es muy vigente, todos los pueblos que son integrados principalmente por mujeres niños y ancianos es porque la fuerza laboral se tuvo que ir del país, en su mayoría en condiciones ilegales para trabajar en el norte y conseguir un mejor futuro”, lamenta.
Aunque esta situación se verá reflejada en la película, Gerardo Oñate detalla que también se podrán atestiguar otras realidades como la del maquinista Durán, su personaje. Para meterse en el papel, el actor detalla que no se inspiró en un personaje real, sino en todo el contexto de la época, y lo hizo de la mano del historiador Alejandro Ahumada, quien “sabe perfectamente lo que sucedió en estos pueblos mineros, que solo contaban con ferrocarril para comunicarse con las capitales durante finales del siglo XIX y principios del XX”.
Hoy se proyectará una segunda función en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, y pronto se dará a conocer lo que sucederá con el filme: si se va de gira a otros festivales, si se proyectará en salas comerciales o si estará disponible en alguna plataforma digital; razón por la que el actor invitó al público a estar pendientes de las redes de este proyecto (@PoderosoVictoriaFilm).