Hace algunos ayeres mencionaba el Coraje Creativo el fenómeno vergonzante que se da entre músicos y escuchantes de esta corriente que nos ocupa, en cuanto a vivir del pasado, considerar por lo tanto que el jazz se puede encasillar en un estilo o lo peor que sólo es privativo de músicos de una época, esto por supuesto es insultante para un arte que se expande, esto lo han entendido propios creadores y críticos del mundo, desde siempre, mientras, lamentablemente; otra parte cae en el gravísimo error mencionado. Esto se menciona por enésima vez, porque la tarea del columnista, investigador, músico, creador de la música trascendental es la de profundizar en las apuestas profundas de la creatividad, donde quiera que se encuentre, recordando a esos necios que el jazz ya no es el mismo, como tampoco el mundo, entonces en cualquier parte se puede acceder a caminos que muestren la confianza en que la música tiene futuro, y que afortunadamente no responde al comportamiento engañoso del mercado, ni a los pensamientos reaccionarios o conservadores. Si no hubiera una pizca de pensamiento crítico, entonces todo terminaría en el fácil entretenimiento, entonces inequívocamente se debe entrar al concepto del arte, el cual su función es la de provocar, perturbar, e inclusive tener la facultad de ser un peligro, y esto ya se sabe, no forzosamente por los músicos, sino de escritores, poetas y todas aquellas almas libres que buscan proponer. En estos momentos de desidia, corrupción, clientelismo, de formas de vida vacías, es cuando el arte ofrece las posibilidades de plantear si no un mundo mejor, al menos diferente, eso ya es ganancia.
Con base a lo anterior, en esa posición y deseo, se ha encontrado a un perfecto desconocido, cuando menos por estas tierras, la referencia es el bajista portugués Cícero Lee, con su primera producción en 2015, en el sello que lleva su propio nombre. Al ser la primera grabación, sin duda ha llegado un portento no sólo de un consumado ejecutante, sino de un compositor de buena factura, que se mueve con una madurez que ya quisieran tener muchos músicos que llevan años en el medio o inclusive estudiando, sin ser capaces de generar obras significantes.
No se puede establecer tajantemente que el disco que lleva por título Those Who Stay pertenece a un estilo específico, lo cual es maravilloso. Se notan las influencias; sin embargo, se puede considerar y probablemente sea un atrevimiento, que ha llegado un músico con un sonido propio, que el sabor de su música de su tierra se percibe, que es jazz sin duda, pero que tiene una personalidad que las próximas grabaciones serán obras únicas en crescendo. La mezcla de acordeón, piano, batería, bajo acústico, guitarra eléctrica y el saxofón (de Desidério Lázaro) son partícipes de una obra global, donde la destreza, intimidad, sensibilidad, por supuesto la ejecución y en grado superlativo el factor expresivo hace que se aprecie en mayor medida la propuesta de Cícero Lee. En el disco el propio Lee escribe las siguientes palabras profundas:
“Creo que aquellos que se quedan para siempre en la historia de nuestras vidas son los que viven para crear y que se exponen valerosamente en nombre de los ideales y los sueños. Son los que recorren su propio camino y nos inspiran a crear el nuestro. Son los líderes y, sin embargo, también los seguidores. Son los que representan la libertad y nos enseñan a ser libres. Que sean deseo, sueño, memoria. Que existan y que queden para siempre con nosotros. La música de este disco existe para celebrarlos”
La página virtual especializada All About Jazz ha realizado una reseña de Cícero Lee: Más que un bajista, Cícero Lee es un incansable estudioso del instrumento, cuyo objetivo personal es alcanzar un grado de expresividad y destreza que sea, de hecho, digno de mención. Es un recorrido sinuoso, de enorme dedicación, del que no consigue abdicar. También es bajista, compositor, profesor, fotógrafo, y una fuerte presencia en la escena musical nacional en géneros que van desde el jazz al pop-rock, por el mundo de la música y la música tradicional portuguesa. Su primera grabación en su propio nombre, "vientos" (Síntoma Records, 2013), lo llevó entre 2013 y 2014, actuando en los clubes y festivales de jazz en Portugal y otros países europeos docenas. Colaborando activamente desde el año 2009 con el músico Luis Represas, que ha tenido la oportunidad, como se reconoce, conocer Portugal aún más. Esta relación creó la posibilidad de actuar al lado de nombres ineludibles en la historia de la música Lusófona. Este recorrido profesional le llevó a pisar grandes escenarios, como el Centro Cultural de Belém, Coliseo de los Recreios, Rock In Rio, entre muchos otros. En 2008 tuvo la oportunidad de estudiar en Bass Collective, en Nueva York, y, en particular, con Jeff Andrews, Matthew Garrison, Lincoln Goines y Doug Weiss. Como profesor, está enteramente dedicado desde 2005 a un proyecto educativo - la Escuela de Música Interartes, en Cascais, donde es también coordinador. Esporádicamente se involucra en talleres y masterclasses. Cícero Lee planea dedicarse cada vez más a la composición, a profundizar su instrumento de elección - el bajo eléctrico - ya crear obras independientes dentro de la música y la fotografía.
La historia continuará…
Músicos:
Cícero Lee – bajo acústico; Carlos Garcia – piano; José Salgueiro - drums
Invitado especiales:
Desidério Lázaro - saxofón (tracks 2,5,7 and 8), João Frade - accordion (tracks 2, 3,6 y 8)
Tiago Oliveira – guitarra eléctrica (tracks 2,4 y 5)
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