Grosso modo celebra sus 20

por Alondra Jiménez

  · jueves 17 de mayo de 2018

La compañía se ha enfrentado a diferentes circunstancias que van desde el éxito hasta una ruptura. Fotos: Fernando Reyes

Ver la danza como una pintura en movimiento, es el mensaje que Grosso modo, el ensamble de danza contemporánea de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), busca dejar al espectador a través de sus galas. Para celebrar 20 años de existencia, presentó “Chocolate.

“Lo más interesante es lo efímero de la danza, lo que he aprendido es que podemos preservar una obra durante más tiempo en escena, pero que dé la posibilidad de ver cosas diferentes”, refirió en entrevista Cristina Medellín, directora de la compañía y coordinadora de la licenciatura en Arte Danzarío de la UAQ.

A lo largo de dos décadas, la compañía se ha enfrentado a diferentes circunstancias que van desde el éxito hasta una ruptura hace un par de años; ahora, con un elenco sólido, según describió Medellín, continúan en su objetivo de acercar la danza contemporánea y llevarla al espíritu humano.


“No ha sido fácil. El país en el que estamos aún se cree que lo hacemos por hobbie y que debe ser gratis; también es un reto hacer cosas de calidad”, resaltó la coreógrafa.


Conquistar a un nuevo público tampoco ha sido sencillo, “la gente que ve danza contemporánea se conflictúa mucho, dice: no sé qué pasa, no estoy entendiendo, no voy, porque no le entiendo. Y realmente, yo lo que le digo a la gente que no se ha acercado, es que busque verla como una pintura en movimiento, un cuadro que a veces te significa o no, que si tiene balance te gusta”, señaló.


Con “Chocolate”, una gala integrada por 12 piezas, celebraron este vigésimo aniversario. Cuneta por la participación de siete intérpretes: Nicole Batiza, Oswaldo Torres, Marcela Vázquez, José Antonio Estrada, Einar Gallardo e Ilse Calvillo.


Con un trabajo de 12 meses, fue que se construyó esta obra que en principio se creó con la idea de hacer un homenaje a Mers Hhunnigan, “era un coreógrafo que trabajaba con el azar. Para esta presentación sorteamos el orden de las 12 piezas, es como ver Rayúela”, refirió.


Pero más allá de ser un tributo, “Chocolate” se convirtió en una pieza que a través del movimiento habló de las interelaciones en todos sentidos, las parejas, tríos, lesbianas, madres solteras, padres que abandonan, “lo que queremos es llevarla al espíritu humano y dejar de etiquetarnos, mientras más etiquetas ponemos, más nos segmentamos”, finalizó.

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