México.- “Si la novela es el gran género literario de la modernidad, Fernando del Paso fue un ejecutante maestro, al mismo tiempo que un renovador de las estructuras, por eso siempre se mostró muy preocupado por la fortaleza estilística y estructural de sus novelas”, aseguró Geney Beltrán Félix.
El escritor, editor, crítico literario y actual coordinador nacional de Literatura planteó que “por eso es de gran importancia recuperar la noción que ese autor practicó sobre el género de la novela”.
Añadió que “José Trigo” (1966), “Palinuro de México” (1977) y “Noticias del Imperio” (1987), las tres grandes novelas de Fernando del Paso (Ciudad de México, 1 de abril de 1935-Guadalajara, 14 de noviembre de 2018), “son catedrales que buscan presentar la totalidad de la experiencia humana dentro de las paredes de un libro”, lo mismo que el resultado de su incursión en la novela policiaca, es decir “Linda 67. Historia de un crimen” (1995).
Entrevistado por Notimex tras la ceremonia de reinauguración del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, en la colonia Condesa de esta ciudad, Beltrán Félix expuso que ahora será interesante recuperar la faceta como ensayista de del Paso que con el transcurrir de los años quedó un poco a la sombra.
“Eso demuestra su doble perfil como creador y pensador. Su ensayo sobre Cervantes ‘Viaje alrededor de El Quijote’ (2004) es verdaderamente deslumbrante, un ejercicio finísimo y profundo de reflexión sobre la obra de un autor, Don Miguel de Cervantes, de quien pareciera que ya se dijo todo y, sin embargo, es grandioso”, señaló.
Geney Beltrán se dijo atrapado por “Palinuro de México”, por su inmersión en una franja de la historia reciente del país, y por su lenguaje barroco que tiene una capacidad de crítica política; le agrada su perfil ensayístico que a las letras nacionales conviene que no quede a un lado; esas tres grandes catedrales pueden ser puerta de entrada a su obra para todo nuevo lector.
“Es un autor que exige de su lector no sólo un esfuerzo intelectual, también lingüístico, es decir, que acepte que la lengua no únicamente tiene un cariz utilitario sino que puede crearse belleza a partir de las palabras de todos los días. No es un autor fácil, pero su recompensa es grande cuando se transita por sus catedrales”.
Entristecido, Geney Beltrán Félix expresó finalmente que desde ya “Fernando del Paso se encuentra en el gran panteón de las figuras cenitales de la literatura en lengua española”.
Beltrán Félix es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autor de las novelas “Cualquier cadáver” (2014) y “Cartas ajenas” (2011), el volumen de relatos “Habla de lo que sabes” (2009) y los ensayos “El sueño no es un refugio sino un arma” (2009) y El biógrafo de su lector. Guía para leer y entender a Macedonio Fernández” (2003), entre otros títulos.
Del Paso llegó muy bien a su destino: Sabina Berman
Todos nos vamos a morir. Fernando del Paso ha llegado a ese destino muy bien, con alegría de vivir, sabiendo que deja al menos tres novelas en el acervo de los clásicos de la lengua española: “José Trigo” (1966), “Palinuro de México” (1977) y “Noticias del Imperio” (1987), obras fundamentales para entender a México.
Así se expresó la dramaturga, escritora y periodista mexicana Sabina Berman Goldberg en torno a la muerte del diplomático, académico, novelista y periodista.
“Yo le deseo a todo el mundo que llegue bien a ese destino inevitable que es la muerte”, dijo a Notimex la maestra Berman, quien asistió como invitada especial al Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, espacio que tras ser remodelado y acondicionado con tecnología de punta, puso el nombre de “Sabina Berman” a una de sus aulas.
Considerada entre las dramaturgas mexicanas de mayor influencia en el campo artístico y cultural del México contemporáneo, Sabina Berman es autora de numerosas obras que han sido llevadas a los escenarios del teatro estudiantil, crítico y comercial, mismas que en diversas temporadas se han montado en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá.
Berman recordó que la grandeza e importancia de su obra le granjeó premios nacionales e internacionales. “En el año 2015 fue galardonado con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes”, y antes, conquistó el Premio Ciudad de México (2005) y el Premio de Literatura de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (2007).
También el Premio Xavier Villaurrutia; el Premio Internacional Rómulo Gallegos 1982 por “Palinuro de México”; el Premio Medicis 1985-1986 a la Mejor Novela Extranjera publicada en Francia; el Premio Radio Nacional de España 1986 al mejor programa en español de carácter literario por Carta a Juan Rulfo, y el Premio Mazatlán de Literatura 1988 por “Noticias del imperio”.
El Gobierno de la República le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1990 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1991. Además, conquistó el cotizado Premio de Literatura del Parlamento Cultural de Mercosur, en el año 2005. “Fernando del Paso se fue tranquilo, sabiendo que dejó una obra que es herencia literaria de México y el mundo”, añadió.
El novelista, dramaturgo, poeta y artista plástico falleció el pasado miércoles en su casa de Guadalajara, Jalisco.
Fernando del Paso (Ciudad de México, 1 de abril de 1935) quiso ser médico cuando era muy joven. Sin embargo, la sangre no le agradaba, por lo que estudió economía y literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al lado de la escritura, realizó trabajos de publicista, traductor y locutor en la BBC de Londres.
Reconocido como uno los escritores mexicanos más importantes, publicó casi una veintena de libros, pero destacan sobre todo sus tres grandes novelas citadas al inicio de esta entrevista. Eso lo coloca como uno de los narradores fundamentales en las letras hispanoamericanas; con su novela policiaca “Linda 67. Historia de un crimen” (1995) también destacó en un género literario que no había explorado antes.
Desde que era un niño mostró interés por el dibujo y la pintura, pero no logró el éxito que esperaba, no obstante, no se dio por vencido y continuó con el dibujo como complemento de su escritura. Para Fernando del Paso, escribir era un acto de soledad y angustia; dibujar, un tiempo de placidez. Zurdo para dibujar y diestro para escribir, comenzó a hacer garabatos y dibujos que llegó a exponer en diversas ciudades del mundo.
“Se fue una figura central en las letras mexicanas”
Lidia Camacho Camacho, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), expresó su tristeza porque la cultura está de luto en este país, debido a la muerte del novelista, académico y diplomático, a quien calificó como “hombre central en las letras mexicanas del Siglo XX”.
Del Paso, dijo el miércoles a Notimex la directora, en el marco de la reapertura del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, deja un legado por fortuna invaluable para las actuales y futuras generaciones, quienes tienen en este infausto acontecimiento, sin embargo, una gran oportunidad de acercarse a su obra y leerla. “Ese será el mejor de sus homenajes”.
La entrevistada no pudo ocultar las emociones encontradas en su interior. La alegría por ver ese centro cultural remodelado y modernizado contrastó con la tristeza evidente por la muerte de Del Paso. “Me quedo con el recuerdo y la imagen del acercamiento que tuve con él, el año pasado en la Universidad de Guadalajara. “Me pareció que su salud estaba mejor”, dijo.
Cabe destacar que el fallecido escritor recibió un homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes.