Las restricciones generadas por la pandemia sanitaria han mantenido alejados a los visitantes de los recintos culturales desde hace más de dos años. El reto, reconoce Paulina Macías Núñez, quien dirige el Museo Regional de Querétaro (MRQ) desde febrero pasado, es hacer que el público regrese a estos espacios de manera física.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organismo que administra este recinto, durante enero del presente año, el MRQ recibió un total de 3 mil 255 visitas (3 mil 149 de ellas nacionales y 106 de extranjeros).
En el mismo mes, pero del 2019, este espacio museográfico fue visitado por 4 mil 939 personas y un año antes (en enero de 2018) se contabilizaron un total de 5 mil 867 visitantes.
La maestra en Estudios Antropológicos en Sociedades Contemporáneas espera que el proyecto que tiene para el museo despierte el interés de locales y turistas y abone para mantener al Regional de Querétaro, entre los espacios museográficos más visitados del país.
Cabe destacar que, en enero de este año, este recinto se colocó como el noveno más visitado entre los museos que administra el INAH a nivel nacional.
NUEVOS DIÁLOGOS EN EL REGIONAL
Paulina Macías Núñez contó, en entrevista para BARROCO, que el proyecto que tiene para el MRQ busca fomentar el diálogo entre el espectador y las piezas que se exhiben, así como con los artistas contemporáneos y los creadores del pasado.
“Creo que la pregunta que nos deberíamos hacer, desde el Museo Regional es: ¿Quiénes somos ahora? Está igual de chido lo que somos ahora que lo que fuimos. Creo que eso es lo que me interesa mucho de trabajar en un museo como este, poder lanzar la pregunta a la comunidad artística, pero [también] a la comunidad de los que participan de la ciudad, los comerciantes, los que andan en bici… todos conformamos esas nuevas identidades que hay aquí en Querétaro”, expresó la directora.
El museo cuenta con siete salas permanentes y tres temporales, así como un auditorio y un patio central que también alberga expresiones artísticas.
Los atractivos del recinto no son pocos, la tumba de Maximiliano y la pintura de La Piedad, originalmente expuesta en la capilla del Cerro de las Campanas y hecha en honor al fusilado emperador de origen austriaco, se encuentran ahí. Además de objetos pertenecientes a Josefa Ortiz de Domínguez, a la época independentista y revolucionaria, sin contar la gran cantidad de arte novohispano y decimonónico que tienen en su acervo.
“La colección novohispana del museo es increíble. Las piezas que hay aquí las piden muy seguido y están en muchos lugares, ahora hay piezas prestadas en Durango. Creo que es una gran labor que hizo Ramón [Avendaño Esquivel, director que le precedió], lucir y presumir mucho la colección. Justo, el 18 de febrero, regresaron piezas del MACQ [Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro], porque curaron una exposición en colaboración”.
El proyecto del que habló Paulina Macías es Después del Barroco, una muestra celebrada entre el 10 de septiembre de 2021 y el 13 de febrero del presente año, en el marco del bicentenario de la consumación de la Independencia de México.
El proyecto incluyó piezas de la colección del octogenario recinto, que se yuxtapusieron con propuestas de arte contemporáneo, lo cual permitió destacar los conceptos clave del barroco que se encuentran en la estética actual y confrontarlas con la memoria cultural colectiva. Dichos contrastes y diálogos son los que Paulina Macías busca fomentar.
“Me interesaba muchísimo que los artistas locales puedan dialogar con las joyas novohispanas que hay en estos depósitos. Me parece que en esos diálogos con el pasado es donde podemos preguntarnos quiénes somos. No solo con los diálogos antropológicos, con el presente, sino con la posibilidad de comunicarte con el pasado, puedes responderte esta pregunta que me interesa hacer desde el museo”.
Este mismo espíritu inspiró la pasada exposición Generala. Bajo tu amparo, que de acuerdo con el INAH explora “la historia, el simbolismo y el arraigo popular de la devoción mariana más importante de esta entidad: Nuestra Señora del Pueblito”.
“En Generala… hay una intención muy particular de entender la evolución del ícono y su devoción. Su devoción es súper contemporánea, es muy impresionante, una figura religiosa que atrae a masas. La exposición plantea la posibilidad de entender los íconos de nuestro pasado, en nuestro presente”, destacó la directora.
La muestra estuvo en sala hasta el 16 de abril, y conmemoró 500 años del cisma cultural que representó el encuentro entre americanos y europeos, el bicentenario de la Independencia de México, el 490 aniversario de la fundación de la ciudad de Querétaro, los 75 años de la coronación pontificia de la también llamada Virgen del Pueblito y el 85 aniversario del MRQ.
“He aprendido que si entiendes los proyectos como procesos, en los procesos empiezas a encontrar un montón de salidas, caminos, no tienes que esperar al resultado para entender y encontrar resultados. Es como un espíritu que me interesa tener en el trabajo del museo, todo es como en beta, todo está en construcción, pero no quiere decir que, en esa construcción, no sucedan un montón de cosas”, reflexionó la entrevistada sobre su proyecto.
“En el trabajo cotidiano está la posibilidad de creación y la libertad, eso lo dice Michel de Certeau, pero justo en la cotidianeidad es donde se puede crear. Entonces, con estas ideas, del proyecto como proceso, es como me gustaría dirigir el museo”, concluyó Macías Núñez.