Mayor conciencia corporal, desarrollo de la imaginación y creatividad, el manejo de las emociones y sentimientos, reduce los niveles de ansiedad y otros más son los beneficios que te brinda el practicar la danzaterapia; disciplina que Claudia Romero, a través de una residencia realizada en el Centro de Estudios Críticos en Cultura Contemporánea de la Universidad Autónoma de Querétaro, pudo explorar durante el último semestre.
“En el ámbito profesional, yo soy abogada, así que la danza para mí era un hobby. Entre los 15 y 16 años tomé algunas clases y talleres, pero nunca algo tan serio como una residencia. Lo que trabajé durante dos años con Getse Zato [la directora] fue un proceso más terapéutico. Ella se dedica más a trabajar las prácticas narrativas de la danza y me encaminó más por la línea del ‘movimiento auténtico’; es decir, no imponer o educar al cuerpo en una técnica específica, como lo es la danza contemporánea, sino encontrar el movimiento natural del cuerpo”, explicó Claudia Romero, quien realizará la interpretación artística este próximo primero de diciembre en el Centro de Formación Artística Juvenil ‘La Vía’.
Para DIARIO DE QUERÉTARO, la intérprete artística explicó que durante el proceso de colaboración con la directora artística, Getse Zato, ella aprendió las bases de la creación artística. Desde la dramaturgia, performance, iluminación de escena, guión, etcétera. Recibió siete meses de capacitación que consistieron en que Romero comprendiera cómo se construía un performance, para que en los últimos meses pudiera construir el producto que se presentará este viernes.
“[El proyecto] lo montamos la directora y yo en diciembre del año pasado. Ella vive en Oaxaca, así que se trasladó a Querétaro para ayudarme a crear el performance. En un inicio este producto era algo que no tenía planeado presentar, no tenía el interés de subirme al escenario, ante un público y exponer una parte de mí a ellos, pero Getse me dijo: ‘esto que acabas de crear está buenísimo y transmite demasiado’. Ya conversando con ella fue que concluimos que el performance aborda un sentimiento muy universal y que puede llegarle a muchísimas personas”, añadió.
Una vez terminada la pieza, Zato y Romero tocaron las puertas del Centro de Estudios Críticos en Cultura Contemporánea, con quienes coincidieron por el Laboratorio de Cuerpo que desarrolla el centro académico. Fue así como se realizó la propuesta para Romero de realizar una residencia en la institución, la cual comenzó en el pasado septiembre y está próxima a culminar.
Mapa. Tierra adentro. es el nombre del performance que Claudia presentará al público. Lejos de ser un producto destinado para el entretenimiento, es una presentación artística que aborda el tema de los cuerpos condicionados socialmente, dominados e inhibidos y transmite la búsqueda de una emancipación.
De acuerdo a sus propias palabras, la pieza que el público observará no es una coreografía en sí; sino, que es la demostración de lo que el cuerpo vive y vivió. “En ese momento el cuerpo va a expresar lo que está sintiendo y se moverá de acuerdo a como él decida”, señaló.
La audiencia -o testigos, como la propia Claudia Romero los catalogó- presenciarán 12 años de memoria visual y corporal, y tres de exploración creativa, los cuales serán conectados bajo la necesidad de querer escuchar al cuerpo.
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Además del apoyo de dirección de Getse Zato, también se tuvo la colaboración artística de John Cordero, del Centro de Estudios Críticos de la Cultura Contemporánea (CECRITICC) de la Universidad Autónoma de Querétaro.
La segunda presentación de la pieza tendrá lugar el primero de diciembre en el Centro de Formación Artística Juvenil ‘La Vía’. La recepción es a las 19:45 horas y la presentación iniciará a las 20:00 horas. Es un evento gratuito y dirigido para toda la comunidad.