La obra escrita en 1953 por Rafael Solana regresó a los Cómicos de la Legua. Bajo la dirección de Alexandro Celia, la compañía presenta los viernes y sábados, la segunda temporada de “Debería haber obispas”.
En ella se narra la historia de Matea, quien dedicó toda su vida al cuidado del Obispo del pueblo, Feliciano, quien fue víctima de la locura previo a su muerte. Rechazada por el pueblo, la culpan por la muerte del padre, hasta que se interpone la idea de que Matea conozca todos los secretos de confesión que se depositaron en el padre.
“Es una comedia divertida de Rafael Solana, se escribe en los 60 cuando las mujeres empezaban a votar, es divertida, hacen de todo con tal de que no se sepan los secretos. No ha sido difícil por la situación que se plantea con las mujeres, es una crítica social a lo que vivían en esa época, delegadas a las labores del hogar, algo que por desgracia sigue vigente; incluso en el montaje las chicas se oponían al final que se plantea”, explicó la directora de la compañía universitaria, Patricia Corral Campuzano.
“Debiera haber obispas” se presentará los viernes y sábados de marzo y abril. Todas las funciones se realizarán en el recinto de Cómicos de la Lengua a las 20:30 horas y el costo del boleto es de 200 pesos, con descuento para estudiantes maestros e INAPAM.