Un proyecto artístico que inició en 2013 en la colonia Las Américas para recuperar los espacios públicos mediante el grafiti, se convirtió en un movimiento de arte, música y educación que se extendió a otras zonas del estado, como Menchaca II y La Cañada, para utilizar todas las expresiones artísticas como medidas de prevención social, emocional y psicológica.
Los esfuerzos para utilizar el arte como forma de prevención y de unión de las comunidades son muy antiguos, pero no se trata de mejorar solo la imagen urbana, sino reconstruir el lazo social, el orgullo de la gente y la manera personal en la que cada quien enfrenta sus propias condiciones, trastornos mentales y retos diarios.
Al igual que varias organizaciones sociales que trabajan con talleres de pintura, rap, cine, poesía, lectura y dibujo para reducir la violencia en colonias con conflicto, la Unidad de Servicios para la Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ) utiliza el mismo esquema para mejorar las condiciones en las que aprenden las niñas y los niños y generar respeto en la comunidad estudiantil.
Para los activistas Santiago Díez de Sollano y Karla Mariana Lugo García, es imposible decir que el arte acaba con la drogadicción, la violencia, el delito o las enfermedades mentales, pero sí crea un ambiente para redefinir el desarrollo y generar condiciones en favor de la educación, la seguridad y la paz.
“Como ejemplo, en Menchaca alguien no podía caminar con una cámara o la gente de una pandilla no podía caminar por la zona de otra, eso sí se cambió, hoy se generaron rutas completas que son seguras y la gente ya sabe que deben estar orgullosos de sus colonias y aunque eso parece tan sencillo, no lo es”, resaltó Santiago.
NUMERALIA:
*2013, 2016 y 2018, fueron años decisivos para utilizar el arte en zonas conflictivas.
*60 mil 651 niñas y niños de preescolar participan en actividades artísticas.
La educación artística como condición de paz
El secretario de Educación estatal, Alfredo Botello Montes, resaltó que el nuevo modelo educativo incluye la creación de clubes, donde se impulsan actividades como canto, poesía, música y la lectura, porque “es una de las mejores prevenciones que podemos hacer para formar a las chicas y los chicos”.
“Todas las expresiones artísticas, dibujo, poesía, música, adicionales a los del deporte, por eso este gobierno construyó 13 auditorios, uno o dos en primarias, el resto en secundarias y lo mismo se puede hacer deporte, que danza o coros, de eso se trata, que estos espacios sean tomados por la comunidad educativa”, expresó el secretario.
A través del Departamento de Fomento a la Lectura y Promoción Cultura, la USEBEQ tiene una serie de actividades como conciertos, teatro, protección y cuidado animal, mientras que el Departamento de Educación Extraescolar impulsa actividades como dibujo, pintura, escultura, baile, ensayo, debate, oratoria, creación de cómics y periódicos, fotografía, papiroflexia y manualidades.
Esas actividades atienden a 60 mil 651 niñas y niños de preescolar, 211 mil 472 de primaria y 97 mil 420 de secundaria de las escuelas públicas de todo el estado, con la intención de complementar la formación del alumnado y elevar la calidad educativa.
La depresión desde una pintura
Mariel S. vive con diagnóstico de depresión desde hace tres años y ni siquiera la felicidad que le dan sus dos hijos le aligera la enfermedad. Los primeros medicamentos tampoco le ayudaban mucho y la hacían sentir confundida, además que a sus 33 años le es “imposible” lidiar con la gente que cree que la depresión solo es estar muy triste.
Desde hace un año empezó a pintar como una manera de sobrellevar su enfermedad y desde sus cuadros, siente que es más fácil que otros entiendan lo que es vivir con depresión. “Ahora me dice mi esposo: ah, así ves las cosas” y ella es capaz de reírse de eso. Todavía no se anima a mostrarle a mucha gente sus creaciones, pero se siente menos “ahogada” por dentro.
La psicóloga clínica y especialista en padecimientos mentales, Karla Mariana Lugo García, coordinadora de Comunidad terapéutica Rizoma e integrante del colectivo Mujeres Rizomáticas, resaltó que en un principio estas agrupaciones solo trabajaban con personas con padecimientos mentales, pero a finales de 2016 empezaron a recibir solicitud de ayuda de mujeres en situaciones de violencia.
“Nos vimos en la necesidad de generar una red de apoyo para estas situaciones y justo así es que se inicia un trabajo interdisciplinario, con sociólogos, artistas, terapeutas de diversas ramas y se conforma Mujeres Rizomáticas para tratar temas de salud mental a partir del arte y no solo la salud mental, sino la prevención y la generación de espacios para acompañar a las comunidades en esa prevención”, recordó Karla.
CAJA DE DATOS:
*ONG’s y escuelas usan el arte como elemento para construir la paz.
*Actividades artísticas dan resultado para crear lazos sociales, enfrentar enfermedades mentales y reducir la violencia.
En un momento el arte se transformó: lo mismo se convoca a realizar grafiti, que a iniciar actividades de canto, de pintura, de tejido, de música, para reunir a la sociedad sin importar que no se conozcan, para que tengan espacios donde puedan dialogar y se espera que esas comunidades se comprometan a continuar con esos procesos, para lo que se les da un seguimiento después de la intervención.
“Estamos consciente de que no se llega al 100% de la población, sería imposible, pero se cambia la percepción, desde cómo se recorren las calles y cómo se relacionan entre vecinos. El arte es una manera de sublimación, de transformar tu realidad a partir de procesos creativos y si en esos espacios te encuentran con otro o con otra, te ves acompañado y permite hablar acerca de lo que estás pasando, es una manera de sanar”, dijo la especialista.
Recuperar el orgullo a través del arte
Santiago Díez, colaborador de Educación Popular y el Centro de Seguridad Urbana y Prevención, así como coordinador de Cultura en Comunidades y Barrios del estado, resaltó que el arte es una estrategia psicosocial de intervención desde hace muchos años, para prevenir las violencias y los riesgos en las juventudes.
Con diversas organizaciones, se realizaron diversas actividades en los Centros Integrales de Prevención Social (CIPRES) que se tienen en el municipio de Querétaro desde 2013 y se iniciaron talleres barriales en espacios como Las Américas ese mismo año, que se ampliaron en 2014 o en Menchaca II en 2018.
Lo que empezó como actividades de grafiti, se convirtió en espacios de arte, dibujo, diálogos y reeducación de género con las personas de todas las edades, para conseguir una relación diferente, menos violenta, en el que todos tuvieran cabida. “Planteamos un escenario a través del que se pueden introducir esquemas educativos, culturales, de seguridad, de paz”, señaló Santiago.