A 500 kilómetros de Querétaro, en un pueblo ubicado en las altas montañas de Veracruz, se localiza el parque medieval Casavegas. Sus puertas abrieron en diciembre del 2022 y entre sus principales atractivos se encuentra el Museo de la Tortura, un proyecto impulsado por los monstruólogos queretanos William Nezme y Patricia Paniagua.
Los artistas fueron contratados por el gobierno de Orizaba para la creación de este espacio en su demarcación, que originalmente iba a girar en torno a la Inquisición y se iba a ubicar en el exconvento de San José de Gracia; sin embargo, fue trasladado a Casavegas por la temática y la incomodidad que generó este proyecto en cierto sector de la Iglesia.
“El museo es resultado de una producción de ocho meses, nos aventamos todas las torturas e instrumentos. Y cuando ya tocaba el momento de montar llegó la Iglesia; se enteró del concepto y no les gustó, obviamente porque al principio el tema era La Inquisición”, relató Paniagua en una entrevista anterior con este periódico.
De acuerdo con Will, la idea nació en 2020 en plena pandemia y en una de las crisis más severas de las últimas décadas para el sector artístico. Apunto de cerrar su estudio (Ill Cubo), los creadores decidieron tocar una última puerta en Orizaba –de donde es originario Will y su familia–, para proponer este proyecto museográfico.
“Fueron al menos ocho o nueve meses de una angustia y frustración que jamás había experimentado. Fue ver como mi barco (mi estudio) lentamente se hundía sin poder hacer nada, pues todo lo que intentaba fracasaba una y otra vez. Fue tan grave, que estuvimos a muy pocas semanas de tener que quitar nuestro estudio, pues los gastos operativos son muy altos y ya no había forma de seguir; sin embargo, durante todo este tiempo jamás me rendí hasta que al fin, hace muy poco, logré concretar un proyecto mucho muy grande. Se trata de un museo (…)[y del] proyecto más grande en 20 años de mi estudio”, posteó el artista en sus redes sociales a principios del 2021.
En la construcción de este museo, detallaron los monstruólogos, participaron alrededor de 35 personas, desde escultores, molderos, herreros, hasta carpinteros y modistas; del total, ocho fueron artistas queretanos. Y fue en tan solo dos meses que lograron montar este atractivo en su nueva sede, que es considerado el primer parque medieval en el país.
Además del Museo de la Tortura, Casavegas cuenta con un gran castillo donde se ubica el Salón Real y una Abadía en la que más de 80 artistas locales ofrecen espectáculos temáticos; hay torneos de caballería y un pueblo saudita con una gran variedad de artesanías de la región.
En el complejo también existen otros rincones que permiten que los visitantes se vistan, coman, beban y se sientan como en la época Medieval; también alberga el Planetario Orizaba, Parque de los Dinosaurios, un tobogán de montaña y el Parque de las Sonrisas, que es como una ciudad de los niños.
Desde su apertura, el parque medieval ha recibido la visita de 250 mil personas, informó a BARROCO Román Rodríguez Martín, coordinador de comunicación social del ayuntamiento de Orizaba.
El funcionario destacó que la iniciativa es pública y autogestiva, ya que mantiene su operatividad de lo que entra en taquilla.
Cabe mencionar que los lugareños no pagan la entrada, y los habitantes de los municipios veracruzanos aledaños pueden adquirir una credencial especial– a modo de pasaporte– con un costo de 100 pesos, que les posibilita ingresar gratuitamente todo el año.
Casavegas se ubica en las faldas del Cerro Escamela, específicamente en la Avenida Cri-Crí, entre las Avenidas 7 y 5, en la colonia Centro del Pueblo Mágico.
En temporada regular abre de jueves a lunes de 12:00 a 22:00 horas, y su zona de tabernas cierra hasta medianoche.
El costo de entrada para los turistas es de 100 pesos, o de 50 para quienes solo quieran ingresar al Museo de la Tortura. Niños de 1.20 metros no pagan acceso.
Un recorrido por el lado oscuro
El Museo de la tortura se compone de 157 trabajos escultóricos que muestran más de 50 métodos de tortura con víctimas, verdugos y aparatos en tamaño real, así como herramientas, vestuarios, armas, maquetas y una compleja museografía laberíntica con catacumbas, calabozos, cloacas, áreas de ejecución y sonido envolvente que sumerge al visitante en la época.
Entre las piezas se pueden encontrar maquinarias de castigo como El potro, La jaula colgante, Grillete de madera, Iron Maiden (Doncella de hierro) y Calzones de castidad, además de una explicación detallada sobre las implicaciones sociales y culturales de métodos de ejecución como la guillotina.
De acuerdo con los artistas, todas las piezas de la exhibición están sustentadas en una ardua investigación sobre La Inquisición y el impacto que sigue teniendo hasta nuestros días.
“Hay muchas escenas del torturado con su verdugo, y las herramientas y la explicación de estas están muy bien documentadas; muestran dónde, cuándo, cómo lo hacían y para quién estaban diseñadas ciertas cosas. No es nada más que se vea interesante lo que se exhibe, sino enseñar a la gente un poco de Historia y que sea verídico”, asevera Paniagua.
El escultor afirma que el museo también busca generar conciencia sobre “el respeto y tolerancia hacia las ideologías, creencias y culturas de otros. Hablamos mucho sobre la `cacería de brujas´ lo cual es un lamentable precursor histórico del feminicidio en México y en el resto del mundo… `quien no aprenda de su historia vivirá condenado a repetirla´”.
Ciertamente, en el recorrido se aborda la condición sociohistórica de las mujeres en el Medievo y se menciona la persecución y condena de mujeres en Europa del siglo XV por considerarlas brujas.
“Este fenómeno duró más de 200 años y existen evidencias históricas de la muerte de más de 200 mil mujeres, muchas de las cuales fueron acusadas de brujería y por lo tanto quemadas vivas en hogueras públicas."
“Sucedió principalmente en Europa y América, perseguían a mujeres bajo sospecha de herejía como la elaboración de brebajes y medicamentos, la adivinación y la magia, hasta conductas sexuales y sociales rechazadas por las autoridades religiosas”, se lee en las fichas del museo.
En el recorrido se habla de Malleus Maleficarum, un manual sobre brujería demonológica, que contribuyó en esta persecución y “que se difundió y vendió tanto en Europa que está considerado el primer best seller de la historia”, se lee en la museografía.
También se menciona la hoguera, en la que, tan solo en Holanda, se quemaron vivas a más de 60 mil mujeres consideradas brujas, en los siglos XVII y XVIII, así como de otros métodos de tortura como la Máscara de la vergüenza, un medio para silenciar a mujeres, y La trenza, que era colocada a aquellas que quedaban embarazadas fuera del matrimonio, para provocarles vergüenza y humillación pública.
Más museos en camino
A través de Ill Cubo –ubicado en el número 52 de la calle Guerrero, Centro Histórico de Querétaro–, los monstruólogos han impulsado exposiciones, casas de terror y otros espacios museográficos en el estado. El Museo de Ánimas, fue uno de ellos, donde se reunieron las leyendas y los fantasmas de Querétaro; sin embargo por problemas administrativos tuvo que cerrar sus puertas al poco tiempo.
No obstante, los creadores consideran reactivar este proyecto a través de otros formatos, que podrían incluir hologramas de espeluznantes fantasmas; mientras esto sucede, Will asevera que buscan sentarse pronto con el gobierno queretano, para que, como en Veracruz, se sumen a la iniciativa.
“Hemos tratado de llegar a Kuri, lo hemos intentado, pero ha sido complicado”, lamenta Will refiriéndose al gobernador de Querétaro, quien cabe mencionar, también es originario de Orizaba.
Pese a esta situación, el monstruólogo informa que la colaboración con el gobierno de Orizaba continúa, pues está en pláticas la creación de un museo medieval y un museo de criaturas mitológicas medievales en Casavegas. A la par, trabajan una propuesta de Museo de duendes para un hotel en otro pueblo mágico: Huasca de Ocampo, en Hidalgo.
Sobre el Museo de la tortura
Se compone de 157 trabajos escultóricos sobre 50 métodos de tortura Museografía se compone de catacumbas, calabozos, cloacas y áreas de ejecución El recorrido tiene una duración de 120 minutos aproximadamente
Sobre los monstruólogos
- Su estudio Ill Cubo se ubica en el número 52 de la calle Guerrero, Centro Histórico Querétaro
- Cuentan con más mil trabajos escultóricos
- Desded el 2004 se especializan en la escultura, la ilustración, el arte conceptual, el diseño de personajes, la caracterización y los efectos especiales.
- Han desarrollado proyectos para cine, teatro y televisión, además de esculturas monumentales, proyectos publicitarios y eventos especiales como el Zombie Walks Qro y Zombie Fezt Qro.