¿Recuerdas la banda sonora de la Amélie? ¿O de películas como Adiós, ¡Lenin!?, pues el genio detrás de estas composiciones, Yann Tiersen, llegará pronto a Querétaro para tocarlas en vivo.
El músico francés visitará la ciudad el 2 de junio, y se presentará en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez con su nuevo espectáculo.
Se tratará de un viaje por sus canciones más memorables, sus clásicos y parte de las composiciones de sus álbumes más recientes, All y Portrait.
Durante el concierto, el músico estará acompañado de las melodías de su piano, acordeón y violín además de los instrumentistas Emily Tiersen, Ólavur Jákupsson y Jens L. Thomsen.
Los boletos ya están disponibles en el sistema eticket, con precios que varían entre los 690 pesos y los 2 mil 70 pesos.
Su tour internacional 2022 también contempla a Ciudad de México (Auditorio Nacional, 1 de junio,), Guadalajara (Teatro Diana, 3 de junio) y Monterrey ( Auditorio Pabellón M, 4 de junio), además de países como Francia, Estados Unidos, Canadá, Portugal, España, Suiza, Bélgica, Alemania, Reino Unido y Suecia.
Yann Tiersen es considerado uno de los principales exponentes del minimalismo dentro de la música. En 1995 publicó su primer álbum La valse des monstres (El vals de los monstruos) y desde entonces ha destacado por su faceta multinstrumentista.
“`Un día pensé, en lugar de pasar días investigando y escuchando toneladas de discos para encontrar el sonido más cercano a lo que tengo en mente, ¿por qué no arreglo este maldito violín y lo uso?´ . Durante el verano de 1993, Tiersen se quedó en su departamento, grabando música solo con guitarra, violín y acordeón, guiado no por el canon clásico, sino por la intuición y su visión de `una anarquía musical´. A fines del verano de 1993, Tiersen había grabado más de 40 pistas, que formarían la mayor parte de sus dos primeros álbumes. La valse des monstres de 1995, inspirada en
Freaks de Tod Browning y The Damask Drum de Yukio Mishima; fue seguida seis meses después por Rue des cascades (Calle de las cascadas), una colección de piezas cortas grabadas con piano de juguete, clavecín, violín, acordeón y mandolina. Seis años más tarde, el disco encontraría una audiencia mucho mayor cuando varias pistas, junto con música de Le Phare, se utilizarían en la banda sonora de la película Amélie (2001) de Jean-Pierre Jeunet”, se lee en su página oficial.