La salud mental de la población se vio duramente afectada durante la pandemia; primero por la falta de espacios para la socialización, y posteriormente por la muerte de seres queridos, la pérdida de trabajo, rupturas amorosas y situaciones que resultaron de la crisis sanitaria.
Para hacer frente a este contexto, han surgido en Querétaro diferentes iniciativas culturales que buscan propiciar la socialización y dar herramientas a la población para la gestión de emociones.
Es así que, a través de la Maestría en Enseñanza De Estudios Literarios de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la estudiante Paulina Rosales desarrolló el taller Para leer después del encierro, enfocado en el intercambio de experiencias lectoras y la promoción de actividades que permitan generar el autocuidado de la salud mental.
Su eje temático aborda el género fantástico, por lo que en las sesiones se revisa la obra de autores como Amparo Dávila, Mariana Enríquez, Franz Kafka y Ray Bradbury.
En entrevista, Paulina Rosales explica que decidió retomar este género en su proyecto, debido a que ha servido de resguardo emocional a muchas personas; asevera que la ficción va más allá de lo socialmente establecido y su misma estructura estimula la imaginación para la creación de nuevas realidades.
“Tras realizar algunas historias de vida lectoras, identifiqué que el género fantástico ha resultado muy importante para algunas personas en momentos complicados de la vida, yo misma me incluyo en esta situación. Creo que muchas veces se ha visto al género fantástico como algo para niños o se le ubica dentro de los cuentos de hadas. Pero realmente este género se puede entender como todo aquello que transgrede la realidad, como la pandemia (…) Y que acontece en espacios cotidianos y puede tener explicación lógica o no”.
Agrega que la promoción lectora debe de atender la necesidad de una comunidad en específico, así como también estimular el gusto por la literatura.
En ese camino, afirma, aún existen muchos mitos que derribar, como que los libros solo son para ciertas personas, o que no cualquiera los puede entender.
“México está catalogado como uno de los países que menos lectores tienen, y muchas veces se debe a falta de espacios que busquen mostrar que la literatura es para todos, y no solo para un sector de la población”.
De hecho, la generación de universitarios que conforma actualmente a la Maestría en Enseñanza De Estudios Literarios de la UAQ, ha diseñado diferentes proyectos para promover la lectura en todos los sectores, en los que se muestran desde la presencia de las mujeres en la literatura de terror y cómo producir audiocuentos, hasta las ventajas que tiene la autobiografía para la activación de la memoria.
El taller Para leer después del encierro se lleva a cabo en La Otra Bandita (Invierno 89, barrio de El Tepetate); su última sesión se realizará el 21 de mayo de 10:00 a 11:00 horas, y la entrada es completamente gratuita.