El placer de lo cotidiano, el retorno a la esencia humana

Víctor Vázquez

  · miércoles 4 de julio de 2018

La obra de 10 artistas mexicanos está representada por 50 piezas seleccionadas de entre un centenar de ellas. Fotos: Fernando Reyes

La preocupación por la intimidad y los temas humanos son la constante de los trabajos de la exposición El placer de lo cotidiano, que se presentan en la Galería Libertad.

Curada por el galerista José Ignacio Aldama y por la escritora y crítica de arte, Avelina Lésper, la muestra presenta la obra de 10 artistas mexicanos, de la que se presentan 50 piezas seleccionadas de entre un centenar de ellas.

La conjunción de estos trabajos surgió a iniciativa del propio galerista, quien convocó a Lésper para hacer una investigación de su acervo, para integrarlo en la exposición que se exhibirá hasta el 29 de junio en la referida galería queretana, aunque antes se vio conjuntada por un proyecto editorial.

En entrevista con BARROCO, la crítica de arte celebró las coincidencias que advirtió entre los artistas participantes, pues considera que se trata de un rompimiento con las presentes tendencias en el arte.

“La coincidencia que hay en estas generaciones es la preocupación por la intimidad y la preocupación por abordar temas más humanos, más ahorita con esta constante, que mucha gente esta haciendo temas sociales, aquí hay un retorno a la esencia humana”, destaca.

Esta idea la expresó también durante el acto inaugural de la colectiva, celebrado el pasado viernes en el recinto ubicado en Plaza de Armas de la capital queretana.

“Parece que hay una obsesión por justificar una obra de arte a través del activismo social, que muchas veces no justifica ni a la obra, ni al activismo. Cuando José Ignacio me presenta la serie, vemos la recuperación hacia lo humano, una recuperación hacia estar en el presente de la existencia, ese estar, que no nos damos cuenta cómo se nos va y cómo transcurre a una velocidad que casi no percibimos”, agregó.

El placer de lo cotidiano conjunta a los artistas Carrmen Chami, Tomás Gómez Robledo, José Antonio Farrera, Talía Yáñez, Miguel Ángel Garrido, Antonio Chaurand, Wero Ramos, Héctor Javier Ramírez, Hugo Jácome y Luis Argudín.

El coleccionista de las obras, José Ignacio Aldama, quien reside en la Ciudad de México, se refirió al trabajo hecho para curar la obra y las virtudes de los pintores invitados para traer su trabajo a Querétaro.

El galerista detalló a BARROCO que los cuadros no se realizaron exprofeso para esta exposición; sin embargo, considera que se amalgamaron bien, lo que permite un diálogo entre las piezas, pese a venir de universos propios, pues cada artista tenía, en promedio, una decena de obras que se redujeron a la mitad para ser parte de esta exposición.

“No todos tienen la misma intención de luz y de color, pero artistas como Chaurand buscan el claroscuro y el contraste de las habitaciones interiores, mientras que José Antonio Farrera provee a la pintura de una atmósfera y las piezas de Carrmen Chami hacen parecer que sus personajes están flotando en el lienzo. No todos tienen la misma intención de abordar la luz y el color, pero en conjunto funcionan muy bien”, señaló.

José Ignacio hizo notar además que este grupo de artistas pertenecen a al menos dos generaciones, por lo que la conjunción de los artistas más experimentados, con la frescura de los emergentes, resultó en una de las características de la colectiva.

“Por ejemplo, Luis Argudín (1955), el mayor de todos ellos, fue maestro de muchas generaciones y es como el que marca la cabeza de estos pintores”, agregó el galerista.

Al respecto, Avelina celebró el que la exposición sea una muestra de la diversidad de estilos y propuestas, “que no están uniformadas sobre una tendencia”, lo que aporta al espectador.

“Hay en esta búsqueda diversas propuestas de nuestra intimidad, esta la intimidad del desnudo, en el maestro Farrera; esta la intimidad del hogar, del maestro Garrido; la intimidad de una despedida, que nos da Antonio Chaurand; la obra de Talía Yáñez, esta intimidad que se da de pronto cuando perdemos los estribos o cuando perdemos el sentido, ya sea por alegría o por tristeza.

“Pero está esa propuesta de estar dentro de nosotros, la propuesta de estar en ese espacio dentro de nuestro propio ser, sin poner atención a todo el ruido que hay allá fuera, el ruido de las redes sociales, el ruido obsceno que acabamos de vivir con estas elecciones”, sumó.

Querétaro

El placer de lo cotidiano es parte de la sexta temporada de la Galería Libertad, la cual estará conformada por tres exposiciones que “celebran los alcances de la pintura y su importante papel en el arte actual”, según reza el boletín de prensa.

La segunda exposición que conforma dicha temporada es Un lugar para nombrar que se muestra en la sala 4 del recinto ubicado en el andador Libertad y en el que se exhiba la obra de Javier Peláez, curada por Christian Barragán

“Durante la ultima década Javier (…) desarrolló una línea de trabajo que lo aproximó a los limites de la representación pictórica, adquiriendo una dimensión realista de “pintar el objeto”. Interesado desde entonces en las posibilidades en que se configura la imagen (en Un lugar para nombrar) somete a análisis los alcances y las certidumbres de dicho recorrido pictórico”, expresa Barragán en el texto de sala.

Esta exposición conjunta piezas obre tela y papel que exploran “en contraste con el trabajo que las precede, el sentido que produce el objeto”.

La propia Avelina celebró el que Peláez pueda exhibir una exposición exclusiva de su obra, pues considera que su trabajo lo vale.

“Lo conocí hace mucho tiempo en la serie de Milenio visto por el arte (que ella desarrolla para Grupo Milenio)y abordó con un cualidad muy arriesgada la petición, además abordó una comisión que no es común en él, pero es un acierto que le hayan dado una sala y es un acierto que esté aquí con ustedes y forma parte de este jovensísimo movimiento de pintura, que además es muy fuerte en Querétaro”, sostuvo.

Durante la entrevista, la crítica de arte consideró a la capital queretana como una ciudad de importante desarrollo artístico, “aquí en Querétaro he conocido de los mejores pintores jóvenes con los que he trabajado (…) En el proyecto que hago con la colección Milenio, yo he venido a Querétaro prácticamente cada año a hacer programas de televisión con los artistas de aquí”.

Gonzalo García, el poblano avecindado en Querétaro, es uno de los artistas que ha sido invitado a este serial televisivo.

Memorias

Cerrará la trilogía de exposiciones Memorias en tránsito, exposición colectiva que convocó a artistas locales para desarrollar obra en torno al tema de la migración, vista desde los estados de ánimo actuales: la emergencia, la memoria colectiva, las tecnologías, la colaboración y la trascendencia universal.

Esta muestra es curada por Horacio Warpola y en ella se expondrá el trabajo de Aldo Antonio Rosas, Ana Carmen Ávila, Aper, Chucho Ocampo, Diego Glazer, Güero Güero, Julián Guzmán, Karla Kaplun, Luz Elena Murillo, Mario Torres, Nando Murio, Oswaldo García, Pedro con p, Ramsés de la Cruz, Ricardo Mosterín, Román Miranda y Tania Quezada.

Esta exposición colectiva contempla una subasta que tiene como propósito juntar fondos para el Centro de Apoyo Marista al Migrante (CAMMI). La inauguración de Memorias en tránsito se realizará el 5 de julio, en la sala 3 de la Galería Libertad.