Aunque intentó ser hermano marista y abogado, encontró en el periodismo la verdadera y auténtica vocación de su vida, cuando invitado por el Lic. José Guadalupe Ramírez Álvarez empezó a escribir en 1957, en el desaparecido Amanecer, antecedente de Diario de Querétaro. Ahí, cubriendo notas de sociales y policiacas, y realizando un trabajo adicional de corrector de estilo, supo que sería la de las máquinas de escribir, los teletipos, la tinta y el papel, su única vida posible.
Don Luis Roberto Amieva Pérez nació en Querétaro en 1937. Fue hijo de un agrónomo poblano y de una profesora normalista tan queretana que era hija de quien, como secretario de gobierno del Estado, había hecho lectura pública de la Constitución desde el kiosco del Jardín Obregón. Perteneciente a una familia de ocho hijos, su educación en el Instituto Queretano le hizo albergar la intención de convertirse en hermano marista, con tal interés que se trasladó a la Ciudad de México y estudió con ese propósito por varios años.
Abortada esa posibilidad y de regreso a Querétaro, estudió Derecho dos años en la naciente Universidad queretana y fue parte de aquel movimiento estudiantil de huelga que derivó en la obtención de la autonomía. De esos tiempos son sus inicios en el periodismo.
Tres años antes de que esta casa editora viera aparecer su primer ejemplar, don Luis se mudó a la capital del país para trabajar como reportero de guardia en la cadena periodística García Valseca y se convirtió, algún tiempo más tarde, en uno de los fundadores y primer jefe de información de El Sol de México, periódico del que llegó a ser subdirector. Cuando esa importante compañía se convirtió en la Organización Editorial Mexicana, regresó a su tierra natal para hacerse cargo de la dirección del periódico que hoy está cumpliendo sesenta años.
De intuición periodística nata y de capacidad evidente para la administración, don Luis Amieva fue designado director regional de la zona centro de la OEM en 1983, trasladándose de nuevo a la Ciudad de México, de la que retornaría tres años más tarde, en 1986, para hacerse cargo de las direcciones de Diario de Querétaro y El Sol de San Juan del Río.
Durante los dieciocho años que se mantuvo en estos cargos, Luis Roberto Amieva Pérez fue un referente de la información local, mantuvo el liderazgo del periódico más longevo de la entidad y fortaleció el que había nacido en la segunda ciudad queretana en importancia económica. Desde su oficina y desde la sala de redacción, dirigía la línea editorial, preveía los canales de información venidera y jerarquizaba las noticias que los queretanos recibirían cada mañana.
En algún momento de ese largo periplo al frente de los periódicos de la OEM en Querétaro, y a invitación expresa del rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, fue fundador y coordinó la carrera técnica de periodismo en la máxima casa de estudios del estado, de la que egresaron varias generaciones de comunicadores.
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Tras su salida de Diario de Querétaro, en el 2004, con más de cuarenta años de experiencia periodística y casi tres décadas en la OEM, Amieva fundó su propio periódico, Al Minuto de nombre, y lo mantuvo a lo largo de un año. Finalmente, en el 2007, muy cerca de cumplir setenta años, murió en la misma ciudad que lo vio nacer. Su paso por este diario marcó toda una época y una forma, personal y contundente, de hacer periodismo.