Como resultado del cierre obligado de cines debido a la pandemia por Covid-19, las empresas dedicadas a la distribución del séptimo arte han tenido que optar por el cierre definitivo de algunas de sus salas.
Tal es el caso del complejo de Cinépolis ubicado en Pabellón Campestre, que de acuerdo con el testimonio de trabajadores de locales circundantes, se comenzó a desmontar a principios de esta semana.
Al momento, las puertas del espacio lucen protegidas por carteles de cines, sin embargo, al interior se aprecia que tanto las taquillas como la dulcería fueron eliminadas.
De acuerdo con El Sol de México, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), Cinépolis concluyó operaciones en nueve recintos, mientras que Cinemex lo hizo con cinco.
“Son complejos que eran relativamente nuevos y que ni siquiera lograron recuperar su inversión”, explicó Tábata Vilar, directora general de Canacine, quien aseguró que esto también impactará en el proyecto de construcción de nuevas salas y que es una parte importante en la derrama económica de este sector: “está cancelado hasta que esto pase”, comentó.
En entrevista realizada hace un mes con Fernando de Fuentes, presidente de la Canacine, informó a Diario de Querétaro que la estimación sobre lo que se dejó de vender durante la pandemia trasciende a 100 millones de entradas, lo que representa cerca de 5 mil 300 millones de pesos.
“Estamos hablando sólo de entradas de cine (…) las pérdidas son incalculables (para la industria) porque como cámara nos compete evidentemente también todas las actividades cinematográficas como la filmación y producción, que sabemos que entre producciones de largometrajes y algunas series, hay más de 45 producciones detenidas [en el país], y al menos 30 son filmaciones de cine”, señaló.
En tanto, las distribuidoras de cine ya retoman labores de promoción para el lanzamiento de cintas que llegarán a las salas, al menos las que ya están en funcionamiento, en agosto próximo.