El estudio reúne enfoques multidisciplinarios, como los de laetnohistoria, la arqueología y la epigrafía, entre otros, con lacolaboración de especialistas del INAH, la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma del Estadode Hidalgo (UAEH).
Acompañada del arqueólogo David Arreola Gutiérrez y elantropólogo físico Jorge Archer Velasco en el Museo del TemploMayor, Torres Rodríguez ofreció la conferencia “Los signosde la pintura mural teotihuacana y su supervivencia en los códicesmesoamericanos”.
La coordinadora del proyecto explicó que el estudio incluye loscomplejos murales de los templos así como fragmentos procedentesde excavaciones y obras que fueron llevadas a bodega para suconservación en la década de 1970.
De esta forma, se tiene un registro de 14 mil fragmentos, concuatro mil 300 ya digitalizados, y 600 elementos arquitectónicoscon vestigios de pintura in situ identificados en lo que va de2016;
Estos elementos, refirió la experta, datan desde las fasestempranas de la urbe, como la Tlamimilolpa (200 a 400 d.C.), hastasu época de mayor esplendor, entre el 450 y 500 d.C., y la de supaulatino abandono, después del año 700.
Asimismo, los investigadores han decidido realizar accionesadicionales como la conservación preventiva, la toma ydigitalización de fotografías así como la creación de nuevosenfoques investigativos a partir de las bases de datos.
En ese sentido, Jorge Archer señaló que han utilizado trestécnicas como la RTI (acrónimo de Reflectance TransformationImaging), que consiste en fotografiar un objeto desde distintosángulos de luz hasta formar una secuencia y, por medio dealgoritmos matemáticos, enfatizar en computadora los detalles pocoobservables a simple vista.
La segunda técnica, que se usa para el estudio de arterupestre, se vale del software libre DStretch, complemento delprograma J-image, para modificar las variables cromáticas de unafotografía y crear efectos de relieve y saturación en colores odetalles iconográficos.
Estas técnicas, aplicadas en el Tláloc Rojo de Tepantitla, osobre murales con afectaciones en su color como los del ConjuntoJaguares, dan paso a la fotogrametría, que usa las mismassecuencias fotográficas para generar modelos tridimensionales decada obra, refirió el experto.
Mencionó que las reconstrucciones permitirán a losespecialistas intercambiar opiniones a través de un catálogo enlínea, lo que reducirá la manipulación directa de los murales,además los acercará a mayores públicos.
Mientras que el arqueólogo David Arreola destacó elanálisis iconográfico realizado con las imágenes procesadas,cuyo contenido da luces sobre el contexto y la intención plasmadapor los teotihuacanos en sus murales.
Entre las líneas de investigación sobresalen la forma en queTeotihuacan se convirtió en conquistadora para imponer sussímbolos a otras culturas, el registro y comparación de lossignos de la pintura mural teotihuacana con otras imágenes decódices de todas las regiones de Mesoamérica y la influencia deesta cultura en años posteriores.