Los miro a todos y veo al amor dormido, George Harrison en While my guitar gently weeps
Álbum Blanco
Algunas de las canciones de los Beatles son verdaderas propuestas filosóficas. Tal es el caso de la obra maestra titulada While my guitar gently weeps, compuesta por George Harrison, y que aparece en la cara uno del célebre Álbum Blanco. George es considerado el más espiritual de los Beatles, o cuando menos, el que expresó con más claridad y contundencia sus ideas al respecto. Harrison nació el 25 de febrero de 1943 en Liverpool, Inglaterra. Desde 1965 ya manifestaba su interés por la música y filosofía hinduistas, y lo expresó en canciones como «Norwegian Wood (This Bird Has Flown)» y «Within You Without You, donde incluyó el instrumento llamado sitar, ejecutado por él mismo.
Fue Harrison el que, persuadido por el movimiento Hare Krisna, influyó en los demás beatles al grado de que decidieron ir a vivir la experiencia directamente a la India, en el ashram del Maharishi Mahesh Yogi. Meditación, vegetarianismo y yoga, fueron los elementos de la intensa vivencia que el grupo trabajó bajo la influencia de esta filosofía oriental. Con ese toque de excentricidad, de viaje, de locura, de una intensa indagación ante tantos vacíos en la cultura occidental. Era la búsqueda alternativa al consumismo voraz del que ellos eran parte y víctimas. Harrison es el artífice de esa conexión entre oriente y occidente, de esa exploración de la otra cara de la moneda, y ese mérito los marcó a él y a sus compañeros de una manera determinante. Se resume en unas palabras clave: el encuentro con la espiritualidad.
Como señalamos en la entrega anterior, los 4 Beatles nacieron bajo la luz del fuego de los bombardeos nazis a Inglaterra. ¿Qué cara plantar ante los hechos de la terrible guerra bajo la cual nacieron, y bajo cuya su sombra crecieron, aún cuando la barbarie terminó en 1945?
Todas esas vivencias de guerra y postguerra los dejaron marcados. Y fueron el germen de muchas de las manifestaciones artísticas que desarrollaron posteriormente. Una de ellas es precisamente la creación y producción del histórico Álbum Blanco, una de cuyas canciones más representativas es la titulada While my guitar gently weeps, la cual contiene uno de los requintos más importantes del rock, que según los especialistas ocupa el lugar número 42 entre los mejores solos de guitarra de la historia.
El tono melancólico de ese rif, ese requinto ejecutado con maestría por Eric Clapton -invitado por Harrison-, pone nombre a esa unión indisociable entre el ser humano y su instrumento, que juntos expresan que esa guitarra llora dulcemente, con tristeza y con alegría, con dolor y con esperanza. Ese requinto está influido del sitar de Ravi Shankar, maestro sagrado de Harrison. Esta canción expresa la desilusión y a la vez el anhelo de que las cosas de la vida puedan ser diferentes, de que pueden ir más allá de lo meramente material y consumista. “I don't know why nobody told you / how to unfold you love / I don't know how someone controlled you / they bought and sold you” ( No sé porqué nadie te lo dijo / cómo desplegar tu amor / no sé cómo alguien te controló / te compraron y te vendieron). Palabras muy fuertes, sobre todo viniendo de quien vienen, de un integrante importante del mainstream.
En esa canción se da una síntesis dialéctica maravillosa. George se da cuenta de que la sabiduría es solamente una, con diferentes manifestaciones. Es así como también se acerca a la sabiduría china, en concreto al texto milenario llamado I Ching, o el libro de las mutaciones. Entre otros conceptos fundamentales este libro sostiene que nada está aislado, que todo está en relación, que no hay nada casual, sino que todo es causal. A partir de esta idea, George Harrison abre el libro al “azar”, y se encuentra con estas palabras: “llora dulcemente”, éstas prenden de inmediato su inspiración y de ahí resulta esta canción titulada While my guitar gently weeps”.
George Harrison comprendió a fondo el hecho de que en la vida todo está conectado, que no hay nada que exista por sí mismo. Es lo que en el budismo se llama interser. Ya en otro artículo de esta columna titulado Tao de la física II. La unión con todo lo hemos señalado:
“Y ¿qué tendría de relevante saber que todo está unido? Son muchas las implicaciones de este concepto. Desarrollemos uno. Saber que todo está unido podría hacernos tomar conciencia del valor e importancia de la relación con nuestro semejantes. Son muchos los pensadores, profetas, místicos que han abordado está relación. Aunque parezca una verdad de perogrullo no estamos solos en el mundo, habitamos con otros, nos relacionamos con otros, amamos y odiamos a otros, trabajamos con otros, dependemos de otros, y aún así, no nos damos tiempo para pensar, reflexionar y transformar nuestra relación con los otros. Triste, lamentable y perniciosa paradoja.
Muchos sólo existen para ellos mismos, no piensan jamás en lo demás. Son ellos primero, luego ellos, y sí queda algo, ellos. El egoísmo es uno de los obstáculos más grandes para comprender el mundo…
…Queda claro que el concepto de unidad es muy importante, entendernos como parte del todo, no ajenos, no superiores, no dominadores, sino como parte integral. Esto debería permitirnos un desarrollo armónico con la naturaleza y con la gente, con los nuestros, y no en términos de una idealización bobalicona, sino a partir de la reflexión crítica y de la comprensión a partir de las contradicciones que implican las relaciones humanas, para que seamos capaces de construir siempre nuevas y más armónicas realidades. No por arte de magia, sino entendiéndonos en cambio y transformación permanentes.” Esta es la importancia de comprender que nada está aislado, es la importancia del concepto del interser que Harrison integró a su vida y a su obra, y que quedó manifestado en la canción While my guitar gently weeps. En la letra completa de la pieza podemos encontrar plasmados estos conceptos: I look at you all see the love there that's sleeping / While my guitar gently weeps / I look at the floor and I see it needs sweeping / Still my guitar gently weeps. / I don't know why nobody told you / How to unfold your love / I don't know how someone controlled you / They bought and sold you. / I look at the world and I notice it's turning / While my guitar gently weeps / With every mistake we must surely be learning / Still my guitar gently weeps. / I don't know how you were diverted / You were perverted too / I don't know how you were inverted / No one alerted you. / I look at you all see the love there that's sleeping / While my guitar gently weeps / Look at you all / Still my guitar gently weeps.
(Traducción: Los miro a todos ustedes / y observo al amor ahí, durmiendo, / mientras mi guitarra llora dulcemente. / Miro hacia el suelo, / veo que hay que barrerlo. / Mi guitarra sigue llorando dulcemente. / No sé por qué nadie te dijo / cómo desplegar tu amor. / No sé cómo alguien pudo controlarte, / te compraron y te vendieron. / Miro hacia el mundo / y me doy cuenta de que gira, / mientras mi guitarra llora dulcemente. / Con cada error / debemos asegurarnos de aprender, / mi guitarra sigue llorando dulcemente. / Sí... / No sé cómo fuiste desviado / y también pervertido, / no sé cómo te voltearon, / nadie te avisó. / Los miro a todos ustedes / y observo al amor ahí, durmiendo, / mientras mi guitarra llora dulcemente. / Mira todo, / mi guitarra sigue llorando dulcemente.)
Así es como una, aparentemente, sencilla canción puede influir en el mundo con una invitación a despertar, a comprender la unidad de todo, a preguntarte que hiciste con el amor. A parte del gozo estético que la música proporciona, también está el mensaje que la letra aporta. Esto es lo que hace diferente a estas propuestas musicales, a diferencia de mucha música que actualmente se escucha, y que podríamos considerar basura, dado que los mensajes son malvados o estupidizantes. Con la música de los Beatles podemos estar seguros de que no va a ser así. Ellos siempre se preocuparon enormemente tanto por la calidad de su música como la de sus letras. Podemos acercarnos con la seguridad de que saldremos enriquecidos cultural y hasta filosóficamente.