Todo reverdece con la música de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, agrupación que hoy dará la bienvenida a la primavera con la interpretación de grandes obras de la música alemana y rusa, bajo la batuta del director orquestal y violinista mexicano, Jorge Mester.
Será en el Teatro Metropolitano, en punto de las 20:00 horas, donde se escuche la Suite no. 2 de Igor Stravinsky, la Sinfonía no. 1, en si bemol mayor, Primavera, Op. 38, de Robert Schumann, y el concierto para violín no. 1 en re mayor Op. 19, de Serguéi Prokófiev, quien esta vez será interpretado por el violinista solista queretano, Carlos Gándara.
“Se trata de una de las primeras obras del compositor Serguéi Prokófiev. Lo compuso más o menos cuando tenía 20 años, como por ahí de 1915, y se estrenó mucho tiempo después porque nadie lo podía tocar; era muy difícil. Además, en ese momento no era tan famoso y su música todavía no había sido aceptada por los músicos de la época. Por ahí de 1923 por fin se animó un violinista francés a estrenarlo”, relata Gándara sobre esta obra, cuya interpretación realizó por primera vez a principios de este mes en Ucrania, a lado de la Orquesta Filarmónica de Jarkov; siendo esa experiencia su debut como solista en el extranjero.
El violinista vuelve a su tierra luego de estudiar una maestría en Viena bajo la cátedra del profesor Igor Petruchevski, y a su llegada, expresa sentirse complacido por presentar este proyecto con el que obtuvo el título otorgado por el conservatorio Richard Wagner y la universidad de Bijeljina, Bosnia.
“Me hace muy feliz tocar con la Filarmónica de Querétaro. Cuando estudiaba violín siempre fue mi sueño estar como solista en el escenario junto a la OFEQ”, comparte el músico de 30 años, quien actualmente ocupa el puesto principal de segundos violines en la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM).
“Será un concierto muy difícil, pero me gusta mucho porque cada movimiento tiene un grado de intensidad. Empieza lento como en una ensoñación y poco a poco empieza aumentar la dificultad hasta que a la mitad de cada movimiento hay un grado de intensidad muy alto, y después se relajada; el segundo movimiento es muy vivaracho y rápido, y el tercero, asemeja al primero”, explica el violinista mientras con los dedos simula la oscilación del arco sobre el violín.
Carlos Gándara ha sido concertino de la Orquesta Juvenil Carlos Chávez y concertino adjunto de la Orquesta Ton der Jugend en Viena. En 2018 concluyó sus estudios de maestría. Como solista ha participado en la Orquesta de Baja California, la Orquesta Juvenil Eduardo Mata, y ha sido acreedor al primer premio de la competencia realizada por el Cuarteto San Petersburgo en Wichita, Kansas.