Contraluz: Javier Camarena

Tenor veracruzano, que se ha encumbrado en los más grandes escenarios del mundo

Carlos Jiménez E.

  · miércoles 31 de julio de 2019

Obtuvo en 2004 el primer lugar del XXII Concurso Nacional de Canto Carlos Morelli./Cuartoscuro

En estos tiempos de frecuentes vientos secos y fríos que pueblan nuestra narrativa cotidiana vale a veces abrir paréntesis, ejercer salud, silencio y reflexión, y llamar al mundo de los alientos y los afanes para saciar un poco el reseco cuenco de las alegrías y el gozo.

Reconocer por ejemplo que un mexicano, como muchos otros que saben de triunfos en distintas disciplinas y geografías del orbe, tiene creciente éxito y reconocimiento unánime.

Actualmente es Ludwig Carrasco dirige la agrupación queretana.

Se trata de Javier Camarena, tenor veracruzano, que se ha encumbrado en los más grandes escenarios del mundo gracias a sus cualidades vocales, a su humildad y a su alegría al emprender retos en los que muy pocos triunfan.

El experto Wilborn Hampton ha escrito: Camarena es sencillamente el tenor joven más emocionante en la actualidad. El tenor mexicano, tiene una voz tan pura y brillante como el oro, está en el camino de convertirse en la próxima súper estrella de la ópera mundial.

Ya en 2014 sobre sus presentaciones como el Príncipe Ramiro en La Cenerentola de Rossini, en el Festival de Salzburgo –el más importante del mundo en música clásica-, Martin Wheeler de Opera News escribió: La actuación de Javier Camarena fue incandescente. Su maravillosa interpretación del aria de Ramiro en el segundo acto fue un impresionante tour-de-force, al final del cual el público irrumpió en aplausos en una ovación de pie, con gritos, aclamaciones y golpeando el piso con los pies, ampliamente merecidos. Camarena, no hace trucos. Su agilidad vocal es fascinante, con cada nota colocada en su centro. La belleza de su voz nunca lo abandona, y el fraseo de su línea de canto es el de un verdadero músico. Su pianísimo filado en el dúo del primer acto con Cenerentola fue de una belleza que conmovió hasta las lágrimas. Sumado a todo lo anterior, Camarena es un actor natural; proyectó deleite, ira, compasión y determinación con convicción. Su inolvidable actuación será una memoria atesorada, de una gloriosa Cenerentola”. concluyó Wheeler.

Lo cierto es que Javier Camarena se ha convertido en el furor del mundo de la ópera, siendo apenas el tercer cantante en los últimos setenta años del Metropolitan Opera House de Nueva York, en ofrecer un bis –repetir un aria ante la aclamación del público-.

Javier Camarena (Tonio) en una escena de La Hija del Regimiento. Foto tomada de la página oficial de la Royal Opera House.

Esta misma hazaña la repetiría meses más tarde en el Teatro Real de Madrid. El tenor mexicano ha sido el primero en bisar en dos funciones consecutivas en la historia de ambas casas de ópera.

Este año también ha sido para él de ensueño: en el Metropolitan Opera House, hubo de bisar en las siete funciones seguidas en que protagonizó La Hija del Regimiento, al igual que el mes pasado en las cuatro funciones de la misma ópera en el Royal Opera House de Londres.

Javier Camarena ha sido admirado por la belleza de sus interpretaciones en un repertorio en el que se entreveran obras de Bellini, Bizet, Donizetti, Mozart, Rossini, Verdi y Hyden, interpretando protagónicos bajo la batuta de destacados maestros como Claudio Abbado (qepd), Zubin Mehta por mencionar a algunas.

Lejos quedaron ya sus estudios de canto en la Universidad Veracruzana y en la Universidad de Guanajuato bajo las órdenes de los maestros mexicanos Armando Mora y Eugenia Sutti, entre otros.

Lejos también las diferencias familiares que esperaban de él un ingeniero –como lo indicaba la tradición familiar-, al servicio de la CFE.

Lejos también sus ilusiones de niño que cantaba, gritaba dice él, ante unas barrancas cercanas a la periferia de Jalpa, donde gozaba el eco de sus intentos de imitar el canto de los pájaros.

Hoy, la crítica especializada, en casas tan importantes como la Staatsoper de Viena, Bayerische Staatsoper de Munich, Semperoper de Dresden, el Teatro Real de Madrid, el Gran Teatre de Liceu en Barcelona, la Ópera de París, el Festival de Salzburgo, la Royal Opera House de Londres, el Teatro Colón de Buenos Aires; y en los Estados Unidos, la San Francisco Opera y la Metropolitan Opera (MET) de Nueva York, entre otras, ovacionan sus interpretaciones de un repertorio que incluye obras de Bellini, Bizet, Donizetti, Haydn, Mozart, Rossini y Verdi.

Ubicado en la tesitura de tenor lírico ligero habla de los bises que mediante aplausos le demandan: "Se siente como un sonido de tsunami llegando a ti… cubre todos y cada uno de los espacios del teatro. Me tiembla el estómago. Pero no es solo por el aplauso, es la atmósfera. Se puede cortar con un cuchillo. Es realmente mágico y alegre. Y realmente puedo sentir eso".

Su primer concurso no fue halagador, participó en Perú en una audición en 2001 y sólo le dieron las gracias.

Pero después, en 2004, ganó en México el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli.

En el 2005, obtuvo el primer lugar en el Concurso de Canto Juan Oncinas en Barcelona.

Posteriormente en el 2006, se integró al International Opernstudio en Zurich, bajo la tutela del maestro, también mexicano, Francisco Araiza.

Desde entonces, sin olvidar presentaciones en la Ciudad de México y varias capitales del país, todo ha sido estudio, actuaciones, viajes, ovaciones… la cumbre.

Los éxitos de Camarena, como de otros muchos mexicanos en el mundo, son hoy como viento fresco en medio de las complejidades de un tiempo nublado.