Lleno de colores, objetos, animales y personajes que forman parte de la cultura de los mexicanos, podemos encontrar el juego de la lotería, sinónimo de diversión para toda la familia.
Con origen en Italia y volviéndose el pasatiempo favorito de muchos, llegó a México a finales del siglo XVIII y ganó popularidad, tanto que era parte fundamental en las ferias, donde por lo general se jugaba por dinero y se utilizaban tablas de madera y actualmente podríamos decir que se ha jugado y se sigue jugando en las casas de la mayoría de los mexicanos; ya sea por dinero, regalos o simplemente diversión entre familias y amigos, utilizando por lo general otro elemento mexicano, que son los frijoles para marcar las casillas.
Fue en los primeros años que la lotería mexicana, cartas y tablas eran realizadas a mano, por lo que cada creador le daba su propio toque de creatividad al elegir las figuras que formarían parte de su juego.
Actualmente las loterías cuentan con 54 dibujos que todos los mexicanos hayamos atractivos e incluso los hemos memorizado, pero esta estandarización y producción del juego fue creación de un empresario francés de nombre Clemente Jacques, quien con ayuda de su compañía inició con la comercialización masiva de su lotería que hoy conocemos.