Tras obtener por segunda ocasión el estímulo federal de México en Escena, la compañía de danza contemporánea Ciudad Interior, da continuidad a Código Paralingua; un proyecto dancístico enfocado en incluir a la comunidad sorda de Querétaro en esta disciplina, a través de la Lengua de Señas Mexicana (LSM) y su simbiosis con el lenguaje de la danza contemporánea.
De esta iniciativa se desprende la pieza “La manzana”, una coreografía inspirada en la percepción y el sistema de comunicación de las personas sordas, que se presentará hoy y mañana, a las 20:00 horas, en el Foro Múltiple del Museo de la Ciudad.
Para concientizar sobre la pérdida auditiva, los espectadores recibirán tapones para los oídos y un globo, que les permitirán una mejor percepción de las vibraciones que genera la composición musical elaborada ex profeso para la pieza.
Además, al final de la intervención artística se abrirá un conversatorio en el que se abordarán temas sobre la discapacidad auditiva y la inclusión.
Para el fundador y director de Ciudad Interior, Alejandro Chávez, Código Paralingua ha representado una vía exploratoria en la que se ha podido entablar un diálogo franco entre la sordera y la danza a través de la LSM, logrando un trabajo que profundiza en la la labor del arte como agente vinculador, sensibilizador y revolucionario que puede hacer converger dos mundos aparentemente lejanos, pero que forman parte de una misma realidad.
“Estamos en la primera etapa, de dos años en total, en los que seguiremos trabajando Código Paralingua (…) El trabajo con niños sordos es la nueva vertiente que tiene el proyecto (…) Ahora también queremos abrirnos a nuevas experiencias y posibilidades de trabajar con otras discapacidades”, refirió Chávez.
Nuevos horizontes en la danza
Tras el trabajo realizado y las experiencias derivadas de él, la compañía buscará llegar a más lugares del estado con su apuesta artística inclusiva, lo que podría representar una sinergia sin precedentes.
“Se habla mucho de la descentralización pero siempre se quedan en la capital todos los proyectos culturales de alto impacto “, lamenta el coreógrafo y afirma que para contrarrestar esta situación, con su compañía realizarán sondeos para establecer las necesidades reales en las comunidades lejanas a la capital queretana, y así generar líneas de acción a través de la danza.
Además, señaló que buscarán incluir en las coreografías a bailarines sordos, para hacer efectivo su derecho a la cultura.
“Una de las premisas de la compañía fue cambiar el discurso [de la danza contemporánea] e incluir a más gente (…) Lo más importante para nosotros era abrir un nuevo espacio de inclusión social. Y es real (…) Tan solo en el último trabajo estuvo Juan Toscano (artista sordo) bailando; a un nivel muy básico, pero integrado dentro de la compañía. Ahora pretendemos que sea más grande el alcance, buscando que participen niños porque no hemos hecho este proyecto para justificar el apoyo, detrás hay una labor que ha sido bastante difícil (…)En el que no buscamos imponer, sino escuchar y ver qué pueden ellos crear en cuanto a la estética del trabajo propuesto, porque si no, sería una especie de imposición colonialista”, aseveró el coreógrafo en una entrevista anterior.
Las últimas funciones de “La manzana” serán presentadas el 22 y 23 de octubre en el Foro Escénico del Museo de la Ciudad a las 20:00 horas con una cuota de recuperación de 100 pesos por persona.
Ciudad Interior fue fundada en 2008 por Alejandro Chávez, con el objetivo de integrar las distintas disciplinas artísticas en la danza contemporánea para la difusión del arte como motor de renovación social.