Andrés Spokoiny uno de los líderes y pensadores más influyentes de la comunidad judía a nivel internacional, presenta el libro “El Impío”; obra que rescata los aportes filosóficos y vida de Juan del Prado, un personaje histórico de la modernidad olvidado por la historia.
En entrevista con Diario de Querétaro, Spokoiny habla de la gran hazaña y profundo sentido que tiene esta obra, cuya línea neurálgica se centra en el siglo XVII y en la extraordinaria travesía y obra de este médico judeo-español.
Para lograr la compilación histórica que da sustento literario a este libro, el autor asegura haberse sumergido en un trabajo intenso que le llevó cerca de 10 años; una incansable búsqueda – cual detective– de documentos, libros e incluso vestigios literarios que lo llevó a indagar en los archivos del Santo Oficio en Sevilla, España y en la comunidad judía de Ámsterdam, Holanda, donde acontece parte de la historia.
Tras esta labor, Andrés logró una reconstrucción biográfica, que permitió generar un entramado completo con el que pondera a su personaje central como el verdadero padre de la modernidad a partir de sus planteamientos existenciales, de los cuales, parten grandes cuestionamientos del ser y del racionalismo que derivaron en el pensamiento moderno.
“El Impío” debe su nombre a la señalización de Juan del Prado como hereje por su inquietud filosófica. Tuvo en su contra dos condiciones: ser de origen judío y fiel creyente de la razón y la ciencia en una época en que la Inquisición perseguía fervientemente no solo otras doctrinas religiosas, sino también todas aquellas corrientes de pensamiento que no fueran dogmáticas.
“No sé si es una novela histórica o una historia novelada”, revela el escritor, dada la naturaleza excepcional de las narraciones: “Cuanto más sabía de su historia, más me daba cuenta que no podía inventar más nada”.
De acuerdo con él, en la historia se podrá ver cómo Prado vivía una especie de atemporalidad, pues no se sentía identificado con la historia colectiva de España, ni de la historia colectiva de los judíos. Como todos, dice, se hace preguntas sobre la vida y la muerte y no encuentra respuestas, pero en algún punto, hace las paces con esa incertidumbre, al describir que el ser humano es la única especia que está consciente de su muerte.
Sobre el contexto de Prado, menciona que él era médico de la peste, en un momento convulso, donde mientras los fieles deseaban hacer una procesión masiva, los doctores pedían evitarlo para parar la propagación de la peste, escenario nada lejano a lo que vivimos actualmente con la pandemia por Covid-19.
“Del Prado me tomó por rehén”, bromea Andrés, revelando sentirse muy identificado con él, al compartir experiencias similares, aunque en mundos, siglos y contextos distintos. Además, de la misma manera que este personaje histórico, él también es un viajero del mundo que busca escudriñar entre verdades, pensamientos y creencias, para poner en perspectiva toda adquisición de razón y fe y generar una confrontación personal con los paradigmas o dogmas de diferentes culturas y religiones.
Andrés nació en Argentina y se graduó en 1994 como licenciado en Administración en la Universidad de Buenos Aires; cursó estudios de Teología y Educación en el Seminario Rabínico Latinoamericano. Se describe como producto y representante de la riqueza de la cultura iberoamericana y destaca por ser una figura de renombre mundial en el campo de la filantropía y el desarrollo comunitario.
Actualmente, es presidente de la Jewish Funders Network; en lo literario, ha escrito artículos y ensayos en distintas editoriales internacionales, y ahora, cristaliza un momento trascendente en su vida con el lanzamiento de esta obra.