Cráneos humanos y de animales, plumas de aves exóticas como el quetzal o el faisán, armas aztecas como el macuahuitl, pintura de guerra y una vestimenta colorida; todo esto es parte del atuendo de cada uno de los miles de concheros que año con año desfilan por las calles del centro histórico hasta el Templo de la Cruz.
Las festividades inician desde el 12 al 15 de septiembre, días en que concheros de todo el país acuden a Querétaro para ser partícipes de esta monumental fiesta.
Ya sean niños desde 1 año de edad hasta adultos de más de 60, el entusiasmo y la tradición se aprecia en cada uno de ellos; “yo danzo desde que era un niño, mi padre me inicio en la tradición y a él su abuelo, yo ya traigo a mis hijos a danzar y quiero que ellos hagan lo mismo con sus nietos”, comenta uno de los danzantes cuya espectacular vestimenta va coronada de un casco con plumas multicolores de más de dos metros de altura.
El recorrido de los danzantes atrae no solo la atención de los locales sino también las miradas internacionales, pues turistas de diversas partes del mundo como Canadá, Estados Unidos, Japón y Europa, acuden a deleitar la mirada presenciando el recorrido de los miles de concheros, además de inmortalizar el evento con la toma de fotografías.
Se trata de una de las tradiciones más arraigadas de Querétaro y el centro del país, así como una de las más vistosas.