Hace 25 años, cuando la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ) se fundó, apareció dentro de sus colaboradores Jesús Almanza, un músico especializado en piano y con estudios en canto gregoriano que por invitación de Salvador Cárdenas arribó para participar como director de coros. Ahora, con una vida que gira entre la docencia y los conciertos, se perfila como uno de los candidatos para encabezar esta institución musical.
Con un temprano interés por la música, Jesús Almanza decidió formalizar sus estudios en el Conservatorio de Música Sacra hace ya algunas décadas. Le siguieron el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Ollin Yoliztli y la Escuela Nacional de Música de la UNAM donde solidificó su carrera como pianista.
En 1990 llegó a la ciudad para convertirse en docente de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y al poco tiempo voló a Barcelona para realizar cursos de dirección de orquesta. Al aterrizar nuevamente aquí, la recién fundada Filarmónica queretana le abrió la puerta. “Colaboré con el maestro José Guadalupe Flores como asistente y pianista de la OFEQ a lo largo de 12 años, al colaborar con él tuve la fortuna de irme formando como director. Hubo temporadas enteras en las que fui invitado, hice varios conciertos. Después, se abrió una brecha de no participar, luego, nuevamente fui invitado; se viene la problemática administrativa el año pasado, me llamaron y con mucho gusto comencé a colaborar”, relató en entrevista. Desde la segunda temporada de conciertos en el 2017, se ha convertido en uno de los directores huéspedes más constantes.
La OFEQ, uno de sus amores
“Sin lugar a dudas es una de las mejores orquesta de provincia y creo que del país. Es una orquesta que mantiene un extraordinario nivel y es un placer trabajar con ellos independiente de la relación de amistad. Es un gran orgullo para mi participar con esta orquesta y más después de tantos años en los que estoy más preparado como director, no es fácil y te lleva varios años irte formando”, refirió sobre la filarmónica.
La Filarmónica es uno de mis grandes amores, es una orquesta en la que crecí y comencé a desarrollarme como director
Jesús Almanza / Músico
Tras varios años de trabajar constantemente con ésta, una institución musical a la cual refirió como “la cara musical del estado”, asegura encontrar actualmente una orquesta muy madura, con músicos de primer nivel, pero también un tanto descorazonada, con muchas preocupaciones hacia el interior e inquietudes hablando del aspecto laboral. “Espero que esto pronto cambie porque no lo merecen, son una agrupación maravillosa, son el rostro de nuestro estado musicalmente y eso es mucho. Creo que es una gran agrupación y espero cambie para bien”, dijo.
Al ser cuestionado si le gustaría ser el nuevo director artístico de la OFEQ aseguró que sí. “Yo creo que ningún director diría que no, (…) creo principalmente que la decisión es de los músicos y debe ser muy respetada, porque así es como nació esto; ellos están colaborando con distintos directores con el fin de llegar a un acuerdo, pero claro, sería para mí un gran honor. Sí me llegara la propuesta no dejaría de saltar y reír de la alegría, dejaría de lado cualquier otro de mis proyectos”, declaró en entrevista.
Sin embargo sostuvo que es una tarea ardua y compleja, “Hay que barrer nuestra casa y hay mucho por hacer en ese sentido. Es una orquesta que merece lo mejor, resolver su situación económica, resolver otros aspectos como el hecho de que no existe un coro estatal. No se pueden hacer obras corales porque no hay. Hay algunos que están dispuestos, pero no tienen esa práctica; la creación de una orquesta juvenil es necesario, es un proyecto que otros estados ya tienen y por alguna razón en Querétaro no se ha dado. Hay mucho que hacer. Se debe posicionar bien a nivel nacional, debe estar en los festivales importantes porque tiene ese nivel y por qué no, hasta hacer giras internacionales”, manifestó.
Crear nuevos públicos y acercar a la sociedad ha sido la tarea que la OFEQ ha adoptado en los últimos meses, en relación a eso, Almanza opinó que para lograrlo se debe diseñar bien la programación, “el error está en tratar a las personas como si no supieran de música; para ir a escuchar música no hace falta saber nada, sólo es ir ahí y derribar prejuicios, la música no es elitista, ni nada; yo creo que la oferta cultural debe ser lo más basta posible”, finalizó.
