En el mundo, los internautas están de fiesta. Hoy celebran la cultura y la comunicación digital, a través de plataformas y servicios electrónicos como Facebook, Instagram y Twitter, en el marco del Día Mundial del Emoji.

“Usamos emojis todos los días, así que ¿por qué no celebrarlos?”, se lee en el sitio web de Emojipedia, una iniciativa de Jeremy Burge, que desde el 2013 ha documentado el significado y el uso común de estos pictogramas.

Sobre una muestra de seis billones de pictogramas en Twitter, los analistas de Brandwatch sistematizaron la información bajo las clasificaciones oficiales de emojis positivos y negativos, encontrando que en México los estados más negativos son Querétaro, México y Zacatecas, mientras que los positivos son Yucatán, Baja California Sur y Oaxaca.

Además, en el mismo informe se determinó que las mujeres son más propensas a usar emojis (61%) y tienen un 11% más de probabilidades de elegir los que representan alegría; en tanto que los hombres, tienen un 35% más de probabilidades de usar los que simbolizan el miedo.

De acuerdo con las estadísticas brindadas por Emojipedia, más de 900 millones de emojis son enviados diariamente a través de Facebook Messenger, y más de 700 son empleados en sus publicaciones.

Desde su popularización en 2011, al acervo de los emojis se han sumado íconos que reflejan la complejidad social y diversidad cultural del mundo.

Pictogramas de la mezquita, el taco, el mate, así como emojis inclusivos que visibilizan la discapacidad y la diversidad sexual, e incluyen variaciones del tono de la piel, forman parte de las actualizaciones que se han hecho desde el 2014.

Las estadísticas sobre su uso han servido también a los investigadores como Thuy Luongová –autor de “Evolución de los emoticones. Emoji y sus funciones en la comunicaciones digitales” (2017)– para generar interesantes evaluaciones y diagnósticos sobre la sociedad.

Ejemplo de ello es el informe realizado en los últimos dos años por la compañía inglesa de monitoreo de redes sociales Brandwatch, en el que determinó que cada mes se publican 250 millones de emojis en Twitter.

Icónico hallazgo

La historia inició con los diseños del japonés, Shigetaka Kurita, quien como parte de un proyecto para la operadora móvil NTT DoCoMo, en 1999 creó los primeros 176 emojis; inspirado en el manga y en los símbolos de su país.

Esta nueva oleada en la comunicación no solo tomó por asalto a la llamada generación “Z”, pues hoy diferentes actores de la sociedad la utilizan de manera habitual, aprovechando las virtudes expresivas de este sistema; como la política estadounidense Hillary Clinton, quien en 2015 publicó un tweet en el que pedía a los graduados universitarios que expresaran sus sentimientos sobre la deuda de préstamos estudiantiles “en tres o menos emojis”.

Poco tiempo después, el 16 de noviembre de 2015, Oxford Dictionaries anunció al emoji “Cara con lágrimas de alegría” (“Face with tears of joy”) como la palabra del año; argumentando que además de la creciente popularidad que los emojis han tenido entre los internautas, el pictograma reflejaba mejor que cualquier otra palabra, el ethos; estado de ánimo y las preocupaciones de ese año.

Actualmente los pictogramas han trascendido las plataformas electrónicas, y aparecido en expresiones artísticas como el cine, a través de Emoji: la película, o la danza con La Royal Opera House de Londres, quien presentó 20 óperas y ballets inspirados en estos íconos.

Los emojis también han sido centro en la literatura de escritores como Dante Tercero, quien a través de “Poemojis” –un proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes–, explora y experimenta con la poesía, considerando en ese proceso, a los emojis, como recurso estético.