A través de obras como “Frida Kahlo: una biografía” y “Lola Vendetta. Más vale Lola que mal acompañada”, María Hesse y Raquel Riba Rossy, respectivamente han buscado darle voz a las mujeres, contar sus historias, pero también abrir un camino en la ilustración.
Casualidades y un trabajo arduo llevó a las dos ilustradoras españolas a adentrase en este mundo desde hace un par de años. María Hesse por un lado se ha encaminado al mundo de las biografías ilustradas, con personajes femeninos y empoderados como Frida Kahlo. Mientras que por el otro, Raquel Riba Rossy creó a Lola Vendetta, una mujer con catana que se ha convertido en un cómic catártico de situaciones a las que culturalmente una mujer está sometida, como el ser complaciente o los estándares de belleza.
“En un principio hacía cuentos cursis para niñas, pero en un momento comenzaron a crecer el número de situaciones que no podía desahogar en mi vida y se desahogaron en el cómic; con una educación en escuela católica y que en general siempre había sido educada para ser súper complaciente, nunca sabía decir no. Lola se convirtió en ese personaje que decía no. Hay una ilustración en la que después de una larga jornada de usar zapatos de tacón, Lola llega a su casa y se los corta con la catana, es muy drástico pero era así cómo yo me sentía, en mi trabajo como aeromoza siempre tenía que verme toda perfecta y usar tacones y a mí eso me mataba!”, dijo durante su charla en el marco del Hay Festival Querétaro.
Sus líneas van más allá de un dibujo, es a través de su trazo que buscan plantear nuevas realidades para la mujer y salir de los clichés. “Empezamos a empoderarnos, a tener conciencia de que no tenemos que estar en otros sitios, si no en sitios que queremos estar”, sostuvo María.
Ante una crisis en relación al amor romántico, aseguran que es el momento para la reinvención. “Creo que necesitamos reinventarnos o ver la manera que tenemos de plantearnos las historias románticas en las telenovelas, las películas. Ahora que ya empezamos a tener conciencia de qué es una relación tóxica o cuando alguien está dependiendo emocionalmente, ahora miramos estas películas y detectamos cuando algo no está bien. Creo que la crisis romántica está más allá de la heterosexualidad, al final todo lo que nos ha llegado es el amor romántico y estamos aprendiendo, lo primero es escucharnos y luego tener una relación. Pero creo que también corremos un riesgo de individualismo, con las redes sociales, el capitalismo, hay que medirle a todo”, mencionaron.
Los clichés románticos, las mujeres atraviesan por una lucha mayor por la que hoy en día se ha alzado la voz en todo el mundo a través del movimiento #MeToo que busca combatir el acoso en cualquier ámbito, la violencia, alzar la voz y denunciar; apostar por una equidad en salarios, puestos.
“Sí hay denuncias falsas, pero es un porcentaje mínimo. Cuando saca este tema es para desacreditar todo lo que está ocurriendo. A lo largo de estos años las cosas que se normalizaron, que te toquen y tú te sientas incómoda, ese abuso de poder que los hombres han ejercido a lo largo de la historia, una violencia hacia la mujer y que con la educación que nos han dado parece que debería ser normal. Pero nos hemos dado cuenta que no lo es. Cuando el sistema judicial no está respondiendo a las agresiones que se están haciendo hacia las mujeres, tiras de las herramientas que tienes y lo haces por sobrevivencia también. El sistema acusa a la mujer. El movimiento no es algo mercantil, ningún movimiento social debería serlo. Me da curiosidad que estas grandes tiendas que tienen a miles de mujeres explotadas, esclavizadas, son las que venden estas playeras que dicen feministas”, resaltaron.
Dentro de esta lucha, ellas también denunciaron una desigualdad dentro del mundo editorial. “La realidad es que siguen existiendo más autores que autoras, que hay un mundo cerrado para la mujer en la ilustración, somos una minoría, (…) cuando un hombre lanza un libro le va mejor, pero no es así con las mujeres, cuando una mujer lo escribe, pareciera que el hombre no lo quiere consumir porque creo que va dirigido solo para mujeres. A la hora de vender un libro tenemos más dificultad de venderlo que un hombre (…) es por eso que las redes sociales abren una ventana para el trabajo de las ilustradoras”, finalizaron.
