La catrina, desde el Mictlán hasta la Alameda Central

Además de la “Catrina Garbancera” del caricaturista José Guadalupe Posadas, existe otra historia aún más añeja y pertenece a la figura de Mictecacihuatl

Tamara Medina / Diario de Querétaro

  · sábado 26 de octubre de 2024

Catrines rumbo al altar. Foto: Miriam Martínez / Diario de Querétaro

Llegó la temporada de gran tradición mexicana como lo es el “Día de Muertos”, uno de los mayores exponentes de la cultura mexicana desde épocas de la conquista, en esta época salen a relucir “los Catrines y Catrinas” que fueron creados de manera de sátira social por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posadas e inmortalizados en la obra del artista Diego Rivera y su emblemático mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, pero hay otra historia para muchos desconocida y hoy te la contaremos.

En esta leyenda se dice que la catrina es la figura azteca de Mictecacihuatl, quien era considerada por ellos como la diosa de la muerte, y que esta diosa se quedó con los huesos de los muertos para guardarlos celosamente por si algún día los necesitara y ella los pudiera utilizar.

El Día de Muertos es una importante fecha en el calendario. Foto: Miguel Cruz / Diario de Querétaro

La también llamada “Dama de los Muertos”, habitaba en el inframundo y velaba por ellos. Su aspecto de rostro sonriente en forma de calavera es lo que la asocia a esta tradición, aunque según investigaciones, los aztecas veneraban a sus muertos por todo un mes y esta festividad comenzaba en el mes de agosto. Cuenta la leyenda que la noche de Mictlantecuhtli, los señores de Mictlán lucen elegantes. Mictecacíhuatl, diosa del inframundo, está ataviada con su elegante rebozo y mortaja negra. Se les concede permiso a los muertos de salir del mundo subterráneo para visitar a sus seres vivos. Durante el Día de Muertos, ellos cantan y dejan Mictlán para visitar a sus familias, cenar y tomar pulque con ellos, que estarán esperándolos en el campo destinado a ellos en los márgenes de la gran Tenochtitlan.

Según el mito azteca de la creación, Mictlantecuhtli intentó retrasar al dios Ehecatl-Quetzalcóatl en su viaje a Mictlán. Quetzalcóatl estaba buscando los huesos de las criaturas del mundo anterior del 4° Sol para crear la humanidad.

Su esposo era Mictlantecuhtli, “El señor de la muerte”.

Mictecacihuatl recibe en el Mictlán a las almas que murieron de forma natural, para vigilar sus huesos y velar su sueño por toda la eternidad.

Además, su poder se extiende por toda la tierra de los muertos e incluso, por el mundo de los vivos; pues es capaz de mandar bendiciones, maldiciones y mensajes desde su dimensión, en el más allá.

En esta pareja de dioses, Mictecacihuatl según los relatos de historiadores, la señora de la muerte era más bondadosa, pues se dice es quien permite a los difuntos regresar al Mictlán después de su celebración y es por ello que en las culturas prehispánicas, la fiesta de los muertos era en honor a ella.

Pero sin duda el personaje que se asocia a estas festividades es la “Calavera Garbancera”, como originalmente se llamaba y hoy es ícono de tradición por excelencia en la temporada que se da la bienvenida a los fieles difuntos, su creador José Guadalupe Posadas, la hizo como parte de la sátira social del México del siglo XX.

Este nombre de “garbancera” es porque así se les llamaba a las personas que tenían aún sangre indígena y dejaron de vender maíz para dedicarse al comercio del garbanzo y renegando de su origen, pretendiendo ser españoles y franceses.

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“En los huesos pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz", decía José Guadalupe Posada, quien al principio solo vestía la calavera con un sombrero en señal de crítica por la pobreza que se vivía en el país.

Fue en 1947 cuando el muralista Diego Rivera, utilizó el dibujo de Posadas y lo vistió con los elegantes atuendos que hoy son referencia, entonces la bautizó como "La Catrina", y este quedó plasmado en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.

Las Catrinas y Catrines se han convertido en la actualidad como un referente de cultura y tradición arraigada en el acervo mexicano de Día de Muertos, pudiéndose ver por todos lados y ser un infaltable que lo mismo está en los adornos del altar, que en los disfraces para esta temporada.