Llama del corazón, amor divino, reenciéndete para mí, dame tu fuego para que pueda ver a los ángeles bailar.
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(a Basho)
Amarilla, pequeña, no sé tu nombre,
brillas entre la verde maleza,
hija del sol.
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Ya lo dijo el eminente sabio Rigo Tovar: Quítate la máscara y ven a bailar.
Quizá me falte expiar más mis faltas, abrir más mis orejas, destruir mi super ego, doblar más la cerviz, limpiar el corazón, abrirlo totalmente al amor. Por medio de actos lo realizaré, y pediré más fe, mucha fe.
Estas ideas me han surgido al leer la vida de Milarepa.
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Con cuánta razón a Fernando Solana Olivares le ha cautivado la figura de Margarite Yourcenar. Comparto su pasión y admiración. Y cito un texto que me ha vuelto a despertar el interés por esta mujer maravillosa: Opus Nigrum
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Que necesario es leer ensayo teórico y que bien se diente uno después. Quería leer algo fuerte y le entré a las Otobiografías, de Jacques Derrida. Luego luego sentí su fuerza, su sabor. Refrescó mi mente.
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El agua llueve desde la regadera
su canto me acaricia
me tapo con paraguas.
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Lo más chido es que nunca sabes qué va a suceder en tu sueños nocturnos, es un espacio abierto a la incertidumbre (palabra maravillosa). Benditos mundos.
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Hermoso nombre para un poema: Mi hermana la vida. Tan sólo con él me basta para amar de antemano a este texto y al autor: Boris Pasternak. (Leo: El oficio de escritor).
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He estado leyendo casi todo el día artículos de Luis González de Alba. Algunos los he fichado. Me he enterado de muchas cosas. Llego a una primera conclusión: nadie tiene totalmente la verdad. En cada persona podemos encontrar luces y sombras, a veces más unas, a veces más las otras. Por ejemplo, González destroza a Monsiváis. Es probable que tenga razón en algunas o en muchas cosas, no lo sé, pero también es un hecho que Monsi es un personaje importante de nuestra cultura y un señor que, cuando menos a mí, me enseñó mucho. Luz y sombra. Señalar unas, sin descartar las otras.
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Cada vez le encuentro más razón al planteamiento de Buda del justo medio, o como yo le he llamado: la filosofía del cacho y cacho. Por ejemplo, en la relación entre el discurso de la Modernidad y la crítica de Posmodernismo.
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Soy naturalista, realista, simbolista, expresionista, posmoderno, seguramente un producto de mi época, síntesis de todo, ¿cómo superar el tiempo que te toca? El genio brota en donde por azar, conciencia o rebeldía, se logra sobrepasar la circunstancia en que se ha nacido.
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Estoy viendo la película Pina, de Wim Wenders, y me llena de ideas para bailar en todos lados y de mil maneras videograbando todo. Es una película seminal. Chido.
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¡ Qué idioma no es hermoso ¡ ( Lo pienso mientras escucho el japonés en La Balada de Narayama ).
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Qué es todo lo subrayado sino la identificación plena con determinadas ideas escritas en los libros. Y con esa identificación me construyo, refuerzo, aproximo, adelanto, encuentro, explico. Subrayo para que no se me vayan esas joyas, para que estén conmigo siempre que habrá el libro. Sé que para muchos no está bien que se rayen los libros, quizá hasta los estoy inutilizando porque mis subrayados pueden molestar a otro, o hasta en caso de que quisiera vender el libro, ya no interesaría puesto que está rayado. Así que, esos subrayados-pintura, debo hacerlos con mucho cuidado para que valgan la pena, dado que son la señal de muchas asociaciones y conceptos, cada color de pluma utilizada, cada época, cada relectura. Mis subrayados son una caricia sobre el texto porque así me doy cuenta para qué es la literatura. No se escribe porque sí, ni se lee porque sí. Claro, hay gozo, asombro, aprendizaje. Se escribe y se lee para actuar en el mundo, y si es posible para actuar cada vez mejor, con más sabiduría, con más aplomo, con más seguridad, más iluminado, más completo. Lo mío no es rayar libros, si no pintar obras de arte en donde me encuentro y transformo, para saltar de la hoja al mundo y ver qué puedo hacer del brazo de otros.
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Muchos creen que porque la riegas en la vida, y a veces de maneras terribles y dramáticas, ya no tienes derecho a hablar ni a opinar ni a cuestionar, estás desacreditado, eres un hablador. Yo digo que no, que al contrario, y sobre todo si has tratado de sacar, con honestidad y humildad, alguna enseñanza. Quizá, hasta tengas más derecho a expresarte que aquel que quiso callarte.
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¿Cuánto dura un pensamiento encarnado en la sociedad y cuánto tiempo flota vivo en el aire, definiendo las acciones de la gente? Me pregunto esto al leer la frase: “…ya que en la forma de pensar de la Edad Media, la felicidad era un estado futuro que se alcanzaba por medio del sufrimiento en el presente”. La cita es del libro Confesiones de un joven novelista, de Umberto Eco, (p. 64).
Esa idea siguió durante mucho tiempo más allá de la Edad Media , y sigue viva todavía hasta el presente. En mi casa, cuando niño, era un pensamiento que permeaba nuestro mundo, sobre todo en la mentalidad de mi madre.