El columpio va y viene vacío
nadie está sentado en él
¿cómo es que se mueve?
La noche ha caído
el cielo está limpio
el parque vacío.
Camino sinuoso,
extraña nostalgia me invade,
esto parece un sueño.
El columpio me llama
y acudo puntual,
me siento en él.
Sigue moviéndose,
aunque ahora son mis piernas
las que lo impulsan.
El mundo gira
la tierra se traslada
y en este triángulo me muevo.
Miro hacia arriba
las estrellas centellean
están a años luz.
Su fulgor me acaricia,
viene de muy lejos,
es un regalo cósmico.
Cuando el monje mira al cielo,
sabe que está
mirando al cielo.
¿Cuál de esas será mi estrella,
la que dicen que
cada uno posee?
El truco está en hallarla,
reconocerla,
intuir que esa es.
Seguro así surgieron
los mapas celestiales,
buscando, buscando.
Desde mi balanceo la identifico
su guiño me baña,
su luz me traspasa.
Es ella, es mi estrella,
la que me prometieron
desde siempre.
Vuelo en el columpio
y floto en el espacio,
soy de éter y fuego.