En el olvido y sumando tiempo, polvo y remembranzas a un costado del mercado de El Tepetate, se encontraba a la deriva una bodega fúnebre que albergaba toda la parafernalia y tradición de los Funerales Ortega.
Ataúdes tallados en madera con grecas, sencillos y apolillados o con escarolas de satín; unos más cubiertos de terciopelo o de metal como metáfora de memorias mutiladas e historias no contadas.
Así yacían aquellos vestigios de la muerte hasta que el artista francés Gaspard Le Guen, en un viaje a la ciudad de Querétaro en el año 2018, dio con un gran letrero de metal oxidado y pintura deslavada que llamó de inmediato su atención: “Ortega Funerales” era la leyenda inscrita en aquella colosal estructura de más de dos metros. Como artista visual, de inmediato dio vuelo a la imaginación para crear un proyecto en lo futuro y adquirió aquel letrero, sin imaginar el encuentro cultural, simbólico y trascendente que tendría tres años después.
Luego de un trabajo documental, exploratorio y de conocer las historias de vida tanto de los propietarios de aquella bodega, como de la gente alrededor del barrio de El Tepetate, el artista comenzó una inmersión en un mundo entre la vida y la muerte con sus respectivos simbolismos, tabúes y misticismos, para convertirse en un huésped de tiempo completo de aquella bodega mortuoria en la que comenzó a maquilar el proyecto: “Servicio nocturno” con el cual hoy habrá de dar nuevamente vida a este recinto con una serie de actividades culturales y artísticas que complementarán la esencia y atmósfera indescriptible que un lugar de esta naturaleza puede tener.
“Siempre he trabajado de una manera muy contextual y buscado gente y espacios que tengan historias que contar, objetos que tengan trascendencia (…) Me pasó aquí, un día fui hasta el Tepe, encontré este espacio y de pronto en un muro un letrero dio inicio a esta historia”, describió Le Guen en entrevista.
En el año 2020, en medio de la pandemia y luego de un accidente durante un montaje de obra, Gaspard recordó su compra en aquella bodega vieja a la que decidió regresar y a través de la cristalización de sus ideas, fue tejiendo la evidencia cultural de lo que acontece en lo cotidiano en México, y de lo que sucede a raíz de la vida y la muerte alrededor:
“La gente del lugar me abrió nuevamente las puertas y luego de conocer las historias decidí comprar 14 ataúdes más de los que la gente usaba, rentaba y volvía a usar; me impactó mucho el simbolismo de morir en la tierra y trascender a partir de los rituales, de las ofrendas y demás; en este caso la gente rentaba los ataúdes para esas ceremonias y ya, después seguían sirviendo a otros (…) Es algo muy extraño, cuando lo pienso no sé si a mí me gustaría morir en una caja que sirvió a otros muertos”, bromeó el artista.
Ahora, en el 2021 el proyecto tomó más forma y Gapard se encuentra reuniendo una serie de personajes y personalidades en torno a la vida alrededor del barrio: payasos, músicos, raperos, artistas callejeros, vendedores, comerciantes, testigos… con quienes ha trabajado una serie de fotografías, así como documentación de testimoniales y a su vez, prepara una película que aunque no sabe aún la fecha de lanzamiento, se ha producido bajo todos estos elementos que tienen relación con la tradición, la emotividad y la colectividad en torno a la muerte.
“La obra será abrir de nuevo la funeraria y ponerla nuevamente en vida el 2 de noviembre por el Día de Muertos que simbólicamente representa muchas cosas que no me pertenecen y que no entiendo en la totalidad, pero con lo que quiero generar un diálogo y una dinámica artística en la que hagamos un encuentro con la muerte desde ahí (…) Es tal vez un juego decir que abriré una funeraria que es un poco loco, pero es una forma de unirme a esta tradición”, declaró Le Guen.
Como parte de su experiencia, Gaspard ha encontrado inspiración en la forma de la tradición mexicana respecto a la muerte, las risas, la música, la celebración y sobre todo, la forma en cómo a pesar de la pérdida, recordarlos es una forma de tenerlos de vuelta.
La cita es hoy a partir de las 18:30 horas en este recinto ubicado en 24 C. Jiménez, a un costado izquierdo del mercado de El Tepetate. La entrada libre.
Cabe mencionar que Jorge Pitol y Horacio Warpola participarán en “Servicio nocturno” con el performance “Polvo de ataúd suspendido en el espacio”, y Joshimar KL se sumará con música en vivo.