Conoce a Querétaro más allá del mito en el 493 aniversario de la ciudad

Investigadores y especialistas en el tema comparten datos curiosos relacionados con la fundación

Andrea Elizondo / Diario de Querétaro

  · jueves 25 de julio de 2024

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro


La guerra entre los conquistadores y los chichimecas arrancó al resonar los tambores y clarines, el teponaztle y el huéhuetl, la chirimía y el caracol. El humo de la pólvora y flechas cayendo de los cielos fueron las protagonistas de la batalla, ni siquiera el eclipse solar pudo detener el sangriento encuentro.

Fue cuando el ejército de la Corona Española parecía estar a punto de desistir ante el ímpetu de los chichimecas que de los cielos bajó Apóstol Santiago montado en su caballo con una férrea espada y una cruz luminosa. Ante la imagen, los indígenas soltaron sus armas para proclamar “Él es Dios” y aceptaron la sumisión ante la Corona española.

La convocatoria atrajo grupos de danzantes apaches y soldados. Foto: Miguel Cruz / Diario de Querétaro

Eso relata el mito fundacional de Querétaro, mismo que fue registrado por cronistas de la orden franciscana aproximadamente en el siglo XVII. Gracias a esos documentos es que cada 25 de julio la ciudad se reviste de listones, colores y fuegos artificiales.

Hoy, por el 493 aniversario, DIARIO DE QUERÉTARO se dio a la tarea de consultar con Edgardo Moreno Pérez, antropólogo social e historiador de la cultura, y Ricardo Jarillo Hernández, profesor e investigador del Instituto Nacional de Antropología (INAH) Querétaro, sobre aspectos sociales y culturales que definieron a nuestra ciudad durante sus primeros años, al igual que datos curiosos relacionados con la fundación de la ciudad Santiago de Querétaro.

¿Por qué se fundó la ciudad?

  • Era zona de interés por su ubicación geográfica

La zona, al ser parte del semidesierto, nunca se ha caracterizado por ser un lugar próspero para la agricultura o la ganadería; pero fue su cercanía con estados como Zacatecas y Guanajuato, que cuentan con minas de plata y oro, lo que hizo que fuera vista como un punto estratégico para la Corona Española.

  • El mito fundacional es más joven que Querétaro.

El establecimiento de Querétaro fue en 1531 por Fernando de Tapia, un chichimeca convertido al catolicismo por Hernán Pérez de Bocanegra; pero no recibió el título de ciudad hasta el siglo XVII –esto por iniciativa de los criollos que habitaban la zona y que querían que Querétaro fuera reconocida como una ciudad hispana, por lo que compraron el nombramiento, el escudo de armas y los puestos del ayuntamiento español.

La leyenda fue documentada un siglo después por los franciscanos en un ejercicio de reimaginación de la conquista para hacer un lado lo sangriento que fue este suceso. Por lo que, tanto el relato como la fecha en la que se celebra el aniversario corresponden a un proceso de idealización de la crónica y elaboración de una historia más digna para la Corona.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

  • La comunidad indígena tuvo asentamientos en el Centro Histórico.

Por los registros históricos se conoce que, tradicionalmente, la zona de los pueblos indígenas en la localización estaban distribuidas alrededor de la capital queretana, muchos de los cuales se ubicaron en La Otra Banda (como San Roque y Santa Catarina), cruzando el río; o en las cabeceras: San Pedro de La Cañada (El Marqués); San Francisco Galileo (Corregidora); San Juan Bautista (San Juan del Río);y San Miguel Huimilpan (Huimilpan).

No obstante, al interior de la ciudad existían barrios como San Antoñito, Santa Ana, San Isidro, El Espíritu Santo que fueron habitados por población indígena, misma que eventualmente fue desplazada hacia las periferias.

Foto: Miguel Cruz / Diario de Querétaro

➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante

  • ‘Querétaro’ proviene de un vocablo purépecha

Los españoles denominaban al territorio que ocupaban acorde a como era nombrado por los nativos y en el caso de Querétaro diversos estudios de lingüística han revelado que la palabra no pertenece a un vocablo otomí o náhuatl; sino, que tiene una raíz purépecha de la región de Michoacán.

Foto: Irias Sánchez / Diario de Querétaro