/ sábado 5 de enero de 2019

Inspiración…

El coraje creativo

…no consiste en crear del vacío sino del caos: «El éxtasis de la influencia»*

(El último de 2018… O la espiritualidad de Albert Ayler) 15ª Parte

Al cierre de este año, llegando a la entrega 357 de esta columna y el 15ª sobre el tema del caos, no podría ser mejor impregnándolo con ahínco, seguir con los mejores deseos el sentido del caos y anarquía con la idea de transformar la percepción de la música, siguiendo el principio de Jon Cage, es decir; “alterar la mente”, dado cabida a aquellas obras que son escuchadas por una inmensa minoría, que se preferiría fuera una inmensa mayoría. Propuestas en manos de sus creadores que dejan fuera cualquier manifestación de banalidad. La conceptualidad ante todo.

El Coraje Creativo hasta donde aguante seguirá en este camino, por supuesto aporreando todo aquello que sea distractor y detractor de la música trascendental.

Así, en estas fechas que impregnan de una supuesta concordia, donde y como lo decía Mario Benedetti aparecen “Las ventas navideñas” y “el culto a dios padre”, los medios de comunicación expelen con una música suave y tierna, que exalta artificialmente desde la costumbre los ¿mejores? sentimientos de la sociedad, llegan como contraparte y anillo al dedo dos tremendos discos que muestran el otro lado de la moneda, lo que algunos podrían llamar fealdad estética y, lo más importante es la aparición del fantasma de Albert Ayler en ambas propuestas discográficas.

En honor a la verdad, sería muy difícil que en la cenas del 24 y 31 de diciembre las acompañaran las familias con esta música totalmente transgresora y temática, porque hace referencia a estas fechas de fin de año. Ya se sabe, el efecto maléfico de la música como entretenimiento, tiene un efecto impresionante en la sociedad de consumo, la nuestra. Entremos al tema entonces:

El saxofonista Mars Williams, personaje que se ha mantenido ocupado participando con figuras importantes de Avantgarde, ha asestado un golpe maravilloso, porque deconstruye respetuosamente el legado del free jazz de Albert Ayler los temas característicos de navidad, todo derivado de un concierto anual de vacaciones en Chicago que realiza Williams con su banda Witches & Devils cada año. El resultado es una amalgama de sonidos integrados, donde en ocasiones apenas se perciben las líneas melódicas tradicionales comentadas, insertadas en una polifonía de sonidos y caos, donde se puede apreciar la espiritualidad de Albert Ayler, a quien le emocionaba tocar la música religiosa de sus ancestros, la negritud en toda su expresión. El disco en cuestión es Mars Williams - Mars Williams Presents an Ayler Xmas Vol. 2 (Soul What Records, 2018). En esta grabación incluye a su banda de Chicago- Witches & Devils- con el líder + siete músicos en los temas 1, 3 y 4. En los correspondientes 2 y 5 corren a cargo de una banda vienesa que integra a cuatro músicos + el líder.

Sobre este saxofonista, en su página web se puede leer: Mars Williams es un músico, compositor y educador de mentalidad abierta que conmuta fácilmente entre el free jazz, el funk, el hip-hop y el rock. Mars ha tocado y grabado con Billy Idol, Massacre, Fred Frith, Bill Laswell, John Scoffield, Charlie Hunter, Kurt Elling, Monos hinchados, Mike Clark, Jerry Garcia, prácticamente todas las figuras principales de la escena del "centro de la ciudad" de Chicago y Nueva York.”** dos referencias fundamentales es USA en las que se desarrollan propuestas musicales totalmente significativas para el mundo. No conforme con lo anterior, se puede observar la relación la impresionante pléyade de músicos de la vanguardia con los que toca, algunos de la Europa radical: Peter Brötzmann Tentet, the Vandermark 5, Michael Zerang, Chicago Edge Ensemble, Hamid Drake, William Parker, Ikue Mori, Kent Kessler, Fredric Lonberg Holm, Joe McPhee, Jeb Bishop, Tim Daisy, Ingebrigt Haker Flaten, Paal Nilssen-Love, Ab Baars, Mike Reed, Jeb Bishop, Dave Rempis, Kidd Jordan y Matts Gustafson entre algunos.

El afamado conceptualista John Zorn reconoce a Mars como "uno de los verdaderos saxofonistas, alguien que se complace en el simple hecho de tocar la bocina. Este tremendo entusiasmo es una parte esencial de su sonido, y llega a través de cada nota cada vez que toca". En la situación, Mars toca música emocionante. En muchos aspectos, ha logrado redefinir lo que significa la versatilidad para el saxofonista moderno."**

El espíritu de Albert Ayler aparece también en la grabación The Way Ahead - Bells, Ghosts and Other Saints (Clean Feed, 2018). Disco que versa sobre el concepto revolucionario, así es como Mark Corroto columnista de la importante página virtual All About Jazz, hace una interesantísima y profunda disertación sobre este disco en pleno 25 de diciembre 2018, la cual el Coraje Creativo respetuosamente la pone en sus manos íntegramente para ustedes, estimados lectores.

Perry Farrell, de la banda de rock Jane's Addiction, podría haberlo dicho / cantado mejor en 1988, en la canción "Ted, Just Admit it…" cuando susurró "Nada es impactante". De hecho, no hay nada en el siglo XXI. El cuadro de Marcel Duchamp "Nude Descending a Staircase, No. 2" (1912) es admirado hoy en día, y ciertamente no es el desencadenante de un motín. Tampoco lo es la música de Ornette Coleman, Charlie Parker o Louis Armstrong. Las revoluciones de tu padre y de tu abuelo son hoy símbolos de belleza, para ser admiradas e incorporadas en la creación de aún más belleza.

El septeto escandinavo The Way Ahead utiliza a Albert Ayler como una piedra de toque para amplificar esta hermosa revolución, pero lo hacen de manera indirecta. No es hasta la pista final, la pista del título que Ayler se dirige directamente con una composición del baterista Tollef Østvang. Tomando tres títulos célebres de Ayler, "Campanas", "Fantasmas" y "Santos", el septeto recircula las construcciones primarias del gran hombre de himnos y marchas de bronce. Sin embargo, su logro no se extrae del aire. Los miembros de The Way Ahead se han preparado para esta salida con sus variados proyectos, el saxofonista Andre Roligheten y el baterista Tollef Østvang en Friends & Neighbors, el saxofonista Kristoffer Berre Alberts y el bajista Ola Høyer en Cortex, trombonist Mats Äleklint Quartet y vibraphonist Mattias The Band Angles y el trompetista Niklas Barno en Mats Gustafsson's Fire! Orquesta.

La banda está sobre los hombros de varios gigantes aquí. “Headway Heat” toma hilos de las simples y repetidas figuras de Anthony Braxton y Philip Glass. Se doblan y dan forma al tiempo sin escándalos impactantes. Al escuchar el vibráfono de Äleklint enmarca los solos individuales de "Skremmerud" y "Molefonken" te hace preguntarte cómo habría sonado Ayler con los sonidos espectrales que envolvían su música. Por otra parte, las composiciones se convierten en mini-universos. "Tåkefyrste" y "Lakenskrekk" de Roligheten se desarrollan como paseos despreocupados a través de este antiguo campo de batalla. Uno que ahora se ha convertido en un hermoso parque.”***

¡Un abrazo a todos y lo mejor para 2019!

La historia continuará…

*Tomado de la página del sello discográfico alemán Hat Hut, por Jonathan Lethem- escritor estadunidense de ciencia ficción y novela negra con incursiones en la música, inclusive haciendo referencia al padre de Charles Mingus.

** http://www.marswilliams.com/about/

***https://www.allaboutjazz.com/bells-ghosts-and-other-saints-the-way-ahead-clean-feed-records-review-by-mark-corroto.php

Esta columna con más de 8 años de longevidad, puede ser un foro de discusión e intercambio de ideas, se invita a participar. Cualquier comentario hacerlo llegar a Proyectowef@gmail.com

…no consiste en crear del vacío sino del caos: «El éxtasis de la influencia»*

(El último de 2018… O la espiritualidad de Albert Ayler) 15ª Parte

Al cierre de este año, llegando a la entrega 357 de esta columna y el 15ª sobre el tema del caos, no podría ser mejor impregnándolo con ahínco, seguir con los mejores deseos el sentido del caos y anarquía con la idea de transformar la percepción de la música, siguiendo el principio de Jon Cage, es decir; “alterar la mente”, dado cabida a aquellas obras que son escuchadas por una inmensa minoría, que se preferiría fuera una inmensa mayoría. Propuestas en manos de sus creadores que dejan fuera cualquier manifestación de banalidad. La conceptualidad ante todo.

El Coraje Creativo hasta donde aguante seguirá en este camino, por supuesto aporreando todo aquello que sea distractor y detractor de la música trascendental.

Así, en estas fechas que impregnan de una supuesta concordia, donde y como lo decía Mario Benedetti aparecen “Las ventas navideñas” y “el culto a dios padre”, los medios de comunicación expelen con una música suave y tierna, que exalta artificialmente desde la costumbre los ¿mejores? sentimientos de la sociedad, llegan como contraparte y anillo al dedo dos tremendos discos que muestran el otro lado de la moneda, lo que algunos podrían llamar fealdad estética y, lo más importante es la aparición del fantasma de Albert Ayler en ambas propuestas discográficas.

En honor a la verdad, sería muy difícil que en la cenas del 24 y 31 de diciembre las acompañaran las familias con esta música totalmente transgresora y temática, porque hace referencia a estas fechas de fin de año. Ya se sabe, el efecto maléfico de la música como entretenimiento, tiene un efecto impresionante en la sociedad de consumo, la nuestra. Entremos al tema entonces:

El saxofonista Mars Williams, personaje que se ha mantenido ocupado participando con figuras importantes de Avantgarde, ha asestado un golpe maravilloso, porque deconstruye respetuosamente el legado del free jazz de Albert Ayler los temas característicos de navidad, todo derivado de un concierto anual de vacaciones en Chicago que realiza Williams con su banda Witches & Devils cada año. El resultado es una amalgama de sonidos integrados, donde en ocasiones apenas se perciben las líneas melódicas tradicionales comentadas, insertadas en una polifonía de sonidos y caos, donde se puede apreciar la espiritualidad de Albert Ayler, a quien le emocionaba tocar la música religiosa de sus ancestros, la negritud en toda su expresión. El disco en cuestión es Mars Williams - Mars Williams Presents an Ayler Xmas Vol. 2 (Soul What Records, 2018). En esta grabación incluye a su banda de Chicago- Witches & Devils- con el líder + siete músicos en los temas 1, 3 y 4. En los correspondientes 2 y 5 corren a cargo de una banda vienesa que integra a cuatro músicos + el líder.

Sobre este saxofonista, en su página web se puede leer: Mars Williams es un músico, compositor y educador de mentalidad abierta que conmuta fácilmente entre el free jazz, el funk, el hip-hop y el rock. Mars ha tocado y grabado con Billy Idol, Massacre, Fred Frith, Bill Laswell, John Scoffield, Charlie Hunter, Kurt Elling, Monos hinchados, Mike Clark, Jerry Garcia, prácticamente todas las figuras principales de la escena del "centro de la ciudad" de Chicago y Nueva York.”** dos referencias fundamentales es USA en las que se desarrollan propuestas musicales totalmente significativas para el mundo. No conforme con lo anterior, se puede observar la relación la impresionante pléyade de músicos de la vanguardia con los que toca, algunos de la Europa radical: Peter Brötzmann Tentet, the Vandermark 5, Michael Zerang, Chicago Edge Ensemble, Hamid Drake, William Parker, Ikue Mori, Kent Kessler, Fredric Lonberg Holm, Joe McPhee, Jeb Bishop, Tim Daisy, Ingebrigt Haker Flaten, Paal Nilssen-Love, Ab Baars, Mike Reed, Jeb Bishop, Dave Rempis, Kidd Jordan y Matts Gustafson entre algunos.

El afamado conceptualista John Zorn reconoce a Mars como "uno de los verdaderos saxofonistas, alguien que se complace en el simple hecho de tocar la bocina. Este tremendo entusiasmo es una parte esencial de su sonido, y llega a través de cada nota cada vez que toca". En la situación, Mars toca música emocionante. En muchos aspectos, ha logrado redefinir lo que significa la versatilidad para el saxofonista moderno."**

El espíritu de Albert Ayler aparece también en la grabación The Way Ahead - Bells, Ghosts and Other Saints (Clean Feed, 2018). Disco que versa sobre el concepto revolucionario, así es como Mark Corroto columnista de la importante página virtual All About Jazz, hace una interesantísima y profunda disertación sobre este disco en pleno 25 de diciembre 2018, la cual el Coraje Creativo respetuosamente la pone en sus manos íntegramente para ustedes, estimados lectores.

Perry Farrell, de la banda de rock Jane's Addiction, podría haberlo dicho / cantado mejor en 1988, en la canción "Ted, Just Admit it…" cuando susurró "Nada es impactante". De hecho, no hay nada en el siglo XXI. El cuadro de Marcel Duchamp "Nude Descending a Staircase, No. 2" (1912) es admirado hoy en día, y ciertamente no es el desencadenante de un motín. Tampoco lo es la música de Ornette Coleman, Charlie Parker o Louis Armstrong. Las revoluciones de tu padre y de tu abuelo son hoy símbolos de belleza, para ser admiradas e incorporadas en la creación de aún más belleza.

El septeto escandinavo The Way Ahead utiliza a Albert Ayler como una piedra de toque para amplificar esta hermosa revolución, pero lo hacen de manera indirecta. No es hasta la pista final, la pista del título que Ayler se dirige directamente con una composición del baterista Tollef Østvang. Tomando tres títulos célebres de Ayler, "Campanas", "Fantasmas" y "Santos", el septeto recircula las construcciones primarias del gran hombre de himnos y marchas de bronce. Sin embargo, su logro no se extrae del aire. Los miembros de The Way Ahead se han preparado para esta salida con sus variados proyectos, el saxofonista Andre Roligheten y el baterista Tollef Østvang en Friends & Neighbors, el saxofonista Kristoffer Berre Alberts y el bajista Ola Høyer en Cortex, trombonist Mats Äleklint Quartet y vibraphonist Mattias The Band Angles y el trompetista Niklas Barno en Mats Gustafsson's Fire! Orquesta.

La banda está sobre los hombros de varios gigantes aquí. “Headway Heat” toma hilos de las simples y repetidas figuras de Anthony Braxton y Philip Glass. Se doblan y dan forma al tiempo sin escándalos impactantes. Al escuchar el vibráfono de Äleklint enmarca los solos individuales de "Skremmerud" y "Molefonken" te hace preguntarte cómo habría sonado Ayler con los sonidos espectrales que envolvían su música. Por otra parte, las composiciones se convierten en mini-universos. "Tåkefyrste" y "Lakenskrekk" de Roligheten se desarrollan como paseos despreocupados a través de este antiguo campo de batalla. Uno que ahora se ha convertido en un hermoso parque.”***

¡Un abrazo a todos y lo mejor para 2019!

La historia continuará…

*Tomado de la página del sello discográfico alemán Hat Hut, por Jonathan Lethem- escritor estadunidense de ciencia ficción y novela negra con incursiones en la música, inclusive haciendo referencia al padre de Charles Mingus.

** http://www.marswilliams.com/about/

***https://www.allaboutjazz.com/bells-ghosts-and-other-saints-the-way-ahead-clean-feed-records-review-by-mark-corroto.php

Esta columna con más de 8 años de longevidad, puede ser un foro de discusión e intercambio de ideas, se invita a participar. Cualquier comentario hacerlo llegar a Proyectowef@gmail.com

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