Una charla con Juan Antonio Isla (Parte 2)
Juan Antonio, ¿cómo incidir, desde su postura, en la actual administración? ¿Tiene que venir una propuesta desde la comunidad artística? Yo pienso, usted acaba de decir algo que yo le respeto, y se lo respeto porque es usted una de las personas que ha logrado dar a la sociedad y a los ciudadanos no sólo medios para que se exprese y quede asentado el arte, sino también infraestructura cultural, que no quiere dar opiniones al respecto, pero, es decir, usted nos ha heredado una forma de mirar el arte, y por lo tanto es una de las personas más calificadas para dar un comentario al respecto.
Yo no pretendo que mi voz tenga una resonancia más allá de mover ciertas conciencias, o de sensibilizar, pero bueno, doy una opinión. Yo creo que en el tema editorial sí hace falta que haya compromisos, que haya atención porque no la hay, en cambio hay ignorancia, ausencia de un proyecto, hay recursos, pero hay descuido. Entonces lo primero que tiene que hacer la funcionaria encargada del tema cultural es voltear a ver quiénes la pueden apoyar, y crear un consejo editorial, un consejo técnico, un consejo asesor, y que le diseñen un programa y luego realizarlo. Aún están a tiempo, faltan tres años para que termine este gobierno, en tres años se pueden hacer muchas cosas, pero si ella está aislada o en su rededor tiene dos o tres voces que no están bien calificadas porque en el fondo desconocen el asunto, pues creo que quienes se hacen cargo de las publicaciones no saben de lo que se trata, pues va a ser difícil.
Bueno no voy a cuestionar lo que ya está, pero sí creo que es importante que hagan lo que han dejado de hacer, es decir que están a tiempo de remediar un gran vacío que existe en la política cultural oficial. La universidad hace lo suyo, tiene su programa editorial, tiene sus ediciones, algunas de excelente calidad, algunas otras que desgraciadamente no están bajo el control de los editores y no cumplen con los requisitos de calidad, ni de buen gusto, ni de importancia de contenido, son ediciones chafas, permítaseme la expresión. Lo que no produce el Fondo editorial son publicaciones de mal gusto y fuera de las funciones sustantivas de la institución. En cambio, lo que produce el Fondo Editorial son trabajos muy dignos, pero eso no suple la función del Estado. El gobierno del estado tiene que tener su propio proyecto, no puede ser omiso en esa área, es una responsabilidad histórica cumplir con esa obligación. No todo es la proyección aeronáutica verdad? Hay rezagos sociales importantes.
Juan Antonio, su generación. Usted pertenece a una generación que muestra personalidades y trabajos muy dispares, está usted, está su hermano Augusto, creadores como Julio César Cervantes, José Luis de la Vega, Blas César Terán, José Luis Sierra, Julio Castillo, Gerardo Esquivel, Arturo Santana, quien llega de Jalisco, pero creo que ya podemos adoptarlo, ¿no?, de alguna forma.
Todos somos hijos del mismo árbol. A ver, este árbol tiene varias ramas, pero el tronco está en los antecedentes de impulsos de Hugo Gutiérrez Vega en la Universidad y el esfuerzo independiente de Paula de Allende. Luego viene otro árbol, en los años ochenta, con la visión de Mariano Palacios Alcocer, primero en la Universidad y luego en el gobierno. Sin estos tres nombres fundamentales no podríamos estar haciendo una lectura de lo que se produjo y de lo que ha trascendido. Y bueno, la Casa de la Cultura se gestó su propio movimiento, con artistas como Julio César Cervantes, Gerardo Esquivel, Julio Castillo, Alfredo Juárez, Gustavo Pérez, un ceramista muy exitoso
… a él no lo ubico…
Búscalo, búscalo en internet, Gustavo Pérez es uno de los mejores ceramistas de México, y yo creo de Latinoamérica. Él se formó aquí en la Casa de la Cultura, en un tallercito modesto de cerámica y terminó madurando en un taller del que era dueño un tipazo que era el ingeniero Carlos Marín. Hoy Gustavo expone en las principales galerías del mundo.
Pensaba yo, regresando al tema, fíjese, de la producción de los libros de autores de Querétaro, empieza con la generación que nace en los treintas del siglo pasado y publica en los setentas, pienso por ejemplo en Salvador Alcocer, en la obra de todos los autores que su trabajo ha justipreciado. ¿No considera usted que una de las formas de cerrar de algún modo su trabajo pudiera ser la edición de las obras completas de los autores que publicaron en Querétaro en siglo XX? Quiero pensar en algún investigador dentro de cincuenta años que aborde el tema, ¿no sería una bella forma de cerrar o concluir una labor reuniendo a todos esos autores que usted publicó y que finalmente son los autores de Querétaro, en ediciones comentadas, no sería esta una bella forma de dejar firme el legado que ya nos dejó?
Puede ser. Es un trabajo de varias generaciones y en donde se combina el esfuerzo institucional. Hoy, por ejemplo, para ser justos, creo que la Universidad tiene un gran trabajo de investigación y los trabajos de sus investigadores han tenido un cauce de difusión. En los últimos años se ha producido una obra editorial historiográfica y antropológica de buen nivel. Aunque creo que no es suficiente, pienso que, cuando, como tú dices, dentro de cincuenta años se revise el tema, van a ser considerados casos muy aislados, y no van a ser un movimiento claro, definido, trascendente, que es lo que sería ideal
… me refería a este tema, quizás no elaboré bien la pregunta, me refería por ejemplo en que hoy ya no encontramos Mientras cae la gota de agua, o Árbol de fuego de Salvador Alcocer, no ha habido reediciones, los libros ya no se encuentran, no se ha vuelto a acercar este trabajo a la gente…
Me parece una muy buena idea la tuya, que se puede retomar, si no por el gobierno estatal, por la editorial universitaria, que reediten esos materiales, no hay porqué buscar en otros lados, aquí tenemos que (… una reunión de obra completa, por ejemplo…) se va a rescatar la idea de la Biblioteca Frías, los hermanos Frías fueron una familia de escritores muy talentosos, muy inteligentes y muy avanzados para su tiempo; por ejemplo Dolores Frías era un poeta, que aunque no dejaba de ser un poeta atormentado, era un poeta innovador, contemporáneo de López Velarde, de Juan B. Delgado, pero ya se atrevía a expresiones, a metáforas, a figuras retóricas adelantadas a su tiempo… bueno se está rescatando el tema de la Biblioteca Frías por parte de la Universidad, eso es un acierto, pero seguimos con el vacío de la producción oficial…
¿qué es lo que falta?...
falta que la titular de la dependencia cultural convoque a constituir un consejo editorial, un consejo asesor, que determine un proyecto a mediano plazo y, lo más importante, que se ejecute
…¿esto también podría venir propuesto por la comunidad artística verdad?…
por supuesto, pero muchas veces algunas ideas de abajo hacia arriba no funcionan…
a menos que haya una voz importante señalándolo… bueno, no soy yo esa voz, pero si fuera el caso encantado de formar parte de un consejo asesor, si lo tiene a bien la señora Paulina Aguado, pero si no estoy yo, hay otras gentes que lo pueden hacer, a lo mejor yo no quepo en esos planes oficiales y, la verdad tampoco me interesa…
no creo que haya esa realidad, déjeme darle mi opinión, creo que usted bien puede servir de coach, para todos estos nuevos jóvenes, me incluyo en ello, que tenemos una idea no muy clara de la realidad, quiero decir en aplicación, en bajar a tierra las ideas, porque bueno, las ideas son bellísimas, pero siempre hace falta el asunto de saber bajarlas a tierra…
Dejamos ahí en el sexenio pasado un documento que puede ser vigente, es un Manual para la producción editorial, está hecho, qué le hace falta, le hace falta darle materia, darle sustancia, darle salida ¿de qué estamos hablando? ¿de la reedición de libros importantes que puedan recoger nuestra identidad hoy y trascender para el mañana?, por ahí podemos empezar, pero también hay que fomentar la lectura, hay que llevar brigadas itinerantes para que la gente lea, ¿para qué producimos libros si se van a quedar en las bodegas, si en las librerías no se van a vender?, entonces tiene que ser un esfuerzo paralelo la producción editorial con el fomento a la lectura; en esto hay asignaturas pendientes que deben de resolverse pronto, no hay pretextos. Hay dinero para muchas frivolidades, hay dinero para políticas públicas que no funcionan, obra pública superflua o mal hecha. Entonces, hay que mirar hacia estos temas que van a fortalecer a la sociedad…
Es una parte, y otra parte, y ese es su propio destino, es que se habla de los gobernantes que publicaron libros, en quinientos años los nombres que se van a citar es el de aquellos hombres que se preocuparon por publicar y hacer trascender una cultura… por supuesto, hay un fenómeno que no podemos soslayar, el tema de la tecnología, las redes sociales, los libros digitales, hay que hacerlos, hay que producirlos, si no se puede tener el libro como producto material, como pieza física táctil, pues bueno, que lo ideal es tenerlo, el libro es insustituible, el objeto del libro es único e irremplazable, también tenemos el recurso de una plataforma electrónica…
pasemos a su literatura, Juan Antonio, Bajo los Almendros, una novela, me encuentro retratos, retratos que no requieren de señalar el objeto sino describirlo y logra mostrarnos el hecho…
Este libro es producto de una vida de estar sumando experiencias inquietudes historias de vida cercanas a mi familia pero también cercanas al desarrollo social histórico de la sociedad queretana, hay aquí elementos familiares donde se juntan el amor y la tragedia, hay una vertiente en mi familia que vive pérdidas dolorosas, están ahí retratadas un poco sublimadas o aderezadas con la ficción, no es estrictamente el suceso trágico crudo, sino que está envuelto en un halo literario del trabajo textual, bueno esa es una voz, pero he seguido trabajando, esa novela es producto de tres meses intensos de trabajo, de sentarme frente a la computadora y traer a mi mente esas vivencias, esos recuerdos y esas inquietudes, bueno hubo un proceso de tres meses de escritura y otros tres meses de corrección y revisión, pero estoy trabajando en otras voces, en otros temas, está por editarse una novela que tiene también, al igual que Bajo los Almendros, algunas características de los cambios de ritmo, de la yuxtaposición de los personajes que se pierden y se reencuentran, no te puedo dar más información porque está en proceso de revisión de un jurado, es otra voz que tiene las características rítmicas de Bajo los Almendros. Por otro lado, hace dos años, durante un viaje, me impactó ver en los pasillos del Museo Vaticano una serie de esculturas romanas mutiladas, es decir sin sexo, entonces se me ocurrió escribir un cuento sobre eso, y cuando me puse a escribir dije, no, bueno, esto da para más, y me puse a investigar y ya tengo un libro que es otra voz muy distinta al narrador novelístico, al narrador de historias, hay un contenido histórico y sobre ese me monto o me anclo para elaborar una historia sobre la historia, que no es fácil, no es común, lo hacen algunos escritores y son notables. No pretendo imitarlos, ni seguir sus pasos, pero lo que te quiero decir es que esa es otra voz y es otro proyecto, ya está en revisión final y al mismo tiempo estoy escribiendo una novela con un personaje psicológico, es un personaje existencialista, pero no es un existencialista al estilo de Camus o de Sartre, sino un existencialista de nuestro tiempo, de un hombre cuya vida transcurre entre el displacer y la negación y el vacío, entonces esta es otra voz. Me congratulo, no quiero ser petulante, de que pueda desarrollar distintas voces, de que pueda crear este personaje psicológico que tiene mucho de verídico, porque me baso en un personaje de la vida real, pero por supuesto que no puedo estar entrando a su interior las veinticuatro horas de día, y hay jornadas en las que estoy dentro de él durante un día, todo lo que transcurre en él: las contradicciones, los vacíos, la vacilación de enfrentar la vida y de rechazar la satisfacción sobre las cosas que da la vida, un personaje muy fuerte y además..
Juan Antonio, ¿es usted mismo el personaje, de alguna forma?...
Hay algo, claro, hay algo, no puedo disociar, bueno, este personaje sí tiene algo más de mí en cuanto a descripciones y detalles de vida, de movimiento, no precisamente me identifico en ese interior, porque es un interior muy complejo, es un interior que es enemigo del disfrute, yo soy un amante del placer, entonces no puedo identificarme con mi personaje, pero a lo mejor sí hago un retrato de lo distinto que yo pudiera ser…
Juan Antonio, su vida, dígame… ay mi vida, esa es una pregunta en un momento muy interesante de mí vida, he vivido como seis vidas. Miro para atrás y he caminado por distintos senderos, el familiar, el de la escuela, el del trabajo, el de mis afectos, el de mis amores, el de mis aficiones, el de mis colecciones, etc., entonces, de todo esto qué puedo concluir, que soy un hombre muy afortunado, que soy un hombre enriquecido porque he sabido vivir todas estas circunstancias sin reclamos, sin reproches, sin culpas: tengo muchas cosas de las que me puedo sentir muy orgulloso, muy satisfecho, pero al mismo tiempo creo que debo hacer aún más, tengo dos o tres vidas por delante, no quiero pensar que hasta ahí llegué, que ya ha sido suficiente, sino quiero seguir escribiendo, quiero seguir amando, quiero seguir gozando lo amable que es despertarse cada mañana y ver el mundo que te rodea, desde las cosas más sencillas y cotidianas, como aquellas odas fantásticas de Neruda a la cebolla, al pan, al sol, quiero seguir disfrutando de las cosas que da la vida, como esas Odas Elementales de Neruda, hay que vivirlas, hay que hacerlas de uno. Uno como individuo es capaz de descifrar esos misterios de la vida y apropiárselos, de hacerlos cotidianos y hacerlos parte de ti… hay un concepto hermoso en el descubrimiento de la vida y ese concepto es el concepto Dios, el cual está inmerso en todos lados, no hablo de un Dios iconográfico, despertar y ver la belleza todos los días, yo le agradezco mucho su atención…
Gracias, si algo puede aportar mi experiencia, aunque hoy estoy del otro lado, si puedo mover una conciencia, si puedo, a través de mis opiniones a mover algo, a través de mi literatura encontrar a alguien que se deleite o tenga una reacción cualquiera que sea, estoy del otro lado…
Yo creo que ha motivado todo eso: se puede decir de todo, menos que no ha sido un constructor de puentes para que los demás transiten, gracias de nuevo, Juan Antonio.
