/ martes 9 de abril de 2019

El cartonista queretano Mored presenta su primer libro ilustrado

Dentro de su trayectoria profesional ha publicado cartón político, y se ha dedicado también a la ilustración, la historieta y la escritura

Aunque lo parezca por el título, “Mi niño feliz. Cuando lo importante es ser” no es un libro solo para pequeños. Se trata de la primera publicación literaria del cartonista Eduardo Moreno “Mored”, en la que a través de una recopilación de varios momentos de su infancia, muestra su talento como ilustrador y su habilidad para escribir historias.

Hace unos días, en compañía de la directora de Radio y Televisión Querétaro, Claudia Ivonne Hernández, el cartonista queretano explicó que, aunque la publicación no es autobiográfica, sí es el resultado de un proceso de introspección del que extrajo diferentes momentos de su niñez, que le permitieron evocar el pasado y comprender su vida adulta.

“Un día me propuse buscar a ese niño que fui en algún momento y ya no soy más, aunque estaba seguro de que seguía navegando dentro de mí. Cuando empecé a desarrollar el proyecto, surgieron una serie de ilustraciones que lo evocaban. Entonces lo subí un día a redes y a la gente le gustó mucho, al punto que una editorial muy arriesgada dijo: esto tiene que ser un libro”, relató.

Aunque mucha gente cree que es un libro para pequeños, el autor asevera que lo escribió para él, y buscando que otros adultos recuperen a ese niño interior y hagan las paces con él.

Volar papalotes, jugar al avioncito y al bote pateado, así como levantarse bien temprano los domingos para ir a la matiné, y construir escondites fortificados con cajas de cartón, son algunos de los recuerdos que utiliza Mored para plasmar su infancia y a toda una generación, que disfrutaba de las tardes en las calles y en los parques de la ciudad, sin ninguna otra preocupación más que divertirse.

“En los días de juegos donde todos corríamos y nos empapábamos de sudor, la sed se saciaba desde una toma de agua y no desde una botella. Los tiempos, de a poco y de a mucho se van transformando, y lo que era, no es ya. Pero si un día te topas con esa manguera, no dejes que el futuro se escurra por ella y ciérrala. Los habitantes del futuro te lo van a agradecer”, se lee en una de las páginas del libro, al que lo integran 19 relatos más y una sección de pop- up para que las y los pequeños lectores, interactúen con la historia.

A la pregunta “¿Cómo le has hecho para conciliar tu trabajo como analista y cartonero político, con tu nueva etapa como escritor dentro de la literatura?”, Eduardo responde que es imposible disociar una cosa de la otra, por ello, y con anécdotas simples, habla de la transformación del tiempo, de cómo era antes ser niño en la ciudad y de la importancia de “cosechar buenos recuerdos como reservas para los días difíciles. No tenemos que encapsular la vida, la vida tiene que fluir, pero… que no se nos vaya entre las manos”.

Actualmente, Mored se encuentra trabajando en una novela gráfica que hablará sobre las nuevas masculinidades. “Las mujeres ya hacen lo que tiene que hacer. Por eso, en este proyecto hablo acerca de lo que toca a los hombres; de la necesidad de reunirnos y buscar una solución a este machismo y masculinidad tóxica, que nos conduzca a dar un paso hacia esas nuevas masculinidades”.

Aunque lo parezca por el título, “Mi niño feliz. Cuando lo importante es ser” no es un libro solo para pequeños. Se trata de la primera publicación literaria del cartonista Eduardo Moreno “Mored”, en la que a través de una recopilación de varios momentos de su infancia, muestra su talento como ilustrador y su habilidad para escribir historias.

Hace unos días, en compañía de la directora de Radio y Televisión Querétaro, Claudia Ivonne Hernández, el cartonista queretano explicó que, aunque la publicación no es autobiográfica, sí es el resultado de un proceso de introspección del que extrajo diferentes momentos de su niñez, que le permitieron evocar el pasado y comprender su vida adulta.

“Un día me propuse buscar a ese niño que fui en algún momento y ya no soy más, aunque estaba seguro de que seguía navegando dentro de mí. Cuando empecé a desarrollar el proyecto, surgieron una serie de ilustraciones que lo evocaban. Entonces lo subí un día a redes y a la gente le gustó mucho, al punto que una editorial muy arriesgada dijo: esto tiene que ser un libro”, relató.

Aunque mucha gente cree que es un libro para pequeños, el autor asevera que lo escribió para él, y buscando que otros adultos recuperen a ese niño interior y hagan las paces con él.

Volar papalotes, jugar al avioncito y al bote pateado, así como levantarse bien temprano los domingos para ir a la matiné, y construir escondites fortificados con cajas de cartón, son algunos de los recuerdos que utiliza Mored para plasmar su infancia y a toda una generación, que disfrutaba de las tardes en las calles y en los parques de la ciudad, sin ninguna otra preocupación más que divertirse.

“En los días de juegos donde todos corríamos y nos empapábamos de sudor, la sed se saciaba desde una toma de agua y no desde una botella. Los tiempos, de a poco y de a mucho se van transformando, y lo que era, no es ya. Pero si un día te topas con esa manguera, no dejes que el futuro se escurra por ella y ciérrala. Los habitantes del futuro te lo van a agradecer”, se lee en una de las páginas del libro, al que lo integran 19 relatos más y una sección de pop- up para que las y los pequeños lectores, interactúen con la historia.

A la pregunta “¿Cómo le has hecho para conciliar tu trabajo como analista y cartonero político, con tu nueva etapa como escritor dentro de la literatura?”, Eduardo responde que es imposible disociar una cosa de la otra, por ello, y con anécdotas simples, habla de la transformación del tiempo, de cómo era antes ser niño en la ciudad y de la importancia de “cosechar buenos recuerdos como reservas para los días difíciles. No tenemos que encapsular la vida, la vida tiene que fluir, pero… que no se nos vaya entre las manos”.

Actualmente, Mored se encuentra trabajando en una novela gráfica que hablará sobre las nuevas masculinidades. “Las mujeres ya hacen lo que tiene que hacer. Por eso, en este proyecto hablo acerca de lo que toca a los hombres; de la necesidad de reunirnos y buscar una solución a este machismo y masculinidad tóxica, que nos conduzca a dar un paso hacia esas nuevas masculinidades”.

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