“Durante muchos años, muchas prácticas humanas, entre ellas, la sexualidad, estuvieron ocultas y se mantuvieron en el terreno de lo clandestino, de lo secreto, de lo vergonzoso (…) ahora están en el centro de nuestra atención”, afirmó el artista, curador e investigador de la fotografía, Armando Cristeto, quien invitado por la Escuela Activa de Fotografía Campus Querétaro y la Fraternidad Gay, presidió una charla en el Museo Regional, sobre el homoerotismo en el arte mexicano.
Reconocido por series fotográficas como “El condón”, “Apolo urbano” y “Las noches del reventón”, Cristeto realizó un recorrido visual a través de la plástica mexicana de finales del siglo XIX hasta la actualidad, para mostrar cómo diferentes artistas representaron la desnudez masculina y a los hombres de su época, dejando entrever su propia experiencia o visión sobre la homosexualidad.
“Desde principios de los tiempos podemos encontrar en las primeras manifestaciones artísticas, quizás no de manera directa, pero sí de forma adyacente, ciertas anotaciones eróticas”, señaló el ponente, para introducir al público en los trabajos de Ángel Zárraga, Rodríguez Lozano, Manuel Álvarez Bravo, Abraham Ángel “El pintor niño”, Manuel Serrano, Alfonso Michel, Chucho Reyes, Juan Soriano, Julio Galán, Gabriela Iturbide, Adolfo Patiño, Rubén Torres, Yolanda Andrade, Nahum Zenil, Francisco Toledo, Agustín Martínez Castro y Pedro Valtierra, entre otros, cuyo análisis fue enriquecido con datos biográficos y del contexto sociocultural de los autores, que permitió comprender cada pieza en su totalidad.
El grabado de Guadalupe Posada publicado en 1901 sobre “El baile de los cuarenta y uno”; el retrato de Salvador Novo- un afamado escritor mexicano recordado por sus letras y su “homosexualidad belicosamente reconocida y asumida en épocas de afirmación despiadada del machismo- pintado por Manuel Rodríguez Lozano, y la fotografía de Graciela Iturbide “Magnolia en el espejo”, en la que la fotógrafa retrata a un muxe sosteniendo su propio reflejo con delicadeza, fueron algunas de las obras presentadas y discutidas por el investigador, destacando las dimensiones estéticas y políticas de cada pieza.
“Fui un poquito discriminado…”
“Mis padres tuvieron instrucción educativa mínima, pero siempre escuché en la casa que la solución para todos los asuntos era la educación”, manifestó Cristeto, para explicar la razón que lo motivó a escoger este tema como la columna vertebral de su obra plástica e investigaciones.
Recordando a Nahúm Zenil, autor del tríptico ¡Oh santa bandera!, y Agustín Martínez Castro, uno de los fundadores del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria, y primer fotógrafo mexicano en realizar una declaratoria gay en los años 70, habló sobre la censura de la que, considera, fue objeto su obra en los 80.
“Fui un poquito discriminado… un poquito en las grandes exposiciones internacionales de los años 80 (…) mi obra no está incluida porque era un furor, un apoyo y un interés muy grande en el indigenismo mexicano, (…) buscaban los curadores mexicanos y extranjeros, algo como exotista en un momento dado. Pero bueno, la mirada da muchas vueltas, y yo nunca cejé, nunca abandoné el asunto y hoy en día sigo”, declaró Armando, quien al final de la conferencia, compartió que actualmente se encuentra trabajando en la obra “Vaqueros Gay México”, una serie documental que retrata a homosexuales y bisexuales reafirmando su identidad social masculina, a través de la adopción de esta figura.
Para cerrar la charla, reconoció que gracias al atrevimiento y aporte de los artistas revisados, en la actualidad el tema ha sido abordado por numerosos autores de manera abierta y explícita, posibilitando visibilizar la diversidad sexual que, desde siempre, ha estado presente en las sociedades.