Con un fuerte toque de ironía sobre nuestra vida diaria, el ilustrador Ricardo Mosterín Cantón presenta en Galería Libertad su exposición individual ¿Qué tienes para enseñar?, donde a través de sus piezas representa situaciones tan reales, que pueden resultar incómodas.
Esta exposición, que solo hasta hoy estará en exhibición, cuenta con la curaduría de Paulina Macías, quien encuentra una fuerte similitud entre la obra de Ricardo y la tradición teatral griega del género de comedia, donde siempre se cuenta con un impostor y alguien que lo desenmascara, pero no de manera literal, sino llevándolo a situaciones que lo revelan hasta que sea el mismo impostor quien se muestre a sí mismo.
Sobre la obra, Macías señala: “Ricardo Mosterín es un artista y es un eiron (persona que desenmascarar al impostor). Desde las prácticas artísticas como el dibujo, el mural, el grabado, la historieta, la intervención de objetos encontrados responde a la realidad con un lenguaje no siempre directo, pero que no deja de ser político: toma postura, expresa decisiones y valores que le interesan para hacer frente a la vida, revela casualidades y causalidades que no por graciosas dejan de ser trágicas”.
Entre los temas recurrentes de estas ilustraciones se encuentra por supuesto la pandemia de Covid-19, ilustración en la que los personajes dejan ver todos sus defectos pero los atribuyen a la contingencia sanitaria y no a sí mismos.
También se habla de la opresión de la policía a los artesanos de Querétaro; y deja ver la crítica del artista hacia las clases sociales más altas, a quienes ridiculiza mientras disfrutan de una fiesta, esto en su serie titulada Caspa social.
La exposición ¿Qué tienes para enseñar? se puede ver en Galería Libertad, ubicada en el Andador Libertad #56, Centro Histórico.
Sobre el artista
Ricardo Mosterín Cantón es diseñador gráfico y caricaturista, desde muy temprana edad se sintió atraído por el lenguaje visual y las manifestaciones gráficas.
Utiliza el dibujo como principal estandarte para reflejar su crítica social, aunque también emplea todo tipo de soportes, desde el mural hasta lo digital para expresar el sinsentido, la desesperanza y la estupidez de la vida cotidiana con una postura crítica y humorística.