El “Tsunami” feminista

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@lagartijilla83  | Colaboradora Diario de Querétaro

  · jueves 17 de junio de 2021

Foto: Cortesía | @sextopiso

Hace años que compré este libro, creo que lo hice cuando aún era considerado “novedad”, pero lo tenía pendiente; finalmente se propuso para el mes de mayo en el club de lectura al que asisto y pues ya por fin le di cran. El libro en cuestión es el tomo 1 de Tsunami, una compilación que preparó Gabriela Jáuregui y que editó Sexto Piso, donde encontramos ensayos de algunas de las escritoras mexicanas contemporáneas más relevantes en nuestro país: Brenda Lozano, Cristina Rivera de la Garza, Daniela Rea, Diana J. Torres, Gabriela Jáuregui, Jimena González, Margo Glantz, Sara Uribe, Verónica Gerber, Vivian Abenshushan, Yasnaya Elena A. Gil y Yolanda Segura.

Desapropiemos las herramientas del amo, repensemos nuestro lenguaje, nuestras comunidades autodefinidas, que resuenen nuestras voces hasta que logremos transformar no sólo nuestros cuerpos, sino los sistemas políticos dentro de los cuales se ven inmersos y disciplinados…

Gabriela Jáuregui

Gabriela tenía, o tiene, la obsesión de cuestionarse cómo es que otras mujeres feministas, a las que ella admira, pensaban o cuestionaban la postura de la mujer en la sociedad; recordemos que, en nuestro país, los feminicidios son cosa cotidiana, al menos siete mujeres son asesinadas por día; es así como decide usar la palabra como herramienta política y surge Tsunami.

Para lograr este libro se les dio carta blanca a las autoras, para que ellas realizaran lo que quisieran: ensayo, cuento, fábula, poemas, etc. pero desde el punto de vista de lo que vive la mujer contemporánea: el acoso sexual, el abuso de poder, la violencia de género, la maternidad, etc.

Las experiencias de las mujeres indígenas, de mujeres concretas, pueden explicarse desde aspectos culturales; en ese sentido, la categoría indígena se desdibuja y surgen múltiples identidades y aspectos culturales…

Yásnaya Gil

El libro es interesante porque no todas las autoras son “escritoras”, ni todas crecieron en el mismo contexto social o con las mismas oportunidades; por ejemplo, tenemos a Yásnaya que es lingüista mixe y que nos habla de la cuota de sangre necesaria para seguir siendo considerada indígena, o como el Estado exige que se hable una lengua nativa para ser considerado indígena en México. También tenemos a Daniela Rea quien es periodista y que nos regala una bitácora de su proceso como madre, donde nos platica que no siente un amor desbordado por su pequeña recién nacida, y nos ayuda a desmitificar el mito de la maternidad; por otro lado, también tenemos la obra de Verónica Gerber quien, como sabemos, es una artista visual, que toma el poema más misógino que conocemos hasta ahora y lo interviene para generar su obra titulada “Las mujeres polilla”.

Sabemos cómo el lenguaje puede traicionar y encubrir; parecería imposible culpar a quienes cometen las tropelías: si se recurre a cierto vocabulario, los datos se minimizan y exculpan, el delito se atenúa o desaparece y de manera uniforme…

Margo Glantz

En Tsunami también encontramos a escritoras mexicanas consolidadas con gran trayectoria como Cristina Rivera Garza que explora la falta de descanso de las mujeres que se saben feministas; cuenta cómo la lucha nunca para pero permirte abrirnos a nuevas preguntas. Y luego, tenemos a la maravillosa e inconfundible Margo Glantz, quien nos regala un texto donde nos deja clara su postura y su trayectoria y nos deja con ganas de saber más: “Apuntes para una posible genealogía (arqueológica) de los MeToos” lo titula.

Por supuesto, no puede faltar el trabajo de Gabriela, donde reflexiona cuándo y cómo escriben las mujeres, y cómo entre nosotras tejemos redes tanto para sobrevivir las violencias que nos atraviesan como para generar nuestros proyectos; escribimos y trabajamos entre hijos, padres, esposos, hermanos, que nos demandan cuidados … “hacerle tiempo al tiempo”, como dicen. También reflexiona en cómo, aunque las redes sociales podrían resultar vínculos banales, de pronto ahí se generan espacios seguros y cómo hemos logrado usar las herramientas– que se supone nos tienen que controlar–, para organizarnos y buscar opciones y salidas.

…Alzo la voz para no negarnos, Porque tenemos nombre. Y no dejaremos que lo olviden

Pero, como decía, no todo son escritoras consolidadas, también tenemos el poema de Jimena González, una escritora super joven, donde habla de su abuela y las mujeres de su vida y que te deja con un hilo de nostalgia cuando terminas de leerlo … ¡En fin! Podría hablar de cada uno de los textos de las autoras, pero quisiera que ustedes mismos los descubrieran, los exploraran y los reflexionaran. Pienso que libros como estos nos abren la puerta (o la esperanza) de que podemos vivir en un mundo mejor.

A Gabriela Jáuregui la pueden seguir en Instagram como @gabrielajauregui y el libro lo pueden comprar en cualquier librería de confianza.

¡Nos leemos la próxima quincena!