La Ópera de Roma volverá a ofrecer sus obras al aire libre este verano pero lo hará en el Circo Máximo y no en las Termas de Caracalla, para garantizar así más separación entre el público y una mayor seguridad contra el coronavirus.
Los gestores de la Ópera romana presentaron hoy el programa para el verano como toda una ocasión para recuperar la vida cultural del país, detenida desde principios de marzo a causa de la pandemia.
En su pasado imperial el Circo Máximo fue un lugar para las carreras de cuádrigas y otros espectáculos pero hoy solo conserva su forma alargada, salvo algunos restos arqueológicos.
En el medio de esta enorme explanada algunos obreros se afanaban hoy en levantar el escenario de 1.500 metros cuadrados desde donde se amenizarán las tórridas noches romanas con lírica y baile.
El lugar permitirá la asistencia de mil espectadores (en algunos casos el aforo podrá aumentar hasta 1.400) y garantizará la separación entre ellos, algo que no era posible en las Termas de Caracalla, que tradicionalmente acogen la temporada del verano.
El protocolo de seguridad contra el virus ha hecho, por ejemplo, que el espectáculo de ballet haya sido pensado para garantizar la distancia entre los 48 bailarines.
"Un gran teatro debe reanudar haciendo ópera escénica y para ello necesitábamos un espacio que respetara las normas de seguridad. Caracalla no lo garantizaba y por eso elegimos el magnífico escenario natural del Circo Máximo", explicó sobre el cambio, en una rueda de prensa, el superintendente de la Ópera, Carlos Fuortes.
La primera obra en salir a escena, desde el 16 al 20 de julio, será "Rigoletto" de Verdi, con la batuta de Daniele Gatti y con el joven tenor peruano Iván Ayón Rivas en el papel del duque de Mantua.
Le seguirá "El barbero de Sevilla" de Rossini del 22 de julio al 13 de agosto. También habrá ballet en el Circo Máximo y la compañía de baile de la Ópera de Roma interpretará las "Cuatro estaciones" de Vivaldi (del 25 de julio al 3 de agosto).
También se interpretará la operetta "Die lustige Witwe" (la viuda alegre) de Franz Lehár, con el tenor argentino Juan Francisco Gatell y el chileno Arturo Espinosa Bravo en su reparto.
Por último el 6 y el 9 de agosto llegará uno de los conciertos más esperados, el de la soprano rusa Anna Netrebko, una de las divas del momento, y su marido, el tenor Yusif Eyvazov, una pareja que precisamente se conoció en Roma en 2014 en un "Manon Lescaut".
Ambos repasarán el repertorio del Bel Canto italiano, desde Verdi hasta Giacomo Puccini, Umberto Giordano o Pietro Mascagni.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, explicó hoy en una rueda de prensa que el pase del 22 de julio del "Barbero de Sevilla" será dedicado al personal sanitario, que contará con asientos reservados.