El perfil de Instagram de Lorena Martell es un escaparate de rostros desfigurados, nigromantes, aquelarres, espectros, brujas y otros seres que forman parte del mundo del ocultismo.
La cultura gótica, el cine de terror y el horror corporal son elementos que han inspirado el trabajo de la fotógrafa potosina, cuya propuesta, poco habitual incluso para un país que ama el género, se ha distinguido por fusionar la fotografía con la pintura digital.
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“[Cuando comencé] sentía que había algo en la fotografía que no me llenaba del todo”, expresó Lorena Martell en entrevista con Barroco, “tengo una formación en las artes plásticas, así que comencé a fusionar mi trabajo fotográfico con la pintura digital. Agregaba ciertos elementos para complementar los retratos, los paisajes, y por mi inclinación personal por el terror comencé a dibujar mis personajes”, agregó.
Su propuesta conceptual la ha llevado a ser galardonada en diversas ocasiones como en el 2020 cuando se le otorgó el primer lugar en el concurso de fotografía de terror del Festival Internacional de Cine Fantástico de Castilla y León “Terroríficamente Cortos” celebrado en Palencia, España; a la vez, se ha ganado el reconocimiento internacional al ser incorporada en exhibiciones como Witch’s eye: the camera lens as occult device que honra el legado fotográfico de William Mortensen en la Galería WYRD WAR, o al haber sido mencionada en la revista especializada en culto y horror “Rue Morgue”.
Desde su trabajo individual ha generado diversas exhibiciones como la de Siniestro que consiste en 18 piezas que creó para el libro de cuentos cortos con el mismo nombre de Violeta Garcia; y las propuestas originales New Flesh, Excisión y Satánico.
Particularmente, esta última propuesta fue un homenaje a la estética del cine de terror mexicano, y se ha mostrado en diversos festivales de cine de horror como Macabro Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México; al igual que en espacios culturales del país, incluyendo a Querétaro. Fue en la galería de El Restauratorio Ink, espacio cultural especializado en el tatuaje, donde se alojó su trabajo visual hace unos meses atrás.
Definiendo su estética
Cuando Lorena comenzó a explorar el campo de la fotografía, su formación inició a través de vídeos de YouTube hasta que eventualmente comenzó a tomar cursos de iluminación y técnica para poder sumergirse en el mundo de la manipulación fotográfica. Al momento de tener que escoger una estética visual, su mente inmediatamente fue al cine de terror mexicano.
“Siento que por todo el folclore de nuestra cultura”, comenta Lorena, “hay un contraste muy interesante de nuestra perspectiva sobre la muerte y el ocultismo que nos diferencia de las culturas ‘de primer mundo’. En las películas mexicanas está muy reflejado el tema de la santería, las leyendas, la brujería, entre otros, y creo que como mexicanos disfrutamos mucho de ese tipo de imaginarios por la familiaridad que tenemos. ¿Cuántas veces no hemos visto películas, cuadros y otro tipo de historias y expresiones artísticas inspiradas en el relato de La Llorona?”, señaló.
Desde su fotografía, Martell busca reflejar temas relacionados con los desórdenes mentales, el humanizar la depresión y la ansiedad es un aspecto recurrente en su portafolio. “Me gusta exteriorizar sensaciones hacia lo físico, reflejar de algún modo la tristeza, el cómo se vería si ésta fuera algo físico, lo que lleva a mi trabajo a ser algo más allá de la sangre o de miradas perturbantes y el morbo”, agregó.
Si bien, gran parte de su obra es un homenaje a películas del cine de horror mexicano como Santa Sangre, su director favorito de este género es John Carpenter, cineasta, guionista y compositor de bandas sonoras estadounidense. Él es el creador de cintas como La cosa (1982), Halloween (1978), Escape de Nueva York (1981), ¡Sobreviven! (1988), La Niebla (1980), Vampiros (1998), entre otras.
El terror y lo social
Otro aspecto que la fotógrafa recupera del género del horror al momento de crear su propuesta artística es la facilidad que tiene esta corriente para poder abordar temas sociales. “En estos últimos años se ha visto una tendencia dentro del cine de terror de abordar las maternidades y está fuertemente ligada al cómo los realizadores, sobre todo las mujeres, se sienten respecto al cómo se realizan políticas públicas en relación con el cuerpo de las mujeres. Así que vemos en pantalla a las protagonistas dando a luz a un bebé monstruo que puede ser la representación de algo que no quieres o que te están obligando a tener”, explicó Martell.
Desde su quehacer fotográfico, Lorena ha tenido que enfrentar censura en su propio país, tanto por la estética que maneja como por su género. “Definitivamente el ser mujer me ha hecho recibir críticas dentro del gremio y por parte del público. He tenido mucha mayor apertura a nivel internacional que dentro de México, una de las excusas es que aquí no hay un movimiento tan fuerte de la fotografía de fantasía, que sería una de las categorías que entra mi trabajo, pero siento que tiene más que ver con el hecho de que me ven mujer y que trato temas muy ligados con lo social o manejo luego imágenes que pueden ser consideradas como grotescas, y simplemente en la zona del Bajío causan revuelo”, señaló.
Tan solo Stephen Romano, curador de arte y director de la galería ubicada en Nueva York con su mismo nombre, describió su obra como “hipnotizante” y como reflejo del expertise de la fotógrafa en la técnica y conceptual de su trabajo. El curador fue el encargado de incluir a Martell en la exhibición Transmutations: Witches, Healers and Oracles que tuvo lugar en el Museo Buckland de Wicca y Brujería.
Lorena Martell suele trabajar en proyectos personales, más que a través de comisiones; sin embargo, señala que ha realizado sesiones para clientes, bajo la consideración de que la visión a crear se relacione con el tipo de trabajo que a ella le gusta desarrollar. Aunque tiene años dentro de esta disciplina, dice considerarse como una eterna aprendiz y que siempre está dispuesta en perfeccionar su técnica. Su trabajo puede ser consultado a través de su Instagram: @lore.martell o de su página web: loremartell.com.
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Más sobre la artista
Realizó sus estudios en el Instituto Potosino de Bellas Artes, en la Escuela Estatal de Artes Plásticas y el Centro de las Artes Bicentenario. En 2018 realizó su primera exposición individual, denominada Excisión (La Casa de las Bóvedas, Centro Cultural, San Luis Potosí), a la que siguió una colectiva dedicada a William Mortensen titulada Transmutations: Witches, Healers and Oracles (2021, Buckland Museum of Witchcraft & Magic in Cleveland, Ohio) y en 2022 otra exposición individual, The New Flesh (Centro de las Artes Bicentenario, San Luis Potosí). Lore ha creado imágenes originales para el libro de antología de terror de Violeta García Sinestro (2019, Clara Beter), y ha aparecido en varios artículos sobre su trabajo, más recientemente en una edición de 2023 de la revista internacional de terror Rue Morgue. Su arte ha ganado múltiples premios de fotografía, en particular el primer lugar en el concurso de fotografía de terror del Festival Terrorificamente Cortos 2020 (Palencia, España), por Tres Brujas, y el premio (2021) Photo3 en Palencia, España por imágenes que formaron parte de una exposición en el Centro Cultural Lecrác.
