Luego de la exitosa presentación de Carmina Burana en el Teatro de la Ciudad, cuyas localidades se agotaron la noche del estreno, la secretaria de Cultura, Paulina Aguado Romero, anunció que se programará una segunda función para todo el público que no pudo presenciar este espectáculo.
Horas antes de que se abrieran las puertas, cientos de personas se arremolinaron en el vestíbulo y en las inmediaciones de este recinto, esperando su turno para ocupar una de las mil butacas que conforman su sala, sin embargo no todos lograron entrar.
Con la presencia de funcionarios locales como la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Teresa García Gasca y el secretario de Educación Estatal, Alfredo Botello Montes, arrancó el concierto al unísono de “¡Oh, Fortuna!, como la luna, de condición variable, siempre creces o decreces…”.
Bajo la batuta del director concertador, Daniel Ortiz, las voces y los instrumentos de más de cien artistas pertenecientes al Coro y Camerata de la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la UAQ, así como al Coro y Camerata Santiago de Querétaro, se unieron durante más de una hora, para interpretar esta cantata escénica compuesta entre 1935 y 1936 por el alemán Carl Orff. Esa noche también participaron la soprano Gabriela Herrera, el contratenor Alejandro Rodríguez y el barítono Israel Vázquez, así como el Coro Infantil de Iniciación Musical de la FBA y miembros del Conservatorio de Celaya y 15 músicos de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro.
Con ayuda de sobretítulos, que fueron proyectados en una pantalla situada en la parte superior del proscenio, el público pudo seguir el hilo narrativo de las diferentes piezas, compuestas por Orff con base en poemas medievales. Estos textos, fechados en el siglo XII y XIII, pertenecen a una colección de cantos goliardos, que se piensa, fueron escritos por clérigos vagantes o desertores de los estudios religiosos; caracterizados por llevar una vida errante y desordenada, y por escribir poemas satíricos sobre el clero, el amor y los placeres de la carne y el vicio.
FBA busca profesionalizar a sus músicos
De acuerdo con el director de la Facultad de Bellas Artes, Eduardo Núñez Rojas, este concierto pretende generar alianzas interinstitucionales entre la UAQ y las Secretarías de Cultura Estatal y Municipal, para que a la par de su formación académica, los estudiantes generen experiencia sobre los escenarios.
Luego de un año de trabajo y gestiones para que el proyecto llegara al escenario del Teatro de la Ciudad, Núñez afirmó que continuarán promoviendo más iniciativas como esta, y adelantó que buscarán que la Camerata y el Coro de la FBA generen recursos para la facultad a través de la oferta de diversos espectáculos.Luego de la exitosa presentación de Carmina Burana en el Teatro de la Ciudad, cuyas localidades se agotaron la noche del estreno, la secretaria de Cultura, Paulina Aguado Romero, anunció que se programará una segunda función para todo el público que no pudo presenciar este espectáculo.
Horas antes de que se abrieran las puertas, cientos de personas se arremolinaron en el vestíbulo y en las inmediaciones de este recinto, esperando su turno para ocupar una de las mil butacas que conforman su sala, sin embargo no todos lograron entrar.
Con la presencia de funcionarios locales como la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Teresa García Gasca y el secretario de Educación Estatal, Alfredo Botello Montes, arrancó el concierto al unísono de “¡Oh, Fortuna!, como la luna, de condición variable, siempre creces o decreces…”.
Bajo la batuta del director concertador, Daniel Ortiz, las voces y los instrumentos de más de cien artistas pertenecientes al Coro y Camerata de la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la UAQ, así como al Coro y Camerata Santiago de Querétaro, se unieron durante más de una hora, para interpretar esta cantata escénica compuesta entre 1935 y 1936 por el alemán Carl Orff. Esa noche también participaron la soprano Gabriela Herrera, el contratenor Alejandro Rodríguez y el barítono Israel Vázquez, así como el Coro Infantil de Iniciación Musical de la FBA y miembros del Conservatorio de Celaya y 15 músicos de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro.
Con ayuda de sobretítulos, que fueron proyectados en una pantalla situada en la parte superior del proscenio, el público pudo seguir el hilo narrativo de las diferentes piezas, compuestas por Orff con base en poemas medievales. Estos textos, fechados en el siglo XII y XIII, pertenecen a una colección de cantos goliardos, que se piensa, fueron escritos por clérigos vagantes o desertores de los estudios religiosos; caracterizados por llevar una vida errante y desordenada, y por escribir poemas satíricos sobre el clero, el amor y los placeres de la carne y el vicio.
FBA busca profesionalizar a sus músicos
De acuerdo con el director de la Facultad de Bellas Artes, Eduardo Núñez Rojas, este concierto pretende generar alianzas interinstitucionales entre la UAQ y las Secretarías de Cultura Estatal y Municipal, para que a la par de su formación académica, los estudiantes generen experiencia sobre los escenarios.
Luego de un año de trabajo y gestiones para que el proyecto llegara al escenario del Teatro de la Ciudad, Núñez afirmó que continuarán promoviendo más iniciativas como esta, y adelantó que buscarán que la Camerata y el Coro de la FBA generen recursos para la facultad a través de la oferta de diversos espectáculos.