Colores, Aromas y Devociones. Semana santa en la ciudad de Querétaro

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Edgardo Moreno Pérez | Colaborador Diario de Querétaro

  · viernes 16 de abril de 2021

Foto: Fernando Reyes | Diario de Querétaro

[...] ¡Cantar de la tierra mía, / que echa flores / al Jesús de la agonía, / y es la fe de mis mayores! / ¡Oh, no eres tú mi cantar! / ¡No puedo cantar, ni quiero / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en el mar!

La Saeta. (Fragmento). Antonio Machado.

Jacarandas en flor. En esta época visten de lila a la ciudad para acompañar al Nazareno en su pasión. Algunos vecinos del Centro Histórico -donde se incluyen los barrios tradicionales-, colocan en sus puertas y ventanas, moños de color morado y blanco, por donde pasará el Vía Crucis y la Procesión del Silencio. Las calles se llenan de turistas, de puestos circunscritos a ciertas áreas en donde venden la típica comida, hasta los hot cakes y hot dogs; en los últimos años se ha tratado de rescatar la juguetería, gastronomía y repostería típica, en ocasiones alentado a través de concursos de artesanos. Las medidas sanitarias para atenuar la pandemia han cambiado esta manifestaciones. Que se programan de manera virtual y ciertos actos litúrgicos atendiendo a la sana distancia y aforo restringido.

Ritual Litúrgico. La fecha para la celebración de la Semana Santa, es movible, y puede variar entre los meses de marzo y abril. Se trata de una mezcla de tradiciones romanas, judío cristianas, entre otras culturas, en la que los templos se visten de negro, morado y púrpura, y las imágenes son tapadas con lienzos de los mismos colores, señal de penitencia, durante el periodo cuaresmal. Inicia con el Viernes de Dolores, cuando los queretanos festejan a la Virgen de los Dolores, Patrona de la Diócesis de Querétaro. Antes de la fiesta, se organiza una peregrinación hasta su santuario de Soriano, en el municipio de Colón. (En esta ocasión no fue permitido por la Diócesis). En la ciudad, el Museo Regional, las casas de Cultura y otros centros de cultura, acompañan a los altares que algunos queretanos tradicionales colocan en sus casas, adornando a su “Dolorosa” con trigo verde, naranjas agrias con banderas doradas, y aguas frescas para ofrecer a quienes se detienen a orar.

El Domingo de Ramos. Los atrios de los templos de la ciudad son ocupados por los artesanos; algunas mujeres vienen desde los estados de Michoacán, Guanajuato y de comunidades del Semidesierto Queretano, tejen las palmas artísticamente para ofrecerlas a los fieles. Hay también puestos de hierbas de romero, laurel, manzanilla, limas y limones reales. Las palmas se bendicen antes de la misa para recrear la entrada de Jesús a Jerusalén. Nuestro pueblo religioso y con una mentalidad mágica secular, guarda sus palmas como amuletos que se colocan detrás de las puertas, junto a la estampa de San Ignacio de Loyola, para que “el demonio no entre”; en las comunidades rurales las usan para diversos remedios, así como para “cortar las culebras, tormentas que aparecen amenazantes en el horizonte y que perjudican a las sementeras.

Los Oficios. Se rezan el lunes, martes y miércoles santos, para prepararse a recordar la pasión de Jesucristo. En algunos templos se acostumbra acompañar los ritos y ceremonias con coros y orquestas de cámara, acompañadas por la música del órgano. El Jueves Santo, en el templo de catedral, el obispo celebra la misa de Consagración del Santo Crisma y los Santos Óleos; en todos los templos se hace el “lavatorio de pies” y la procesión del Santísimo hasta el “monumento”, colocado indistintamente en el presbiterio, al lado del evangelio o de la epístola. Estos monumentos son un despliegue de ingenio del arte efímero, y en alusión al rito de la Nueva Alianza, se visitan los siete altares, los templos de la ciudad se colman de fieles, turistas, curiosos y comerciantes. Dentro y fuera de los templos se proporcionan oraciones, novenas, las visitas de los siete altares, pan sin levadura, manojos de manzanilla, a cambio de una limosna. El ambiente se carga de aromas entre los que sobresalen el de la manzanilla y el de la cera que arde en el altar. El COVID-19 por este año propicia otra forma de vivirlo.

El Viernes Santo. Inicia el Triduo Pascual con el que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Hay rezos de laúdes, viacrucis, la meditación sobre las Siete Palabras, una celebración litúrgica y la Adoración de la Cruz. Para rezar el Vía Crucis, los fieles, encabezados por la cruz alta y los ciriales, inician los responsos frente al cuadro de la Primera Estación; después, la procesión avanza dentro del templo, y se va deteniendo a rezar en cada uno de los cuadros que representan las catorce estaciones del viacrucis. En algunos lugares, se desarrolla un Vía Crucis viviente. Representado en forma de teatro catequístico, con la participación de personajes escogidos entre los fieles y vecinos para escenificarlo.

Procesión Penitencial. En el convento de La Cruz se lleva a cabo un retiro espiritual en el que hacen penitencia y ayuno durante los tres días, como preparación para participar en la Procesión del Silencio del Viernes Santo. En la época virreinal las procesiones fueron actos expiatorios públicos. Las procesiones fueron suspendidas en tiempos de guerra o de epidemias y con las Leyes de Reforma se limitaron al interior del templo, en el atrio o en el claustro. En la actualidad, las hermandades, cofradías y asociaciones religiosas hacen la procesión del Santo Entierro denominada Procesión del Silencio, recorriendo las calles principales del Centro Histórico como un acto de penitencia pública, que ahora forma parte muy importante de la atracción turística de la ciudad. Los penitentes cargan su cruz con diferentes grados de mortificación corporal; algunos atan cadenas a sus pies, otros van descalzos o con sandalias, unos cargan al hombro una cruz de mezquite mojado de diferentes tamaños según toque en la repartición de cruces a la salida del convento y otros llevan una cruz sencilla delante del pecho sostenida entre las manos. En 2021 se hizo de manera virtual.

El Sábado Santo. Segundo día del triduo pascual, es el día de la sepultura de Jesús y por lo tanto, este día no se ofrece la Misa, ni se distribuye la Comunión, solamente se cantan laúdes, se rezan el Vía Crucis y se da el pésame a la Virgen. El tercer día del triduo pascual inicia el Sábado Santo con la Solemne Vigilia Pascual por la Resurrección del Señor. Pasadas las diez de la noche, se bendice el Fuego Nuevo; el Cirio Pascual que representa a Cristo resucitado, y se hace la renovación de los compromisos bautismales. Con la celebración de la Eucaristía se simboliza la Nueva Alianza y el Cordero Pascual. A un costado del templo de San Francisco, se hacía la quema de los "judas".

El Domingo de Resurrección. Se realiza la Solemne celebración de la Pascua, y por la noche, en la verbena popular se lleva a cabo otra “quema de judas”, con representaciones de personajes del deporte, la política, el espectáculo, y algunas veces con representaciones de temas como los Siete pecados capitales.

Las tradiciones y costumbres tienen sus variantes y sus nuevas expresiones. Son por otra parte una forma de percibir las prácticas sociales y creencias de un grupo humano. Así como los fenómenos de tradición - modernidad en una región que recibe cada día a nuevos queretanos.