“La delincuencia no respeta la cultura ni el arte… no respeta nada”, dice el pintor queretano, Fernando Garrido, cuya obra fue robada de la galería de Nuun Arte Querétaro la madrugada del lunes pasado, junto con cinco piezas del afamado escultor michoacano, Jorge Marín.
Tras los hechos, la galería ubicada en Calzada de los Arcos, dio a conocer a través de su cuenta oficial de Facebook que en total fueron sustraídas 14 obras, incluidas las pinturas de Luz Marielle García, Patricia Sánchez Saiffe, Pablo Llana, Aidee de León y Moisés Cervantes; esto pese a las medidas de seguridad implementadas en el sitio, “las cuales incluyen sistema de alarma y monitoreo, así como un circuito de video- vigilancia dentro y fuera del espacio”, informaron en el comunicado.
Desde hace dos años Garrido es representado por este clúster de arte, establecido en la ciudad desde hace cuatro años, con el objetivo de democratizar las expresiones artísticas y aportar a la construcción de industrias culturales fuertes que trabajen con responsabilidad, utilicen canales formales para la transacción de piezas originales y que inviertan en la capacidad creativa de autoras y autores mexicanos.
Pese a la situación, el pintor afirma que seguirá confiando su representación a esta organización, que ya ha dado parte a las autoridades locales sobre los hechos. “Ellos no tienen absolutamente nada de culpa, yo estoy consciente de que han hecho todo lo posible para crecer mutuamente”.
Sobre el hurto de su obra, expresa sentir “mucho coraje”, pues se trata del trabajo “que uno hace honradamente (…) Es el resultado de muchos años de trabajo como para que unas personas lleguen y se aprovechen así de ese tiempo”.
Las dos piezas sustraídas del autor pertenecen a la colección “Arché”, un conjunto de 40 dibujos en técnica mixta, que fueron expuestas en diciembre del 2018 en esta misma galería.
La serie, versa sobre “el hombre y la imaginación, el hombre y el mundo que lo rodea (…) Es un simbolismo del pensamiento, la imaginación y la creatividad del ser humano como una explosión y una muestra del mismo ser con base en el cosmos, el espacio y todo el entorno que nos rodea”, explicó.
Aunque Garrido prefirió reservarse los detalles del valor monetario de las piezas sustraídas, señaló el daño moral como otro aspecto a considerar, y lo que esto podrá representar más adelante para la galería.
Con más de 30 años de trayectoria artística, actualmente el creador trabaja en la continuación de su colección “En busca del Aleph perdido”, así como a la espera de su próxima exposición, la cual se había programado para octubre de este año en Chihuahua, pero por la contingencia sanitaria, es posible que se posponga, lamentó.
Contra el mercado negro
A través del mismo comunicado, la galería de Arte Nuun hizo un llamado a coleccionistas y seguidores del espacio, a evitar la compra de las cinco esculturas y nueve pinturas sustraídas, alertando sobre la existencia de un mercado negro (ilegal) “en el que se comercializan obras de arte robadas y falsificaciones; las cuales desafortunadamente encuentran demanda en personas que desconocen el mercado de arte o en algunas ocasiones, en personas que carecen de integridad y actúan aún conociendo la procedencia de las obras”.
En el mismo, incluyeron los números de serie de algunas de las piezas robadas, y aconsejaron corroborar la existencia de certificados, con la finalidad de no ser víctimas de una estafa.
Entre las obras sustraídas se encuentran las esculturas de bronce de Jorge Marín, quien además de ser reconocido internacionalmente por su obra “Alas de México” –símbolo del anhelo humano por la libertad e independencia–, a finales del año pasado recibió el nombramiento como embajador de la Unicef México, gracias a su labor por los derechos de la infancia y la adolescencia a través de talleres de creatividad artística como recurso de apoyo psico-emocional, particularmente en contextos migratorios.
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