Hermano sol

Vitral

Alfonso Franco Tiscareño | Colaborador Diario de Querétaro

  · miércoles 30 de junio de 2021

Foto: EFE

Te asomas a un espejo y no te encuentras, te has convertido con los siglos en un vulgar vampiro. Ya no te reconoces, los años cargados a tu espalda. Sólo el huracán, el viento enardecido, te llevan a volar sin alas en busca de un corazón nuevo. Ceremonia frugal, danza nocturna. Amor al vuelo, días sin sol interior. Pequeñas noches oscuras del alma. Día de siembra de corajitos estúpidos y sin sentido. Nomás porque pasa la mosca ya estás bien molesto y armas un panchazo. Neurosis descontroladas. No quieres que nadie te diga nada, pero te sigues equivocando en muchos detallitos que construyen. En tu casa, mami y papi te perdonan, o incluso te alcahuetean, pero fuera de ella la señora realidad será despiadada. Sería mejor tener más humildad, aprender a escuchar, practicar la autocrítica, exigirte más, pero eso parece no estar al alcance de todos. Requiere trabajar sobre sí mismo, y estar conscientes de que uno puede corregirse permanentemente. Sería bueno para todos, y por supuesto, para ti. Hay que acercarse a la luz, al saber, a los que saben. Darse unos baños de sol literal y figuradamente.

¿Estás consciente de qué tan cerca está el sol de ti? Está en tus entrañas más profundas, en tu ser. Te alimenta a diario de miles de formas, y tú ¿no tienes unos segundos para agradecerle tu vida? El sol podría ser tu fuente más prístina de inspiración, tu paleta de colores, tu médico, tu consejero. Si no te expusieras aunque fuera unos pocos minutos al sol diariamente estarías muerto, él es el revelador de formas. Date cuenta del papel tan grande que el sol juega en tu vida, agradécele a diario, celébralo, cántale, bendícelo.

Es por eso que me encantan y atraen las culturas solares, soy uno hijo del sol, como los mayas, los aztecas, los incas. Ellos buscaron conocer todo lo que pudieron del sol. Rigió sus vidas, edificó sus ciudades, modeló sus “dioses”. Sabían que era una representación del Dador de la vida. Estaba presente en Mexico hasta en la alimentación. Alguien me dijo que la tortilla era una representación del sol, que tomó su forma, y que por eso no se debía partir en pedazos, sólo morder. Dice el maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, “muralista y cronista muy querido de Tlaxcala … <El maíz es el sol. porque de él sale la vida>”.

¿Es exagerado o loco llamarle Hermano o Padre al sol? Cada quien lo puede tomar como guste, pero el tema merece una profunda reflexión. Ya San Francisco de Asís había llamado Hermano sol y hermana luna a estos dos astros que rigen nuestra vida en el planeta Tierra. De entrada podemos notar que somos seres cósmicos de origen, no es ni una exageración ni una expresión solamente poética o New age, es estrictamente real. Dependemos en absoluto del sol e igualmente de la luna. Desde las más tempranas eras de la vida los seres humanos se dieron cuenta de ello, pero en particular hace diez mil años con la aparición de la agricultura quedó muy claro la relevancia de conocer los tiempos siembra y de cosecha, los tiempos de lluvia, de luz -tanto solar como lunar-, y la manera en que estos procesos vitales estaban ligados, y que sin estos astros no sería posible la vida.

Por eso el sol ha sido fuente de vida e inspiración para acercarse a la sabiduría. En las culturas más remotas encontramos referencias al Sol como creación divina, representante visible de Dios, como dios mismo y como referencia cosmogónica para el desarrollo de la astronomía, la agricultura, las matemáticas, la física, la literatura y la poesía. Acercarse al sol siempre rinde frutos, y, para quien se lo toma más profundamente, puede significar un cambio radical en su manera de ser y de vivir. No que seas perfecto, sino que mejores cada día. No son ilusiones vanas, todos los filósofos de todos los tiempos han abordado en tema de una u otra forma. Dicen Los Upanishad, libros sagrados de la India, y de los textos más antiguos del mundo, en el quinto Anuvaka: “2. Mahas es el sol. Todos los mundos son alimentados por él. Bhu es Agni (el fuego), Bhuvas es Vayu (el aire) y Shuva es Aditya (el aire). Mahas es la luna. Todas las luces celestes son alimentadas por la luna.” Y en el décimo Anuvaka, versículo 3, dice: “Yo soy la luz pura del Conocimiento que se ha elevado en los cielos; yo soy el verdadero, el inmortal, aquel que reside en el sol.” Y así podríamos seguir citando citando cientos de ejemplos que hacen referencia a esta relación simbólica del sol como metáfora de la sabiduría.

Lo importante es qué posición toma cada uno de nosotros en nuestro actuar diario en la vida: si de cara al sol, o de espaldas a él, o sea, de cara a la sabiduría o de espaldas a ella. Que te interese la sabiduría no te hace automáticamente una buena persona, incluso puedes ser motivo de burla: ay, sí, se cree muy bueno. Pero vale la pena intentarlo, vivirlo, experimentarlo y sacar las propias conclusiones, es un aporte que proporciona sabiduría para caminar más contento y productivo por el mundo. Diversos filósofos y pensadores se han acercado al tema, por ejemplo, Buda señala: “No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino.”; dice Platón: “El hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo, ya no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz”; señala Lao Tse: “Si estás deprimido, estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estas viviendo el presente”.

Cada quien escoja qué camino quiere recorrer. No es cosa fácil ni se logra de una vez y para siempre, son los eventos de vida, de todo tipo, los que van poniendo a prueba la solidez de nuestras convicciones. Con caídas y levantadas se va ganando en experiencia, confiados en que el Hermano sol, el físico y el metafórico -el de la sabiduría-, nos acompañe a cada paso. Y que queden ahí para la reflexión profunda las palabras de Bertrand Russell: “De todas las formas de precaución, la cautela en el amor es tal vez la más mortal de la verdadera felicidad”.


https://escritosdealfonsofrancotiscareno.blogspot.com