El Holocausto fue el primer genocidio reconocido de la historia, fue perpetuado por la Alemania Nazi y sus colaboradores, antes y durante la Segunda Guerra mundial con el fin de exterminar deliberada y sistemáticamente a grupos raciales, étnicos, religiosos y nacionales; causando la muerte de cerca de seis millones de judíos además de gitanos, soviéticos, personas con discapacidad, homosexuales y testigos de Jehová.
La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió promulgar el 27 de enero como el Día Mundial de la Conmemoración en Memoria de las Víctimas de Holocausto, ya que ese día, en 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración Auschwitz-Birkenau.
Este año la conmemoración tiene como tema “Educar por el futuro. La función de los emplazamientos históricos y los museos en la educación relativa al Holocausto”. Es por esto que en el Centro Educativo Manuel Gómez Morín (CECEQ), a través de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y el Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México se albergan dos exposiciones relativas al tema.
La primera de ellas, inaugurada hace una semana, es el “Túnel de la Tolerancia”, una instalación didáctica del Museo de Memoria y Tolerancia patrocinada por la Embajada de la República Federal de Alemania. Ubicada en el patio central del CECEQ presenta los genocidios que han marcado la historia mundial ocurridos entre 1975 y 2013, resaltando países como Armenia, Camboya, Guatemala, Dafur y Ex Yugoslavia. Así como una reflexión hacia los valores preventivos de estas situaciones.
La segunda es la exposición fotográfica “Huellas para no olvidar”, un recorrido pictórico de los personajes que protagonizaron la Alemania Nazi y retratos de la sociedad alemana durante la segunda guerra mundial. De la mano con esta también esta una placa develada el pasado jueves que posee la forma de la estrella de David y las huellas palmares de Pete Kats Neumann, uno de los sobrevivientes del Holocausto.
El proyecto “Huellas para no olvidar” tiene como propósito mantener vivo el testimonio de los sobrevivientes del Holocausto, como una forma de prevenir la reiteración de uno de los capítulos más siniestros de la historia humana. Exalta el respeto por la vida, libertad y dignidad humana, así como la invitación a adoptar la verdad histórica en torno al Holocausto perpetrado contra el pueblo judío y otras víctimas de grupos minoritarios durante la Segunda Guerra Mundial.
Tendrán una permanencia hasta el 28 de febrero.