Regresa Doqumenta con “mundos que conmueven”

El Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción de Querétaro se realizará del 7 al 11 de agosto en ocho sedes del municipio, incluyendo algunas delegaciones

Andrea Elizondo / Diario de Querétaro

  · martes 16 de julio de 2024

Foto: Cortesía / Doqumenta


El próximo mes los amantes del cine tendrán una excusa para reunirse y descubrir nuevas narrativas ante la llegada de la doceava edición del Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción de Querétaro Doqumenta.

Del 7 al 11 de agosto la Cineteca Rosalío Solano, el Museo de la Ciudad, el Jardín Guerrero y algunas de las delegaciones del Municipio de Querétaro se convertirán en las sedes oficiales del evento, donde se realizarán proyecciones, conversatorios y open mics.

Esta edición contará con un total de 76 títulos, de los cuales 61 son mexicanos (es decir, el 81 por ciento de la programación) y seis corresponden a cortometrajes queretanos. Se tendrá representación de 12 países, la mitad correspondiente a Latinoamérica con la participación de Chile, Panamá, Ecuador, Colombia, Brasil y Perú. Todas las actividades son gratuitas, a excepción de la experiencia gastronómica de la que más adelante será revelada mayor información sobre su concepto.

Con la finalidad de conocer mayor detalle sobre las novedades de este año, la temática que define esta edición y el tipo de narrativas que el público puede esperar dentro del catálogo, Diario de Querétaro dialogó con Aarón García del Real Lozano, codirector del festival.

  • ¿Cuál es el concepto de este año?

Cada edición buscamos armar el festival alrededor de un concepto, con eso empatamos la imagen, los materiales gráficos, la curaduría y la línea de programación. A la 12va edición de DOQUMENTA le llamamos “los mundos que conmueven”, siendo esta última un juego de palabras con el verbo mover, que implica no solamente la cuestión de empatizar con las historias; sino con hacer un llamado a nuestras audiencias a la acción, a movernos y hacer algo más que el solo explorar las distintas perspectivas y voces que descubrimos a lo largo de la duración del festival.

  • ¿Cómo fue que llegaron a este concepto?

Parte de dos puntos, uno de ellos del monitoreo que realizamos entre el público a partir de un ejercicio estadístico anual. Siempre les preguntamos cuáles son los tópicos o temas que más les interesa ver en pantalla. Debo decir que es un ejercicio sumamente interesante, porque siempre en los festivales de cine o espacios de exhibición cinematográfica se habla sobre la “formación de públicos” y del “educar a las audiencias”, como si nuestros espectadores no tuvieran criterio para saber qué quieren ver. Así que por eso mismo es que siempre nos hemos preocupado por darle este lugar a los que nos visitan y escuchar lo que a ellos les interesa, al igual que también surgen ideas para nutrir y enriquecer nuestro programa.

Por otro lado, deriva del cómo nos sentimos nosotros como equipo, al final de cuentas somos una organización y buscamos presentar proyectos que reflejan nuestra visión, misión y que coincidan con nuestros ideales como personas que habitamos y cooperamos desde la parte administrativa.

Partiendo de estos dos ejes, fue que comenzamos a discutir sobre qué concepto atribuirle a la nueva edición. Entre los materiales que estuvimos leyendo, dimos con la palabra solastalgia, que refiere a la preocupación, a la ansiedad, que provocan todos los cambios en el entorno, y de ese concepto fue que decidimos construir la temática de la presente edición.

Foto: Cortesía / Doqumenta

  • De su monitoreo, ¿qué temáticas fueron las más recurrentes?

Principalmente los temas ambientales, por eso es uno de nuestros focos centrales. También pedían temáticas sociales, que siempre forman parte de nuestra cartelera. Algo que nos llamó mucho la atención es que nos pidieron más contenido para la familia o dirigido a las infancias. De ahí en fuera, las demás recomendaciones fueron mucho más variadas.

Desde hace varios años ya tenemos definidos los ejes temáticos de la programación, y este tipo de consultas nos dan un contexto extra para saber en qué otra línea podríamos fortalecer las narrativas que presentamos, porque cada una atiende a un público diverso.

  • ¿Cuántas personas los acompañaron en la edición pasada? ¿Había foráneos?

Llegamos a 15 mil 200 espectadores, tanto virtuales como presenciales. Cabe mencionar que en las ediciones pasadas teníamos un festival de al menos 10 días, este año optamos por condensar nuestras actividades y reducir los días a cinco, pero esto no reduce la cantidad de actividades que tenemos por ofertar, de hecho vamos a proyectar mucho más filmes que en ediciones anteriores.

Al final lo que queremos es ofrecer la misma calidad en la experiencia sin extendernos tantos días, y poder permitirle al público crear su propio programa que le sea mucho más fácil de consumir en un par de días.

En el tema de público foráneo, identificamos presencia de visitantes primordialmente de la Ciudad de México, Guanajuato y, sorprendentemente, de Nuevo León.

  • ¿Qué nos pudieran comentar sobre los títulos queretanos que forman parte de la cartelera?

Claro, nuestro programa principal que llamamos Chimal, engloba toda la selección de títulos mexicanos, a su vez se divide en cuatro subcategorías: largometrajes mexicanos, cortometrajes mexicanos, cortometrajes universitarios y cortometrajes queretanos.

En lo que toca a Querétaro, para este año contamos con seis títulos, de los cuales solo hay dos instituciones educativas representadas que son Arte7 y el Tec de Monterrey, lo cual es interesante, porque en años anteriores la categoría local se encontraba predominantemente conformada por producciones universitarias, y este año ni siquiera representan la mitad de lo que se proyectará. ¿Qué nos quiere decir esto? Posiblemente estamos presenciando la emergencia de mayor producción independiente. Y como es la primera vez que sucede, no me atrevería a decir que es una tendencia, pero existe la posibilidad de que sea el camino que podamos seguir para los próximos años.

Ajeno a las instituciones educativas, contamos con la participación de Bajo Tierra Museo del Agua, que presenta un documental sobre la crisis hídrica; también está el proyecto de Sembrar historias, y otros que son independientes.

  • ¿Qué temáticas son las que están abordando los realizadores queretanos y mexicanos?

Es algo muy interesante, porque siempre procuramos tocar diferentes temas dentro de la programación, no queremos centrarnos en uno solo, pero sí notamos que hubo un interés muy predominante de los realizadores mexicanos por hablar sobre las historias de personas que pertenecen a grupos muy específicos. ¿Qué quiero decir con eso? Tenemos historias sobre una comunidad indígena que nos retrata desde una visión íntima a las personas hablantes que continúan con sus costumbres y tradiciones alejadas del entorno urbano; otro proyecto que habla sobre la comunidad japonesa en México, específicamente en la frontera de Tijuana con Estados Unidos; hay otro que retrata la perspectiva de los transportistas de la autopista 57, que es una de las carreteras que cruza casi todo el país y que cruza Querétaro en el tramo de Paseo 5 de febrero… Así que veremos historias muy humanas que desde un caso en particular se convierten en testimonios muy universales.

  • ¿Qué hay de la mirada internacional? ¿Se tocan los conflictos bélicos que acontecen en otros países?

Parte de lo que queríamos lograr con esta edición es proporcionar una perspectiva un poco más optimista, más esperanzadora, claro que no todos los títulos estrictamente entran en ello, pero sí tocamos la preocupación y la ansiedad desde un enfoque inspirador y positivo. Así que en la programación no se presenta ningún proyecto que toque el conflicto armado de Ucrania o el que está aconteciendo en Gaza. Principalmente de nuestros títulos internacionales tenemos miradas de Latinoamérica, las cuales entran dentro del programa de pueblos originarios, rostros y lugares, también en la categoría de Hábitat, donde entran los temas de cómo habitamos nuestros espacios y el cuidado del medio ambiente.

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  • ¿Este año contarán con títulos con narrativas desde las disidencias sexuales?

Claro, en el programa LGBTIQ+ contaremos con dos filmes sumamente prominentes. El primero habla sobre un campamento en una zona rural de Canadá, donde adolescentes no binarios construyen este espacio seguro para la convivencia y para compartir su sentir como parte de la comunidad. Es una mirada muy revitalizante, porque luego se habla de la vida queer desde situaciones muy fatalistas y atendiendo a la necesidad de que existan legalmente mecanismos para la protección de las disidencias; sin embargo, este documental presenta el tema desde una mirada más humana que parte de la necesidad de entenderse a sí mismos y que los espectadores que son ajenos a las disidencias puedan comprenderlos desde sus propios zapatos.

También tendremos un documental que habla sobre la comunidad trans y que lo entrelaza con la obra de Orlando de Virginia Wolf. El proyecto es una historia de transición que recrea pasajes del libro, convirtiendo la cinta en una experiencia única y poderosa.

Para ese mismo evento contaremos con un evento de open mic, cuya convocatoria ya cerró, pero en el que invitamos a personas de la comunidad LGBTIQ+ a subir al escenario a compartir sus propias historias, enriqueciendo así el diálogo al finalizar su proyección.

Todas las actividades de DOQUMENTA son completamente gratuitas y dirigidas al público en general. La programación estará disponible para su consulta a partir de las semanas entrantes a través del sitio web: https://doqumenta.org/. De igual manera se puede conocer las novedades a través de sus redes oficiales: DOQUMENTA (Facebook) y @doqumentamx (Instagram).